Desarticulada una banda de aluniceros a la que se imputan 30 robos
Detenidos 27 presuntos ladrones de este clan, de los que nueve ingresan en prisión Actuaban en Madrid, pero también en Valencia, Andalucía y Castilla-La Mancha
La Guardia Civil ha dado un golpe a un grupo de aluniceros (ladrones que empotran un vehículo contra un establecimiento) del distrito de Villaverde (Madrid) conocidos como el clan de Los Arrieros. Actuaban en la Comunidad de Madrid, aunque también se desplazaban a Valencia, Andalucía y Castilla-La Mancha. Han sido detenidas 27 personas, nueve de los cuales han ingresado en prisión. Se les imputa una treintena de robos, según ha informado esta mañana el comandante de Policía Judicial de Madrid, Javier Rogero.
En el marco de la operación, la semana pasada se realizaron nueve registros domiciliarios en Madrid, Parla, Fuenlabrada y Chinchón, en los que decomisaron cerca de un millón de euros en efectivo -que guardaban en bolsas al vacío para que no se deteriorara-, 32 kilos de oro (valorado en más de 900.000 euros), diamantes, ropa procedentes de los robos, numeroso material de construcción para cometer sus robos, además de diversas armas (dos escopetas, un revolver y una pistola Glock), además de vehículos de lujo y chalecos antibalas.
En una finca de Chinchón, fueron hallados 38 motores procedentes de coches robados. Todos los detenidos llevaban un nivel de vida muy alto, por ejemplo, estas Navidades se marcharon de vacaciones a Nueva York y Disnelandia. Una parte de la organización también se dedicaba a la venta de droga. Los agentes se han incautado de 1,4 kilos de cocaína de altísima pureza, además de sustancias para su adulteración.
Las investigaciones de la llamada Operación Olímpica comenzaron el pasado agosto a raíz de un robo en un concesionario de coches de lujo en Tres Cantos (Madrid), donde sustrajeron un vehículo de alta gama. A partir de ahí, el grupo de Policía Judicial del puesto de la Guardia Civil de este municipio comenzó las investigaciones.
La banda estaba perfectamente organizada. Un grupo se dedicaba a sustraer los coches y después los utilizaba en los alunizajes. Cuando los coches ya estaban bastante deteriorados, eran derivados a otros miembros de la organización que los despiezaba para venderlos como recambios a talleres y concesionarios multimarca de compra-venta de automóviles, entre los que se encontraba un taller especializado en la reparación de vehículos.
La banda elegía con sumo cuidado los lugares donde robar. Vigilaban las medidas de seguridad y los tiempos de respuesta de la Policía y la Guardia Civil cuando saltaban las alarmas. Además, utilizaban unos 30 inhibidores de frecuencia para evitar que se activaran los dispositivos de seguridad. Cuando eran perseguidos, no dudaban en cruzar los vehículos en la carretera o detener incluso la circulación en autovías hasta que la furgoneta en la que iba la mercancía podía huir. Entre la treintena de robos que se les imputan hay algunos de importancia, como el de un almacén de telefonía de Pinto, donde sustrajeron en cinco minutos 2.400 terminales valorados en 380.000 euros.
La banda intentaba blanquear parte de sus beneficios a través de la compra de inmuebles que ponían a nombre de sus familiares. Para ello, constituían hipotecas con documentación falsa. Esta técnica contribuyó a enriquecerlos. La Guardia Civil investigará ahora todas sus pertenencias. El valor de los inmuebles llega a los tres millones de euros, según las primeras estimaciones.
Uno de los detenidos se escapó en 2009 durante permiso penitenciario concedido para la incineración de un familiar. Huyó del cementerio de La Almudena. Sus familiares se tumbaron en el suelo para evitar que los coches patrulla pudieran salir en su persecución, según ha relatado el responsable de la investigación y comandante del puesto de Tres Cantos, el alférez Abel Antonio Marín.
Nueve de los 27 detenidos han ingresado en prisión tras pasar a disposición judicial, según ha explicado Rogero. En los arrestos, que se practicaron a las ocho de la mañana del pasado 3 de febrero, participaron 160 agentes. “Nos daba mucho miedo que parte de ellos, que son especialistas en fuga, se pudieran marcharse antes de que les detuviéramos”, ha añadido el comandante de Policía Judicial, para precisar que quedan varias detenciones por efectuar. En dos casos ingresarán en prisión, según han adelantado fuentes judiciales. Algunos acumulan más de 30 arrestos. Se les imputan diversos delitos como robos con fuerza, asociación ilícita, receptación (compra de objetos a sabiendas de que son robados) y delito contra la salud pública, entre otros.
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