“Somos artistas por encargo”
El taller valenciano Odeón Decorados de Josep Simon hace escenografías para los principales teatros de España y Europa y para toda clase de géneros, también para televisión y cine
Por Odeón, el taller de construcción de decorados de Josep Simón (Museros, 1955) han salido escenografías para toda clase de géneros y montajes, ópera, teatro, musical, zarzuela, etc. Hasta para conocidos programas de televisión y alguna que otra película. “Mis inicios en el mundo del teatro fueron como actor, pero afortunadamente me di cuenta rápidamente de que sobre el escenario no iba a ganarme la vida”, dice Josep Simón. El gusto por la escena ya había creado adicción. “Junto con Manuel Zuriaga empezamos a crear escenografías para compañías valencianas”. En un momento determinado se les encendió algunas de esas luces de candileja que iluminan los sueños de los actores y vislumbraron un campo fértil donde trabajar. No se lo pensaron dos veces y se instalaron en una nave industrial de la avenida del Puerto de Valencia. Acababa de nacer Odeón Decorados. “Nos dimos cuenta de que no encontrábamos profesionales para la construcción de decorados como nosotros queríamos y decidimos ser nosotros los propios constructores y asumir todo el proceso”, señala Josep Simón, uno de cuyos trabajos se pudo ver hace unos días en el teatro Principal de Valencia, en el espectáculo Yo el heredero, de Eduardo de Filippo.
Odeón ha realizado decorados para los grandes teatros de ópera.
Lo que podía haber sido una aventura romántica pero ruinosa, después de más de 20 años se ha transformado en una de las empresas más sólidas de construcción de escenografías situada en una nave de 3.000 metros cuadrados en el polígono industrial de Carlet. “Seguramente llegamos en un momento en que se pedía unos profesionales que fueran capaces de hacer frente a los retos y todo lo que suponía la aplicación de las nuevas tecnologías en el diseño escénico”, comenta Josep Simon. En su trayectoria escénica aparecen nombres como el mítico Teatro Châtelet de París, templo de la opereta. “Tuvimos el honor hacer la escenografía de El cantor de Méjico, uno de los grandes éxitos de Luis Mariano en los años cincuenta, para la reapertura del teatro”. En ese mismo teatro estas pasadas Navidades se podía ver la comedia musical The Sound of Music (Sonrisas y lágrimas) con dirección de Emilio Sagi y escenografía también salida de su taller. Han pasado por sus manos —con motivo de la inauguración del Teatro Real— los telones que en su momento dibujara Picasso de las obras La vida breve y El sombrero de tres picos de Manuel de Falla para los célebres Ballets Rusos de Diaghilev. “Estas cosas no te pasan todos los días y hay que disfrutarlas”, comenta Josep Simón.
Dentro de unos días, en el Teatro Español de Madrid se podrá ver Follies, el celebrado musical de Stephen Sondheim, y los decorados llevarán la marca Odeón. “Nunca hay que olvidar que nosotros somos artistas por encargo y nos debemos a un texto, a una historia dramática, a lo que quiere contar el dramaturgo o el director”.
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