Los bancos colocaron acciones preferentes a 80.000 gallegos

Las emisiones de participaciones preferentes que durante años utilizaron bancos y cajas para mejorar sus balances se han resultado ser una bomba de relojería que ha acabado por explotar. Asociaciones que defienden los derechos de los usuarios de banca, como Adicae y Ausbanc, reciben diariamente nuevas denuncias de clientes que se suman a las muchas con las que ya contaban. Desde el PSdeG-PSOE calculan que solo en Novagalicia Banco (NGB) hay entre 80.000 y 100.000 afectados, que habrían suscrito alguna de las emisiones realizadas por las antiguas Caixa Galicia y Caixanova desde 2003. NGB confirma que se han emitido preferentes por valor de 1.291 millones de euros pero no concreta el número de suscriptores.

Muchas de ellas son personas mayores que invirtieron sus ahorros en un producto que les vendieron como un depósito y resultó ser un ingenio financiero de alta complejidad. Varios clientes consultados por este diario confirman que les fue ofrecido directamente por el director de la sucursal, sin que ellos hubiesen solicitado ningún tipo de información previa.

A diferencia de lo que sucede con otras entidades que han comenzado a ofrecer a sus clientes la posibilidad de canjear el dinero invertido en estos productos por acciones, NGB aún no ha puesto en marcha un mecanismo general para dar una salida a los cientos de clientes que exigen que se les devuelvan sus ahorros. Ayer mismo un centenar de afectados se concentraron frente a una sucursal de NGB en Vigo y se celebraron dos asambleas informativas en A Coruña, convocadas por Adicae. Desde esta asociación apuntan que NGB está ofreciendo la posibilidad de suscribir un préstamo por el importe prestado.

Clientes como la viguesa Rosa Casas confirman que se le ha ofrecido esta posibilidad pero se ha negado a aceptarla y sigue reclamando que NGB le devuelva los 60.000 euros que invirtió en preferentes de Caixa Galicia en 2003. La orensana María Gago intenta recuperar la inversión realizada por sus padres en preferentes emitidas por Caixanova pero sus gestiones han sido infructuosas y ahora se plantea recurrir a la vía judicial. También le han ofrecido la opción del préstamo pero no se fía de las condiciones que le han planteado desde la entidad. “Mis padres son clientes desde hace 40 años. Es de risa que tengan la cara de utilizar el eslogán ‘Un nuevo banco con los clientes de toda la vida”, indica Gago.

Fuentes de la entidad financiera admiten que esta puede ser una solución ofrecida por directores de sucursales a algunos clientes, pero aseguran que no es una práctica generalizada. El socialista Juan Carlos Francisco considera que es la Xunta (que tutelaba las cajas) quien debe ponerse en contacto con el Banco de España o el organismo estatal competente para acordar una fórmula que permita a los clientes recuperar sus ahorros. “A la mayoría de los clientes se le ocultó información básica sobre los riesgos de este producto, que fue vendido como si fuesen depósitos de renta fija y capital garantizado”, indica el portavoz de consumo del PSdeG.

La Xunta no parece dispuesta a tomar medidas para facilitar que los inversores puedan recuperar su dinero. Fuentes de la Consellería de Facenda explicaron que en el momento en el que se emitieron las cuotas no se requería la intervención de la Xunta ya que este tipo de productos depende de la CNMV. Facenda se limita a señalar que son las entidades quienes deben buscar la mejor solución para cada cliente. De momento, desde NGB no se ha aportado una solución que satisfaga a las decenas de clientes que han comenzado a moverse para tratar de recuperar sus ahorros.