La lotería del eterno nominado
Para Juan Diego Botto este será el año de sus estrenos: tres películas y un proyecto teatral
Le hemos visto de hijo de Cristóbal Colón en 1492: La conquista del paraíso (1992), de Ridley Scott; de líder anarquista en la Guerra Civil española en La mujer del anarquista (2008), de Peter Sehr y Marie Noëlle; o de El Greco (2008), en la cinta de Iannis Smaragdis. Ahora repite con el director griego para formar parte, junto a Catherine Deneuve, Sebastian Koch (La vida de los otros) y John Cleese (Monty Python), de la historia del pirata patriota griego Ioannis Varvakis en God loves caviar, que está ambientada en el siglo XIX (en el proceso de independencia de Grecia de los turcos) y que tiene previsto su estreno a finales de año. Pero también protagoniza, junto a Bárbara Lennie (La piel que habito), la única película española que competirá en la sección oficial de la próxima edición de la Berlinale (del 9 al 19 de febrero), Dictado, de Antonio Chavarrías, que esta vez acude en calidad de director con este thriller psicológico. Como productor, obtuvo el Oso de Oro en el Festival de Cine de Berlín de 2009 con La teta asustada, de Claudia Llosa.
No contento con eso, el próximo 20 de enero Botto llega a las pantallas, junto a Carmelo Gómez, con Siencio en la nieve, la última película de Gerardo Herrero (Tornasol). Basada en la novela de Ignacio del Valle El tiempo de los emperadores extraños, el actor que se popularizó con las Historias del Kronen, de Montxo Armendáriz, interpreta al soldado y exinspector de la policía Arturo Andrade, encargado de la investigación del asesinato de un soldado español perteneciente a un batallón de la División Azul en el frente ruso en el año 1943.
Tres proyectos cinematográficos para principios, mediados y finales de un 2012 que se le presenta cargadito de cine. ¿Ganará el Goya por fin esta vez?
"No, no, no me veo ganando el Goya, en el mejor de los casos, nominado otra vez, lo mío es estar nominado, tengo que batir el récord de Jordi [Mollá]", bromea.
Juan Diego Botto
- El 20 de enero estrena Silencio en la nieve, la última película de Gerardo Herrero, en la que interpreta a un expolicía que investiga un asesinato dentro de un batallón de la División Azul.
- En febrero compite en la Berlinale con Dictado, la última cinta de Antonio Chavarrías (el productor de La teta asustada, que ya ganó el Oso de Oro en 2009).
- A final de año estrena God loves caviar, con Catherine Deneuve y John Cleese.
¿Y un Oso en Berlín? "Puff, la verdad es que lo extraordinario es haber llegado hasta allí con un thriller, un género que no es habitual, y que una película tan pequeña, hecha a base de empeño, compita en la sección oficial y haya sido seleccionada de las primeras, por lo que tuvo que haber bastante unanimidad", esquiva la respuesta directa Botto, que llega con un periódico gratuito bajo el brazo y con cierta prisa a la entrevista porque hoy le toca niña. "La peli es difícil, habla de la posesión, de los celos, de la pérdida, y navega con la locura. Que sea premiada o no es un misterio, depende de la sensibilidad de los jurados, cuando vas a un festival es realmente una lotería".
Reconoce que, "a pesar de que las cosas están francamente mal en la industria", para él 2011 ha sido un buen año y va a ser "muy buen año el 2012", en el que aparte de estos estrenos tiene previsto rodar otras dos películas y terminar de escribir un proyecto teatral: "Es una pieza de teatro que estoy escribiendo para mi hermana María, que se me ocurrió hace como cuatro meses y va muy fluido. Creo que lo terminaré en dos semanas y trata de un profundo drama familiar entre una madre y una hija, en la búsqueda del lugar de dos mujeres muy dependientes entre sí".
Pues, aunque parezca mentira, todavía le quedan ganas y energías para un último proyecto de un guion cinematográfico del que aún no tiene el título: "Espero terminarlo también este próximo año", asegura con la aparente calma que le han dado los años en una trayectoria artística que arrancó siendo un niño. Aun así, profesionalmente, espera de este nuevo año "poder seguir trabajando y desarrollando los proyectos" y, en lo colectivo: "Solo desear que se produzca un giro en las políticas que se han llevado a cabo y que nos han sumido en esta profunda crisis".
La suerte está echada. El bombo de la lotería de 2012 ha comenzado a girar y Juan Diego Botto lleva al menos tres números para llevarse un premio gordo y dejar de ser el eterno nominado.
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