La fiscal pide cárcel para el yerno de los Tous porque su absolución fue “irracional”
El TSJC revisa el caso por las dudas sobre el veredicto del jurado popular
El futuro del yerno de los joyeros Tous sigue en manos de la justicia. Medio año después de que un jurado popular le absolviera por la muerte de un asaltante kosovar, Lluís Corominas se sentó ayer de nuevo en el banquillo de los acusados. El abogado de la víctima y la fiscalía recurrieron en su día la decisión y han vuelto a solicitar cárcel para el jefe de seguridad de la familia. El veredicto de no culpabilidad que permitió absolver a Corominas es “inadmisible, absurdo e irracional”, afirmó la fiscal del caso, Teresa Duerto. Los hechos ocurrieron el 9 de diciembre de 2006, cuando un grupo de ladrones intentó asaltar el chalet de los joyeros en una urbanización de Sant Fruitós de Bages. Un auxiliar vio el asalto a través de las cámaras de vigilancia y alertó a Corominas, que se dirigió armado con una pistola hasta un Renault Megane aparcado frente a la vivienda. Allí topó con dos asaltantes y disparó el arma dos veces. Uno de los tiros acabó con la vida de Sinani Gazmend. Las nueve personas que integraron el jurado popular concluyeron que el yerno de los Tous actuó en defensa propia y disparó atenazado por un “miedo insuperable” que le hizo perder la noción de la realidad. La fiscal puso en duda que la imaginación jugase una mala pasada a Corominas, que en el juicio afirmó haber visto un arma en manos de los asaltantes. Duerto añadió que el jurado dio credibilidad “absoluta” a la declaración del acusado, pero no hizo un análisis adecuado de su “conducta externa” ya que, en su opinión, actuó como un profesional. “El jurado se puede equivocar”, explicó la fiscal, quien pidió que se revoque la sentencia y se imponga a Corominas la pena de cinco años de cárcel. La fiscal recordó que Corominas tenía licencia de armas y actuaba de hecho como jefe de seguridad de la familia. De modo que no disparó para atemorizado y para defenderse, sino que su intención era detener a los ladrones, que tres días antes ya habían merodeado por la finca para robar en su interior. El abogado del fallecido, Josep Riba, mantuvo su petición de 11 años y 6 meses de cárcel. Los abogados de Corominas, en cambio, no solo defiendieron su absolución, sino que también pidieron que se elimine la indemnización de 310.000 euros para la familia de la víctima que fijó la sentencia. Si no hay delito, razonan los abogados, tampoco puede haber responsabilidad civil. A su juicio, la magistrada que dictó la sentencia “alteró” el veredicto del jurado. En la vista celebrada ayer en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña —una suerte de repetición abreviada del juicio—, las partes expusieron sus recursos y visionaron, una vez más, las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad. Esta vez no serán los ciudadanos, sino un tribunal profesional, el que decida si Corominas debe ir o no a la cárcel por la muerte de un asaltante. |
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