La cámara que destapó abusos policiales no recogió el sonido "por error"
El fallo impide saber si dos 'mossos' acusadas humillaron verbalmente a una detenida rusa
La cámara oculta que destapó los abusos policiales en la comisaría de Les Corts debía recoger también el sonido ambiente en la sala de cacheos. Pero no lo hizo porque "el sistema falló", según ha declarado esta mañana el exjefe de Asuntos Internos (DAI) de los Mossos d'Esquadra en el juicio por uno de esos presuntos malos tratos a detenidos. Dos agentes del cuerpo afrontan una petición de dos años de cárcel por golpear y humillar a una joven rusa, Elena P., en 2007.
En la segunda sesión del juicio, el exjefe de la DAI ha declarado como testigo y ha ofrecido, a preguntas de las acusaciones, algunos detalles que hasta ahora se ignoraban sobre el affaire de los abusos en comisaría. Por instrucción del exconsejero de Interior, Joan Saura (ICV), la Dirección General de la Policía ordenó instalar una cámara oculta en la sala de cacheos. "Habían llegado quejas de malos tratos en comisaría", ha explicado el mando policial. La cámara funcionó apenas dos semanas (del 23 de marzo al 10 de abril de 2007).
"Hubo casos concretos que analizamos, como el de un hombre de color al que se le rompió un brazo", ha relatado el testigo. Las imágenes se grababan en un disco duro donde debía quedar registrado, también, el sonido. Pero un error técnico hizo que el sistema no funcionara. Nadie se dio cuenta del fallo en esas dos semanas, a pesar de que "cada dos o tres días se visionaba todo lo filmado".
El asunto del sonido no es menor ya que, en los casos que han llegado a juicio, el vídeo de la comisaría de Les Corts ha constituido una de las principales pruebas de cargo. Así ocurre también en el caso de Elena P. El vídeo muestra, entre otras cosas, cómo una de las agentes le propina una bofetada. Pero no se escucha el diálogo previo entre ambas, en el que, según la víctima, una de las policías le dijo: "Todas las rusas sois unas prostitutas".
Elena P. fue detenida por atentar, presuntamente, contra dos mossos que habían acudido a la calle donde vivía porque estaba gritando y los vecinos habían llamado a la policía. Despues fue trasladada a comisaría donde, presuntamente, recibió un trato vejatorio. Algunos policias han declarado hoy como testigos y han explicado que la detenida estaba "muy alterada" y que, una vez en la celda, comenzó a propinar golpes.
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