"Daría mi vida por el dolor que está sufriendo la madre"
El fiscal le acusa de intentar abusar de la hija de su compañera de piso y de acuchillarla en el tórax
El dominicano Larquín Rodríguez Noboa, de 30 años, ha reconocido que mató a la hija de su compañera de piso, de tan solo 12 años, el 25 de julio de 2009 en el distrito de Puente de Vallecas. Eso sí, ha negado que intentara violar a la chica. Ha afirmado que tan solo se acordaba de algunas cosas de aquella mañana del día de Santiago, porque había consumido bastante cocaína durante la noche. El acusado se enfrenta 20 años de prisión por un delito de asesinato y otro de abusos sexuales en grado de tentativa, según la petición del ministerio público que no ha apreciado ninguna atenuante, pese a que el hombre se entregó en una comisaría de policía de Zaragoza al día siguiente del crimen.
Al principio, el acusado se ha negado a declarar, pero al final ha respondido a las preguntas del fiscal y de la acusación particular. "Reconozco que la maté pero no recuerdo nada más por la droga que consumí toda la noche. Al menos ingerí cuatro gramos de droga. Me sentía muy mal", ha añadido. También se ha quejado de que no le hicieron ni análisis de orina cuando se entregó ni de pelo días después para comprobar que había consumido estupefacientes. Tras el crimen se cambió de ropa (que estaba manchado de sangre) en casa de una amiga con la que convivía y se marchó en autobús a Zaragoza. Salió desde la avenida de América. "Estoy pagando por lo que hice, pero no sé por qué lo hice", ha comentado, mientras se mostraba consternado. Varias veces se ha tapado la cara con ambas manos y ha estado mirando hacia abajo durante varios segundos.
Durante su declaración, le han mostrado el cuchillo que utilizó para apuñalar a la joven y lo ha reconocido sin ningún tipo de dudas. También ha dicho que entendía que le pidieran 17 años por el asesinato y tres por la tentativa de violación. "Ella no pudo defenderse. Después de cumplir esos 20 años de cárcel que me piden, daría mi vida por el dolor que está sufriendo la madre", ha explicado en un tono rotundo.
Los hechos ocurrieron a las 8.50, donde Larquín tenía alquilada una habitación desde hacía una semana, en el número 22 de la calle de Pico Cejón. Cuando él regresaba de fiesta y de pasar toda la noche tomando copas, se encontró con la chica, María Mercedes, de 12 años, que estaba sola. Su madre se había marchado a trabajar. Según el relato del ministerio público, el hombre quiso abusar sexualmente de ella, pero ella se resistió. Él la agarró fuertemente a lo que su víctima no paraba de decirle "suéltame, suéltame, que me sueltes". El acusado cogió un cuchillo de cocina de 20,5 centímetros de longitud de hoja y le asestó una puñalada de trayectoria descendente en el tórax, lo que le seccionó la arteria pulmonar y el pulmón izquierdo. Esto le causó la muerte "de forma rápida e inexplicable, sin que tuviera ocasión ni forma de defenderse", según el ministerio público. El 26 de julio de 2009 sobre las 10.30 Larquín se presentó en la comisaría de Delicias, en Zaragoza, donde quedó detenido acusado del crimen.
El fiscal cree que Larquín es autor de un delito de asesinato y de otro de agresión sexual en grado de tentativa. Para el primero pide una sentencia de 20 años y para el segundo de tres años y seis meses. Aparte solicita una indemnización de 150.000 euros para Felicita Amalia Saviñón Saviñón.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.