El presidente de EEUU no es progresista en el sentido actual, sino el tipo de liberal que nació de la Segunda Guerra Mundial: seguro de la grandeza de su país y con confianza en el Estado. En realidad, no ha cambiado; solamente está haciendo todo a lo grande
Los estudiantes estadounidenses que se movilizan contra las injusticias acaban cayendo en el extremismo. Tienen el fervor ético necesario, pero no siempre cuentan con unas filosofías que les permitan contener su pasión y sus emociones
El autor sostiene que el aspecto más sorprendente de las escenas de Francia es la forma en que los alborotadores han asimilado el 'hip hop' y el 'rap' estadounidenses.