Imputados 15 guardias civiles por posibles torturas a dos etarras
Se trata de Portu y Sarasola, detenidos en enero de 2008. -En documentos incautados a Txeroki, el etarra hacía mención a la falsedad de las torturas
El juez encargado del caso de las posibles torturas a Portu y Sarasola ha hallado indicios de la comisión de un delito de tortura por parte de 15 agentes de la Guardia Civil, entre los que se encuentran el director del operativo y el agente custodio, que intervinieron en la detención y custodia de los dos etarras. El magistrado les imputa un posible delito de tortura en concurso con otro delito o falta de lesiones. Sin embargo, en un documento incautado a Txeroki después de su detención, el etarra hacía mención a la falsedad de estas torturas.
El juez de San Sebastián encargado del caso, en un auto con fecha 27 de febrero, ha transformado las diligencias previas sobre posibles malos tratos en procedimiento abreviado y acuerda, por tanto, que se continúe la causa penal. Los etarras, implicados en el atentado de la T4, declararon ante el magistrado en junio y ratificaron los supuestos malos tratos que sufrieron tras ser detenidos el 6 de enero de 2008 en Mondragón (Guipúzcoa).
La madrugada siguiente a su detención, Portu fue ingresado en un hospital con una costilla rota y diversas contusiones y hematomas, a pesar, según declaró, de no haber opuesto resistencia durante su arresto. Según el miembro de ETA, los agentes de la Guardia Civil lo golpearon desde el momento de la detención hasta que lo llevaron a Lesaka (Navarra) para participar en varios registros. El ministro Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo entonces que las heridas eran consecuencia de la "sujeción y retención" a la que fue sometido Portu, que trataba de huir.
El testimonio de los dos etarras sobre supuestos malos tratos sufridos por parte de la Guardia Civil ha sido puesto en duda. En un documento incautado a Txeroki después de haber sido detenido, el ex dirigente etarra sostiene que "todo lo relacionado con la caída y lo relacionado con las torturas falsas sufridas por Igor en manos del enemigo está en buen camino". Considera además que "visto el buen resultado que estamos obteniendo y el daño que le causamos al enemigo" es muy importante que "los militantes interioricen la cantada". "Siempre hay que denunciar torturas, y nunca ratificarse ante el juez", concluye.
A este testimonio, se añade el manual de funcionamiento de un comando de ETA, que los agentes se incautaron tras la detención de Portu y Sarasaola, en el que que se indicaba claramente qué hacer ante una detención: "No declarar", "negar todas las acusaciones" y "denunciar torturas".
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