Francia - Conductores angustiados

Los franceses, que al acuñar el término bon vivant hicieron toda una declaración de principios, han inventado ahora un eslogan para su campaña de tráfico con parecida filosofía: Si sabemos conducir, sabemos vivir.

A Francia, donde la administración y los clubes de automovilistas están enfrentados en el permiso por puntos, le costó implantar este permiso una dura batalla legal de tres años, que llegó incluso hasta el Tribunal de Derechos Humanos. En los últimos cuatro años, desde que se implantó en 2002 hasta 2005, se ha reducido el número de muertes en un 30%, 6.000 vidas.

De los 35 millones de conductores que tiene Francia, cinco millones han recibido algún tipo de sanción y un 3,5% ha perdido el permiso. El año pasado se quedaron sin él 52.000. De éstos, el 65% era hombre, aunque la proporción de mujeres "aumenta", advirtió Yves Le Breton, subdirector de Educación Vial del Ministerio de Transportes francés. La conclusión oficial es que "el carné, junto con otras medidas, ha sido una considerable aportación a la seguridad". Según Breton, los conductores han mejorado su comportamiento "por miedo a perder puntos y el carné". En Francia hay que tener en cuenta que 1.000 radares fijos captan casi cualquier movimiento, frente a 125 en España, y que hay mucha seguridad en las carreteras.

La otra cara la mostró Laurent Hequet, director del Automóvil Club del Ouest, que criticó duramente el carné. Puso como ejemplo que olvidarse de poner el intermitente resta tres puntos. "En faltas menores no procede un acoso tan fuerte. Debería actualizarse porque esta ultrarrepresión se ha convertido en un factor de angustia para muchos". El efecto perverso, añadió, es que "cada vez más personas conducen sin carné", y deseó que en España no se caiga "en los excesos de Francia".