Alemania - La experiencia del decano
Alemania estrenó el permiso por puntos en 1974. Lleva, pues, 32 años de experiencia. Al principio, según contó Chistina Tervooren, jefa de la división de Seguridad Vial alemana, se encontraron con muchos problemas legales. Primero se elaboró un catálogo de conductas infractoras en la carretera, pero su regulación administrativa no tenía el rango de otras normativas, no eran de obligado cumplimiento. La legislación cambió, en 1999, y determinadas conductas ahora tienen la mayor consideración penal, como por ejemplo, la denegación de auxilio o conducir bajo los efectos del alcohol.
El carné alemán -basado en tres aspectos: preventivo, punitivo y reeducador, y que ha servido de base para el resto de países- presenta sin embargo alguna peculiaridad. Una es que el conductor empieza desde cero; es, pues, acumulativo. A medida que comete infracciones suma puntos, así hasta que llega a los 18 y se queda sin carné. Otra peculiaridad es que para reducir penalizaciones, además de la obligatoriedad de hacer cursos de formación, como en todos los países, también se puede recurrir al apoyo psicológico, que es voluntario.
Alemania -que cuenta con 58 millones de automovilistas- ha elaborado un registro de infractores. En él están fichados ocho millones de conductores (el 16%); un 6% tiene más de 7 puntos y sólo a un 1% se les ha retirado el permiso. Son 76.000, de los cuales 74.000 son hombres y 2.000, mujeres.
"Ocho millones de infractores registrados no creemos que sean una gran carga", dijo Eckhard Jung, codirector de la mayor asociación de automovilistas germana, ADAC, que habló en nombre de los conductores. Criticó que el sistema de puntos fuera en ocasiones "estricto e inflexible" y pidió que el legislador reflejara la "situación individual de cada conductor".
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