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Petro vuelve a llamar a consultas a su embajador en Estados Unidos

El presidente colombiano responde a la revelación de una estrategia promovida por el senador republicano Bernie Moreno en la que él aparece con un uniforme penitenciario

Lucas Reynoso

Una foto tomada en la Casa Blanca ha ocasionado este domingo la enésima crisis diplomática entre el Gobierno de Gustavo Petro y el de Donald Trump. Aunque se difundió el 21 de octubre como parte de la cobertura oficial de un encuentro de altos funcionarios con senadores republicanos, recién tomó notoriedad en la mañana del domingo cuando la revista Cambio publicó un artículo sobre una carpeta que llevaba en la reunión el subjefe de Gabinete, James Blair. Allí, entre sus papeles, se ve una imagen del presidente colombiano y su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, con uniformes penitenciarios. “La doctrina Trump para Colombia y el hemisferio occidental”, se lee en el documento, que está firmado por el senador republicano Bernie Moreno. Petro ha respondido en la noche del domingo con un llamado a consultas de su embajador en Washington, Daniel García-Peña.

“Si se llama a un embajador a consulta, el que hace las veces por el otro país regresa a su país mientras se recibe las informaciones pertinentes. Aquí se trata de saber por qué en la página oficial de la Casa Blanca, me sacan como si fuera un preso en cárcel de los EEUU. Eso es un irrespeto brutal al pueblo que me eligió y a la nación colombiana y su historia”, ha escrito como explicación cerca de la medianoche.

La noticia la dio inicialmente el director de Cambio, Federico Gómez Lara. “Acabo de colgar el teléfono con el presidente. Me informa que por la revelación hecha hoy en la portada de Cambio llamará a consultas al embajador Daniel García-Peña y pedirá la expulsión del embajador norteamericano en Colombia, John McNamara”, escribió el periodista en X. Luego, el ministro del Interior, Armando Benedetti, se limitó a aclarar que el mandatario “jamás pronunció la palabra expulsión”, sin desmentir la primera parte del llamado a consultas a García Peña. Lara, por su parte, replicó que el término en disputa es su interpretación de la siguiente frase del presidente: “Después de la llamada a consultas a García-Peña pediré que el embajador McNamara se vaya de Colombia”.

La carpeta que sostiene el subjefe de Gabinete de Trump muestra, además de la foto, un listado de objetivos que componen “la Doctrina Trump”. Uno de ellos es “establecer sanciones selectivas contra Petro, su familia y asociados”. Es algo que se materializó tres días después, cuando la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) incluyó al mandatario en una lista de personas vinculadas con actividades ilegales. Otro punto es “iniciar una investigación exhaustiva sobre las campañas de Petro y su financiamiento extranjero”. Los tres restantes son más genéricos: designar “a otros carteles” como organizaciones terroristas, apoyar “a los líderes proestadounidenses del hemisferio occidental” y “combatir acciones criminales corruptas y antiestadounidenses”.

La primera reacción de Petro fue desmentir que tiene vínculos con el narcotráfico, como ha dicho el propio Trump últimamente. “Que el presidente de Estados Unidos acepte este tipo de fake news [noticias falsas] entre sus asesores, demuestra el irrespeto total al pueblo colombiano”, escribió en X en la tarde del domingo. Al igual que en otras ocasiones, ha señalado que políticos “de la extrema derecha colombiana” y el senador Moreno han engañado al presidente estadounidense con el objetivo de “destruir al Gobierno de Colombia, simplemente porque es progresista y no congenia con la gobernanza narcoparamilitar”. “Lo que buscan es homogeneizar a América Latina como un siervo obediente de un Gobierno que no respeta las reglas de la soberanía y la democracia”, declaró.

El mandatario colombiano ha reiterado que el gran responsable de las tensiones constantes con Trump es el senador Moreno, quien nació en Colombia y proviene de una influyente familia de empresarios y políticos. Según Petro, el congresista busca castigarlo por denuncias que hizo hace décadas contra sus hermanos por lavado de dinero y volteo de tierras. “Es una familia que se quiere vengar del presidente de la República”, apuntó el mandatario en un acto en el que pidió perdón a nombre del Estado colombiano a las víctimas del genocidio del partido de izquierda Unión Patriótica.

Moreno, por su parte, ha expresado su apoyo al expresidente Álvaro Uribe en varias ocasiones y ha insultado a Petro. “FAFO”, le dijo hace unas semanas, un acrónimo de la expresión en inglés Fuck Around and Find Out (Ponte a joder y vas a ver).

Las múltiples crisis

Esta nueva crisis diplomática ocurre apenas tres semanas después de que Trump calificara a su homólogo colombiano como “un líder del narcotráfico que fomenta la producción masiva de drogas”. Entonces, Petro llamó a consultas a su embajador, mientras que McNamara permaneció en Bogotá. Las conversaciones con el diplomático estadounidense, al que el mandatario de izquierdas calificó como “una persona muy decente”, permitieron que se desescalara la crisis. No hubo nuevos aranceles contra Colombia, pero sí reclamos de que el país muestre más resultados en la lucha contra el narcotráfico. Petro, en tanto, aseguró que Trump recibe datos erróneos por parte de algunos de sus asesores y que hay que buscar “una vía” para llegar a él directamente.

El nuevo enfrentamiento y el de hace tres semanas son apenas dos de una larga lista. En enero, apenas unos días después de que el líder republicano tomara posesión, la tensión escaló tras la decisión de Petro de negar el aterrizaje de unos aviones estadounidenses con deportados que llegaban esposados. Trump amenazó con aranceles, Bogotá prometió medidas recíprocas y finalmente todo se evitó con negociaciones entre mandos medios. En julio, Estados Unidos llamó a consultas a su encargado de negocios luego de que Petro insinuara que el secretario de Estado, Marco Rubio, planeaba derrocarlo. Colombia respondió con la misma medida, pero finalmente García-Peña volvió a Washington con un pedido de disculpas.

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Sobre la firma

Lucas Reynoso
Es periodista de EL PAÍS en la redacción de Bogotá.
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