Ir al contenido
_
_
_
_

La Superintendencia de Industria y Comercio clausura los dos restaurantes más icónicos de la cadena Andrés Carne de Res

La entidad señala que encontró “deficiencias críticas” en las instalaciones eléctricas y de gas

El restaurante colombiano Andrés Carne de Res
Lucas Reynoso

La icónica cadena colombiana de restaurantes Andrés Carne de Res vuelve a enfrentar otro revés por condiciones inadecuadas en sus instalaciones. La Superintendencia de Industria y Comercio ha anunciado este martes la clausura de las dos sedes principales, la original de Chía y la de Bogotá, tras encontrar “deficiencias críticas” en las instalaciones eléctricas y de gas. Según señala la entidad en un comunicado, los “incumplimientos graves” detectados en inspecciones llevadas a cabo el 10 y 11 de septiembre implican “riesgos inminentes a la vida” de los trabajadores y clientes. La cadena de restaurantes, en tanto, se ha limitado a señalar que ya ha resuelto las exigencias de las autoridades.

Las inspecciones de la entidad encargada de velar por los derechos de los consumidores tuvieron lugar luego de un accidente ocurrido el 5 de septiembre en la sede del centro comercial El Retiro, en una de las zonas más exclusivas de la capital. Entonces, una máquina de humo expulsó chispas que causaron quemaduras de primer y segundo grado en los rostros, brazos y espaldas de varios comensales. La empresa respondió unos días después que ya había retirado el aparato que causó el accidente. La Superintendencia, en tanto, comenzó sus investigaciones. La jefa de la entidad, Cielo Rusinque, señaló este martes en Caracol Radio que el retiro de esa máquina no fue suficiente: “Se les dio oportunidad de presentar los documentos necesarios, pero surgieron hallazgos y es con base en esos hallazgos que se toma la decisión [de clausurarlos]”.

Las “deficiencias críticas”, explica el comunicado de la Superintendencia, incluyen zonas en las que hay gas combustible sin la ventilación adecuada para prevenir accidentes, conductores eléctricos expuestos a daños físicos, problemas en los tableros de distribución y una falta de sistemas de protección contra sobrecargas. “Estas condiciones constituyen un alto riesgo de incendio, explosión o intoxicación”, se lee en el texto. Por ello, la Superintendencia suspende todas las actividades: desde la venta de alimentos y bebidas hasta los espectáculos característicos de la cadena de restaurantes. La medida, al ser preventiva, tiene efecto inmediato y no es susceptible a un recurso de apelación. La empresa debe “corregir las deficiencias” y presentar pruebas al respecto para que se levanten las clausuras.

Justamente, la respuesta de la compañía ha sido que ya ha cumplido “a cabalidad” con las instrucciones de la Superintendencia. “El día de hoy será radicado ante la autoridad competente el soporte correspondiente, con el fin de avanzar en el levantamiento de la medida preventiva. Reiteramos nuestro compromiso con la seguridad, el bienestar de nuestros visitantes y la mejora continua de nuestras operaciones”, se lee en un comunicado.

Más allá de estas clausuras y su posible levantamiento en los próximos días, la decisión profundiza la crisis reputacional de la cadena de restaurantes. En agosto de 2024, la tragedia de una bailarina del local de Chía, a las afueras de Bogotá y donde se originó el negocio, conmocionó a Colombia: Laura Villamil sufrió quemaduras en el 80% de su cuerpo luego de que sus amigos no encontraran extintores cerca para apagar las llamas que la consumían. Entonces, el restaurante también tuvo que cerrar sus puertas temporalmente. Pero los accidentes persisten. El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, fue lapidario hace unas semanas, cuando ocurrió el accidente con la máquina de humo en el local de Bogotá: “Es inadmisible que, después de lo sucedido con Laura Villamil, se repita una situación que pone en riesgo a trabajadores y clientes. La vida y la dignidad laboral no se negocian ni se ponen en juego”.

La imagen contrasta con el reconocimiento que el restaurante, fundado en 1982 por el artista Andrés Jaramillo, acumuló durante décadas. Este periódico lo reseñó en varias ocasiones como un sitio imperdible. “No puedes decir que has estado en Bogotá si no has ido al menos una noche a cenar al lugar más loco y disparatado de toda Colombia: Andrés Carne de Res. Está en Chía, y lo normal es que empieces cenando eso, carne de res, pero acabes bailando salsa encima de las mesas o en alguna de las dos pistas de baile con un pedal considerable de ron”, se lee en una nota de 2009. Unos años después, otro artículo definió a “esta versión pagana del paraíso” como “el restaurante más famoso de Colombia” y recordó que la escritora Susan Sontag lo había descrito como “el mejor bar del mundo”. En 2016, cuando el restaurante ya era una cadena y Jaramillo había dejado de ser su dueño, la guía Lonely Planet lo calificó como un sitio “surrealista y legendario”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Lucas Reynoso
Es periodista de EL PAÍS en la redacción de Bogotá.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_