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La crisis humanitaria en Gaza toma protagonismo en la campaña electoral colombiana

El presidente Petro expulsa a los diplomáticos israelíes tras la interceptación de la flotilla humanitaria

Juan Esteban Lewin

“El tratado de libre comercio con Israel se denuncia de inmediato. Sale toda la delegación diplomática de Israel en Colombia”. Con esas dos frases, parte de un mensaje más largo en X, el presidente Gustavo Petro dio un paso más en el distanciamiento del país sudamericano con el Estado judío, año y medio después de haber cortado relaciones diplomáticas. El anuncio presidencial no solo es una prueba adicional del compromiso del mandatario de izquierdas con la denuncia de las violaciones de derechos humanos en Gaza, sino que lo es de la forma en la que un conflicto que ocurre a más de 10.000 kilómetros de Colombia ha tomado protagonismo en la naciente campaña electoral.

Petro ha denunciado la invasión en todo tipo de foros, organizó una cumbre en Bogotá del llamado Grupo de La Haya, ha denunciado públicamente a su antiguo ministro de Comercio por permitir la venta de carbón a Israel. Con un tono crecientemente ácido, ha llegado a participar en un mitín propalestina en las calles de Nueva York, ataviado con una kufiya, para anunciar que de ser necesario tomará las armas y se enlistará en el ejército internacional que propone para proteger a Gaza. Con ese activismo, tan notorio que la reunión del Consejo de Ministros de esta semana lucía banderas palestinas y no colombianas sobre la mesa, ha llevado el debate al corazón de la política nacional. Y, con la política enfocada en las elecciones del próximo semestre que son, entre otras, una suerte de plebiscito sobre su Administración, el efecto ha sido claro.

Si Petro ha hecho todo el esfuerzo por ser un referente internacional en el rechazo a la ofensiva israelí, en el escenario electoral ese papel lo ha tenido Daniel Quintero. Aspirante a ser el candidato del petrismo elegido en las urnas en octubre, pero rechazado por buena parte de la izquierda por su cercanía con políticos tradicionales, el exalcalde acusado penalmente en un caso de corrupción, tiene esa causa como uno de sus estandartes. Si el punto más alto de su vistosa estrategia de golpes efectistas fue irrumpir en la tarima del principal congreso empresarial del país con la bandera Palestina para arengar contra Israel, tras el anuncio presidencial de este miércoles redobló sus críticas. “La humanidad debe comenzar una movilización sin precedentes para que se detenga la barbarie en Gaza”, ha dicho en X. Luego, en un video, ha hecho eco del discurso presidencial en el que defiende insistentemente sus propuestas como propias de la vida, y las opuestas como reflejos de la muerte, y ha dicho que la acción de Israel “impide que la vida llegue a donde reina la muerte”.

El caso de Quintero no es aislado. Sus dos competidores por ser el heredero de Petro en la campaña han hecho eco de cuestionamientos, exigencias e incluso del llamado a hacer plantones frente a las oficinas de la Asociación Nacional de Empresarios, ANDI, el principal gremio empresarial. “Esta asociación mantiene vínculos directos con la misión económica de “Israel” en Colombia y se ha posicionado públicamente contra el fin del TLC y el comercio de carbón“, se lee en una convocatoria que ha difundido el senador Iván Cepeda este miércoles. La tercera en la disputa, la exministra Carolina Corcho, también apoyó los reclamos. “Mi orgullo por la delegación colombiana, en cabeza de una mujer joven indígena, que lleva ayuda humanitaria a Gaza. En mi gobierno no aceptamos ningún genocidio y no restableceremos relaciones con Israel”, había dicho en septiembre.

La izquierda ya está en plena campaña por la consulta del 26 de octubre, y la causa de Gaza se ha convertido en uno de sus sellos. La derecha y el centro, entre tanto, están más atrás en sus definiciones, con decenas de candidatos recogiendo firmas, pactando posibles alianzas o buscando avales entre el puñado de partidos del sector. Pese a ello, el asunto de Gaza ya entró a los discursos de la derecha más dura. En el Centro Democrático, el partido que fundó y encabeza el expresidente de derechas Álvaro Uribe, la senadora y precandidata María Fernanda Cabal criticó directamente el anuncio de Petro y sus potenciales implicaciones. “Es una decisión irresponsable que pone en riesgo la seguridad nacional y rompe alianzas estratégicas vitales. Romper relaciones por ideología, no por intereses de Estado, es un acto de traición al país”, dijo en X.

Pero otros políticos de ese sector señalaron más la supuesta prelación que estaría dando el presidente a un problema de otro continente frente a los que tiene el país que gobierna. “El verdadero drama de Colombia está en los cientos de municipios del país donde asesinan colombianos mientras Petro mira para otro lado y busca distraer con fantasías y peleas con otros países”, señaló Miguel Uribe Londoño, padre del asesinado senador Miguel Uribe Turbay y otro de los cinco precandidatos del partido uribista. Así, parte de la derecha busca enmarcar la búsqueda de proyección internacional de Petro en sus críticas de ser un gobernante descuidado, ausente o caótico.

Como fuera, de lado y lado, el conflicto de Gaza despunta en una campaña aún temprana pero tensa. En Colombia, los asuntos exteriores no suelen ser de mayor relevancia. Las elecciones pasadas se han definido especialmente por asuntos de otro tipo. De un lado, las visiones sobre el conflicto interno, ya sea con apuestas por las negociaciones de paz (como Ernesto Samper en 1994. Andrés Pastrana en 1998 o Juan Manuel Santos en 2014) o por la contención militar (Álvaro Uribe en 202 y 2006). De otro lado, por apuestas a la continuidad (el mismo Uribe en 2026, Santos en 2010 y 2014) o por el cambio (Iván Duque en 2018, Petro en 2022). El mismo Petro ha reiterado la invitación a votar en 2026 por el continuismo, mientras la derecha hace llamados a un recambio. Gaza, más que un asunto central, prometer ser una de las canchas en las que se juega el partido entre mantener el rumbo de Petro o buscar uno diferente.

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Sobre la firma

Juan Esteban Lewin
Es jefe de Redacción de la edición América Colombia, en Bogotá.
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