‘Papá Pitufo’, el zar del contrabando que toma protagonismo por la crisis de gabinete de Gustavo Petro
Augusto Rodríguez, uno de los funcionarios más cercanos al presidente, señaló los presuntos aportes del empresario a la campaña de 2022 como una de las razones por las cuales Armando Benedetti no debe tener un lugar en el Gobierno
El Consejo de Ministros televisado de hace una semana expuso tantas tensiones al interior del Gobierno de Gustavo Petro que la mención a Diego Marín, conocido como Papá Pitufo, casi pasa desapercibida. Augusto Rodríguez, director de la Unidad Nacional de Protección (UNP) y uno de los funcionarios más cercanos al presidente, lo incluyó dentro de su larga lista de razones por las cuales debería revertirse el nombramiento de Armando Benedetti como jefe de Despacho. “El tema del señor Pitufo comenzó con él [Benedetti] y no sé dónde va a terminar”, comentó. Se refería a los aportes financieros que el presunto contrabandista hizo a la campaña de 2022, que el mandatario reconoce y dice haber devuelto. Desde entonces, el revuelo no ha parado de crecer: Benedetti demandó a Rodríguez por calumnia, la revista Cambio investigó cómo entró el dinero, el presidente dio varias respuestas. Pitufo se ha hecho un hueco en la crisis del Gabinete.
Benedetti, que permaneció callado durante toda la reunión, ha respondido a las acusaciones del director de la UNP. Dos días después del encuentro televisado, denunció a Rodríguez por calumnia e injuria: niega haber vinculado a Pitufo a la campaña. Asimismo, acusó al funcionario petrista de haberlo investigado ilegalmente y de haber abusado de su autoridad. Mientras tanto, Rodríguez recibió el apoyo de sus colegas. El senador Iván Cepeda, uno de los mayores aliados del presidente en el Congreso, no dejó dudas de que el núcleo duro del petrismo está de su lado. “Augusto Rodríguez es un hombre recto, justo y trasparente. Lo protegeremos de cualquier ataque aleve. La gente decente tiene quien la defienda”, escribió en X.
Pitufo no es uno más dentro de la larga lista de presuntos criminales colombianos. El presidente lo ha señalado varias veces de ser el mayor contrabandista del país y un lavador de activos del narcotráfico. Lo describe como alguien que en los últimos 40 años ha comprado casi todo el Estado colombiano: la Policía, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), los ministerios, la Presidencia. Por eso, quiere que sea extraditado desde Portugal. “El gran contrabando ha sido la bisagra entre grandes poderes políticos y estatales, y el narcotráfico ha arruinando la industria nacional. Es bueno que se revelen con nombre propio esas relaciones de la gran corrupción”, dijo en septiembre.
Esas relaciones no son ajenas a Petro. El propio presidente reconoció el domingo 2 de febrero, dos días antes del Consejo de Ministros, que había habido algún tipo de vinculación durante el proceso electoral de 2022. “Diego Marín intentó infiltrar mi campaña y mi Gobierno”, comentó en un trino en el que reiteraba los presuntos delitos de Marín y reclamaba a Portugal que agilizara la extradición. Hasta entonces no se conocían mayores detalles sobre si el contrabandista había tenido éxito en sus propósitos, pero los aportó Cambio el domingo. Según la revista, ingresaron 500 millones de pesos (unos 120.000 dólares) a través de la intermediación del empresario español Xavi Vendrell. El presidente lo supo, y ordenó que se devolvieran y que se grabara la operación. Asimismo, de acuerdo con la investigación, otros dineros de Pitufo sí entraron a la campaña.
Rodríguez ha reconocido que a finales de 2021 se encendieron las alarmas sobre una presunta infiltración de Pitufo. Le dijo a Cambio que el hoy presidente le pidió que estuviera atento e investigara cualquier movimiento sospechoso. También señaló que, cuando detectaron la infiltración, organizó reuniones con Vendrell para devolver los 500 millones. La gran incógnita, para él, es cómo Pitufo tuvo éxito si desde la campaña ya tenían sospechas sobre él. Rodríguez, según evidenció en el Consejo de Ministros, cree que Benedetti estuvo detrás. Y esto tiene cierta plausibilidad: el propio Benedetti le insinuó en 2023 a Laura Sarabia, ex mano derecha de Petro, que podía acabar con el Gobierno si revelaba detalles sobre financiamientos ilegales de la campaña. “Nos hundimos todos, nos vamos presos”, le dijo en audios que se revelaron en medios y que luego se supo que había filtrado el propio político. Desde entonces, este fantasma ha perseguido al presidente y se ha acentuado con una causa que enfrenta su propio hijo, Nicolás Petro, por recaudar fondos ilegales.
Petro, por su parte, ha tenido una reacción similar a la de Benedetti respecto al Consejo de Ministros. Ha ignorado gran parte de los reclamos de sus funcionarios, a quienes acusa de ser “sectarios” o de estar confundidos sobre los roles del jefe de Despacho, pero ha respondido a todo lo que tiene que ver con Pitufo. Ha dejado claro que ese es un tema que no dejará pasar: ha asegurado una y otra vez que el contrabandista no infiltró su campaña porque él dio órdenes de devolver el dinero tan pronto supo que había ingresado. “Si temiera a la verdad del Pitufo no buscaría traerlo cuanto antes al país para que confiese. Siempre mi mensaje ha sido: ‘Cuente toda la verdad’, aunque hay personas en la fiscalía que intentan protegerlo solo acusándolo de delitos leves cometidos desde el 2023”, el domingo en X.
El presidente cuestiona el artículo de Cambio por centrarse en su campaña y no tocar los presuntos vínculos de Pitufo con el resto de la clase política colombiana. “[Está] enfocado en cómo infiltraba el Pacto Histórico, mi campaña. Pero no investiga cómo lo pudimos rechazar nosotros y cómo yo decidí ponerlo preso. No porque sea juez, sino porque se había cruzado la frontera y estaba como ciudadano español en España. Me correspondía como jefe de Estado impulsar las labores de captura del mayor contrabandista de Colombia”, dijo el viernes en un acto en la Universidad Industrial de Santander (UIS), adelantándose a la publicación del artículo. Sin embargo, con la crisis del Gabinete, ha quedado claro que Pitufo no solo acechará a los rivales de Petro. La campaña del presidente de izquierdas ha quedado, una vez más, en el centro de la escena.
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