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Doce sicarios, tres minutos y decenas de balas: así intentaron matar a ‘El Gatico’ Jorge Luis Alfonso López

Una reconstrucción del atentado de este jueves en contra del expolítico condenado, quien salió ileso. Murieron dos personas en el ataque, entre ellas, el exparamilitar ‘El Chino’ Anaya

Imagen de una de las cámaras de seguridad del ataque contra Jorge Luis Alfonso López, en Barranquilla, el 23 de mayo de 2024. Vídeo: Cortesía
Jules Ownby

Jueves, 23 de mayo. Once y veinte de la mañana. Norte de Barranquilla. Dos condenados asesinos conversan dentro del centro Mediclínica. Jorge Luis Alfonso López, El Gatico, está hospitalizado en el cuarto piso. Edelmiro Anaya, El Chino, lo acompaña. Nada indica que un pequeño ejército viene por ellos.

A las 11:23 aparecen cinco hombres en la entrada principal. Visten las chaquetas verdes de la Policía, gorras que dicen Policía, muestran una orden de allanamiento como la que mostraría la Policía. No son policías. Tiran al portero al suelo y lo ponen boca abajo. Pegan una pistola a su espalda. Una mujer vestida de civil se acerca y le ata las manos. Hacen lo mismo con otro empleado. Acto seguido entran caminando más hombres, estos sin uniformes. Sacan chaquetas verdes de sus mochilas y se las ponen. El grupo ya ha crecido a 11. Nueve siguen para dentro con armas en mano, dos custodian la entrada. Afuera, otro hombre con una camisa polo azul y un pantalón kaki protege la puerta, con una pistola aferrada a ambas manos.

El grupo sube al cuarto piso y empieza a hacer bulla. Los empleados y pacientes entran en pánico. Se esconden en las habitaciones. Un hombre vestido de una camiseta de Lebron James, llamado José Rafael Villa Villa, no tiene tiempo para huir. Alza las manos ante los policías falsos. Alguien hace el primer disparo. Villa se protege en el suelo. Comienza un tiroteo.

Los hombres armados llenan el pasillo de balas. Uno tiene una metralleta. Otro carga un ariete para reventar puertas. El Gatico y su escolta, Eduar Yesid Montero de la Hoz, se encierran en su habitación con El Chino Anaya. De la Hoz intenta defenderlos con su pistola, pero los sicarios son demasiados, y llegaron demasiado preparados. Disparan sin piedad durante 50 segundos. De golpe, según el diario barranquillero El Heraldo, los objetivos amenazan con lanzarles una granada. Los sicarios deciden irse. Se retiran a paso ligero. En la salida le quitan el celular a Villa, que ha sido herido en la balacera y sigue tirado en el piso. Será trasladado a la clínica Reina Catalina.

Los sicarios regresan a la entrada. Allí los esperan una mujer y un hombre. Los 11 se aglomeran mientras se aseguran que pueden huir sin amenazas. Alguien da la señal y todos salen caminando. No parecen tener mucha prisa, ni siquiera se tapan las caras. La mitad se sube a una Toyota Prado blanca, los demás a un carro Nissan gris, de placas ZZT-882. Los vehículos escapan rápido. Han pasado tres minutos, no hay un policía a la vista. Dentro de la clínica El Chino Anaya y la escolta están muertos. El Gatico salió ileso. Preservó sus siete vidas.

En las más de 24 horas que han pasado desde el ataque, las autoridades han detenido a dos personas, Eber Manuel Pulgar Rodríguez y Leiber Enrique Acuña Rodríguez. También han localizado uno de los vehículos que los sicarios usaron en la fuga, el Nissan, abandonado en un parqueadero. Adentro del carro encontraron armas y chaquetas de policía. La tarde de este jueves, la Policía Metropolitana de Barranquilla publicó un cartel con las fotos de siete de los presuntos responsables del crimen, y ofreció hasta 15 millones de pesos (unos 3.900 dólares) para información que resultara en sus capturas. Ni los investigadores ni fuentes expertas en seguridad en la ciudad saben quienes están detrás del atentado, pero sí circulan varias teorías.

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Las teorías

Unas horas después del ataque, el presidente Gustavo Petro alegó en X que alguien quería impedir que El Gatico, un expolítico condenado por asesinato y con estrechos vínculos con el paramilitarismo, testificara ante la JEP, uno de los dos sistemas de justicia transicional a los que pueden acudir los involucrados en el conflicto armado. Según el jefe de Estado, El Gatico podría ofrecer información clave sobre la relación entre la clase política y el paramilitarismo: “Quienes atentan contra Jorge Luis [Alfonso] López, candidato a confesar ante la JEP esta realidad oculta, quieren silenciar la verdad”, sentenció. El tribunal de esa justicia aclaró, horas después de lo dicho por el presidente, que el expolítico ha intentado ser aceptado en ese sistema varias veces, y que sus puertas ya están cerradas para él por “la precariedad de su aporte a la verdad”.

Hijo de la recién fallecida y condenada por asesinato Enilce López, La Gata, Alfonso López sirve actualmente una condena de 29 años por el asesinato en 2005 del periodista Rafael Enrique Prins Velásquez. En ese momento, El Gatico era alcalde de Magangué, la segunda ciudad más grande del departamento de Bolívar, detrás de Cartagena de Indias. Mandó a matar a Prins porque investigaba su gestión. Por ese crimen, el antiguo mandatario local estuvo en prisión domiciliaria desde octubre de 2021 hasta el pasado 3 de mayo, cuando una jueza ordenó su traslado a prisión. Tanto él como su madre fueron señalados de vínculos con los paramilitares en el Caribe colombiano, y ella fue condenada por ello.

Otra hipótesis que ha surgido este viernes es que los sicarios no buscaban matar a El Gatico, sino a Anaya. Un exparamilitar del departamento Caribe de Sucre ―donde nació La Gata―, El Chino Anaya fue condenado por el asesinato en 2003 de Eudaldo Díaz, el entonces alcalde de El Roble. El hijo de Díaz, Juan David, argumentó este viernes en Blu Radio que el ataque tuvo que ver con ese homicidio. “Con la muerte de Anaya lograron que éste se llevara a la tumba muchos secretos del caso. Se mantiene en secreto todavía mucha información, ya que El Chino Anaya era una de las personas que podía corroborar por haber sido una persona que participa en el crimen de mi padre, que fue encomendado para esta misión. Conocía quiénes eran los autores intelectuales y cómo ocurrieron los hechos”, señaló.

Está por verse si Díaz tiene la razón. Indicios no faltan: El Chino había sobrevivido a un atentado hace pocas semanas. Según la Policía de Barranquilla, dos hombres armados ingresaron el pasado 6 de abril al conjunto residencial en el que vivía y le habían apuntado con un fusil. Un sicario apretó el gatillo, pero la bala no salió. El Chino no tuvo tanta suerte este jueves.

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Jules Ownby
Periodista de El País en Bogotá. Ha trabajado como redactor y productor audiovisual en varios medios norteamericanos. Estudió ciencias en la Universidad McGill en su ciudad natal, Montreal, y cursó el máster de Periodismo UAM-El País en la promoción 2022-2024.
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