El Gobierno perdió 20.000 millones de pesos comprando unos camiones

¿Qué haría usted con 20.000 millones de pesos, es decir, con 5 millones de dólares? ¿Un gran paseo con sus mejores amigos a los mejores destinos del planeta? Le sobraría dinero. ¿Un viaje relámpago para ver las estrellas más allá de la estratósfera en las naves espaciales de Elon Musk? Le sobraría dinero. ¿Compraría carros de alta gama para llenar un parqueadero en Bogotá? Le sigue sobrando plata. ¿Grabaría un disco de reggaetón con Karol G y Maluma? Igual le queda para más extravagancias… 20.000 millones de pesos es una cifra demasiado grande para refundirla en unos cuantos apartamentos y unas pingües inversiones en Colombia. Es una cifra tan grande que da vergüenza que sea el monto real del sobrecosto que pagó la Unidad de Gestión del Riesgo (UNGRD) en la compra de los camiones cisterna que tienen como misión primordial ayudar a aliviar la histórica crisis del agua en La Guajira.

La revelación hecha este miércoles en el programa Sigue La W no solamente es la más dramática conclusión de un turbio caso de abuso de los decretos de emergencia emitidos por el gobierno de Gustavo Petro para atender la situación humanitaria crítica en esa zona del norte del país, sino la muestra definitiva de que la persona que está al frente de esa entidad o es el peor administrador que pudieron conseguir para poner al frente del órgano que debe encargarse de atender las emergencias y desastres en el país o es un corrupto descarado que cree que nunca nadie va a darse cuenta de sus sucias jugadas para desviar recursos que pertenecen a todos los colombianos.

Hasta hace un par de días, Olmedo López, director de la UNGRD, simplemente se había mostrado como una persona incapaz de justificar el claro direccionamiento de la compra de 40 camiones cisterna hacia un gris proveedor alejado de la compraventa de vehículos hasta el afortunado contrato que en el pasado mes de octubre le garantizó la oficina estatal. Sin embargo, al conocerse la cotización real con un verdadero importador de vehículos, conseguida por Sigue La W, lo que se evidencia es el absoluto descaro de un político tradicional que creyó que nadie se iba a dar cuenta de su repugnante jugada gracias al poderoso comité de aplausos preparado para hacer creer que la llegada de los camiones cisterna era una solución caída del cielo petrista para aliviar las carencias de agua de la región.

Son más de 500 millones de pesos de diferencia entre el valor que pagó la UNGRD por cada camión con su respectivo tanque (1.170 millones de pesos) versus lo que se confirmó como valor de unos camiones exactamente idénticos vendidos de manera unitaria por un distribuidor certificado (554 millones por el chasís y cabezote, sumados a 110 millones del tanque hecho a la medida, para un total de 664 millones de pesos). ¿A dónde se fue el resto de la plata? ¿O acaso el descuento por comprar 40 camiones idénticos fue cobrarlos por el doble de su valor?

El señor Olmedo López le debe esa explicación al país porque no es justo que para resolver un problema tan grave como el de la crisis de agua en toda una región se tenga que perder tanto dinero, que en la práctica serviría para hacer verdaderas plantas de bombeo y tratamiento de aguas como las que de manera efectiva está entregando el Ministerio de Vivienda del mismo Gobierno que él dice representar.

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