El debate por las condiciones laborales en la atunera Van Camp’s

“Las condiciones en las que estas mujeres ejercen sus labores no son las mejores. Algunas trabajadoras tienen que usar pañal porque no tienen los tiempos necesarios para ir a su baño”, dijo el miércoles la ministra de Trabajo de Colombia, Gloria Inés Ramírez, en una intervención pública. Se refería al trabajo en la planta de Seatech Internacional, una multinacional de alimentos que produce el atún de marca Van Camp’s en Cartagena de Indias. Aunque los últimos días de diciembre no son los más proclives a un debate público, Seatech respondió y aumentó una discusión que viene de meses atrás y que había pasado hasta ahora bajo el radar.

Alicia Cardiles es una empleada de Seatech y miembro del Sindicato Nacional del Sistema Agroalimentario, Sinaltrainal. En marzo, en medio de una campaña contra abusos de derechos de los trabajadores por parte de empresas multinacionales, dio un testimonio en el Congreso de la República, que ha repetido desde entonces. “Esta empresa Seatech Internacional, donde hacen el atún Van Camp’s, nos está obligando a utilizar pañales desechables porque nos descuentan de los salarios la ida al baño. Eso nos está produciendo a futuro enfermedades en nuestro aparato reproductor, infecciones urinarias que a futuro se nos pueden volver cáncer”, dice en un video divulgado por redes sociales desde mediados de año, y que tras las declaraciones de la ministra se hizo viral.

Seatech denunció penalmente a Cardiales en ese momento, señalando que había cometido el delito de injuria. Desde entonces la defiende Daniel Polo, abogado de Sinaltrainal. El abogado le explicó a Caracol Radio que no hay una orden de usar pañales, sino unas condiciones laborales que han llevado a algunas trabajadoras a optar por hacerlo para evitar que les descuenten del salario el tiempo que usan para ir al baño. Además, ha presentado desprendibles de nómina en los que queda claro que la empresa ha pagado fracciones de días a sus trabajadoras. Aunque el documento no aclara cuál es el motivo por el que no se reconocen días completos de trabajo, los datos encajan con la denuncia.

Tras el debate, el Ministerio del Trabajo aclaró que investiga 26 presuntas violaciones laborales en Seatech International. En un comunicado publicado este jueves, detalló que el pasado 19 de octubre varios inspectores de esa cartera visitaron las instalaciones de la empresa y “encontraron 26 hallazgos que son materia de investigación”. El Ministerio aclaró que uno de ellos es un posible “descuento ilegal en salarios por control del tiempo en las necesidades fisiológicas”. “Las trabajadoras manifestaron su inconformidad con respecto a presuntos descuentos ilegales, al momento de utilizar los baños, de igual forma en el momento que les llega el periodo, según manifiestan que deben usar paños desechables para no generar descuentos en nómina por ausencia en el puesto de trabajo”, explica el documento, que además señala que “se debe llegar a un acuerdo para no descontar salarios por evacuación de las necesidades fisiológicas”.

Sin embargo, el debate se mantiene. No solo por una esperable respuesta de la empresa, que dijo que “rechaza tajantemente las afirmaciones sin fundamento de la señora ministra de Trabajo”, sino por versiones opuestas de parte de otras trabajadoras.

W Radio habló con Ana del Carmen Padilla, quien dijo que no le descuentan salarios por ir al baño. “Eso es mentira. Aquí habrá mujeres que usan paño porque menstruamos, pero que no usemos el baño es mentira (...) a mí no me han descontado nada y voy al baño cuantas veces pueda. Invito a la señora ministra a que venga y lo vea, a ninguna nos prohíben ir al baño”, dijo al aire. Y otra asociación de trabajadores, el sindicato de trabajadores de la industria pesquera del atún (Sintramar), respondió oficialmente en el mismo sentido. “No es cierto que a las trabajadoras no se les deje ir al baño a hacer sus necesidades”, dijo en una comunicación.

El choque de versiones entre diferentes trabajadoras y entre dos sindicatos se da justo cuando las centrales obreras, que reúnen a esas organizaciones, están sentadas en la mesa con los gremios patronales y el mismo Ministerio para definir el aumento del salario mínimo para 2024. Si no logran un acuerdo, como el que obtuvieron en 2022, será el Gobierno quien defina unilateralmente la cifra. Las pujas sindicales, como las diferencias entre Sintramar y Sinaltrainal, pueden incidir en la posibilidad de un acuerdo.

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