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Daniel Mendoza, el militante antiuribista al que valida el Centro Nacional de Memoria Histórica

Políticos y académicos cuestionan la convocatoria de la institución estatal a una proyección privada de ‘Matarife’, un proyecto documental sobre Álvaro Uribe que la Corte Constitucional encontró que es “un ejercicio periodístico irresponsable”

Daniel Mendoza
Daniel Mendoza, en Madrid, el 17 de septiembre de 2021.Jaime Villanueva
Lucas Reynoso

La decisión del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) de organizar una proyección privada de Matarife, la película para este miércoles ha desatado una polémica. El largometraje es una secuela a una serie de 39 episodios que estuvo en el ojo de la tormenta hace pocos años por señalar al expresidente Álvaro Uribe de ser paramilitar, narcotraficante y genocida, sin pruebas contundentes. La Corte Constitucional concluyó a mediados de 2022 que en la serie el creador del proyecto, Daniel Mendoza, había difundido varias afirmaciones falsas, que le exigió rectificar. Un año después, la iniciativa del CNMH ha hecho que resurjan las críticas al proyecto y a la presunta politización de la entidad.

Mendoza dio a conocer la convocatoria a través de sus redes sociales, con mensajes que han cambiado a lo largo de los días. “En el Centro Cultural García Márquez. Organiza Centro de Memoria Histórica. Matarife La Película llega a festivales internacionales este año. No está en Youtube. Este miércoles última función privada del año en Colombia”, se lee en un texto del domingo por la noche. Se aclara que es una proyección “privada”, algo que no mencionaban los mensajes anteriores. “En el Centro de Memoria Histórica. Entrada Libre. Miércoles 20 de Diciembre. 5pm. Matarife La Película. Los espero. Lleguen tempranito”, decía una publicación del viernes.

Curiosamente, tanto Mendoza como el uribismo interpretaron el fallo de la Corte Constitucional como una victoria. El militante, un abogado que este año fue candidato al Concejo de Bogotá por el petrismo, argumenta que la sentencia no le ordenó retirar de circulación ninguna parte de la serie. Sin embargo, el alto tribunal fue contundente en rechazar las conclusiones derivadas de los testimonios recolectados. “El ejercicio periodístico irresponsable llevado a cabo por el señor Mendoza Leal afectó el derecho de la sociedad a estar informada”, remarcaron los magistrados.

La serie acusa a Uribe de ser un “genocida”, líder de una organización criminal durante los últimos 30 años —cuando fue gobernador de Antioquia, presidente y congresista—, y responsable del asesinato de tres figuras nacionales: Rodrigo Lara Bonilla, ministro de Justicia asesinado en 1984 por narcotraficantes; Guillermo Cano, director del diario El Espectador, asesinado también por narcos en 1986; y Jaime Garzón, humorista y periodista, asesinado en 1999 por paramilitares. Para el alto tribunal, Matarife no respaldó con contundencia ninguna de esas acusaciones contra Uribe, y con ello vulneró el derecho a la honra y buen nombre del exmandatario.

El Centro Democrático, el partido fundado y liderado por el político de derechas, ha salido a cuestionar la decisión del CNMH. “Hay una diferencia sustancial entre memoria y ficción. Entre memoria e infamia. Entre memoria y vulneración de derechos fundamentales. Bajo ninguna circunstancia se puede llamar memoria a un material que, según la Corte Constitucional, es difamatorio y un ejercicio periodístico irresponsable”, se lee en un texto difundido en redes sociales. El representante Hernán Cadavid, por su parte, ha presentado una queja sobre la proyección ante la Procuraduría General de la Nación. “Se constituye en nuestra consideración en un ataque directo y difamatorio a la oposición política por una entidad del Gobierno nacional”, alegó.

Las críticas no han sido exclusivas de los congresistas uribistas como Cadavid, Paloma Valencia o María Fernanda Cabal. El concejal bogotano Julián Sastoque, del centrista Alianza Verde, afirmó que es “una absoluta vergüenza” que el Ejecutivo promueva un contenido que él considera como “grotesco, panfletario y politiquero”. “Es un irrespeto al trabajo serio y documentado alrededor de la memoria construido por las víctimas del conflicto”, declaró en redes sociales. También se pronunciaron figuras de la academia como Olga González, socióloga de izquierda y analista de varios medios de comunicación: “Matarife es una afrenta al género documental. Se desacreditan el Centro García Márquez y el CNMH con esa exhibición”.

Andrés Celis, exinvestigador de la Comisión de la Verdad, fue otro de los expertos que lamentó la convocatoria. “Ya se me arruinó el día. ¿El CNMH en esto? ¿De verdad? Qué dolor de ojos y corazón”, escribió el investigador, quien recibió amenazas y tuvo que exiliarse tras entrevistar a alias Otoniel, exjefe del Clan del Golfo. Horas después, se le sumó el periodista Camilo Andrés García, que trabajó hasta hace unos días con la Presidencia de la República en temas de desinformación. “Si ustedes consideran que Matarife no es desinformación, bien puedan. Justamente por eso es que el país necesita estudiar y aclarar qué es desinformación”, señaló.

El CNMH ha respondido que la proyección es “una presentación privada”. “Todo producto sobre el conflicto armado interno en Colombia enviado al CNMH es cuidadosamente revisado. La visión del CNMH es analizar todas las memorias sin discriminación alguna”, ha declarado en un comunicado. Asimismo, la entidad ha afirmado que ahora la película solo se presentará a investigadores del CNMH porque “la actividad ha sido tergiversada”.

El periodista Jorge Aguilera, asesor del CNMH, completó la versión de la institución en una entrevista en Blu Radio. Enfatizó en que la sentencia de la Corte Constitucional hace referencia a capítulos específicos de la serie y no es aplicable a la nueva película. “Este documento no es calumnioso aún porque la sentencia no cita la película”, subrayó. Además, según el comunicador, la proyección hace parte de las funciones de la entidad de evaluar documentos diversos para ver si debe incluirlos en su archivo. “La idea es analizarlo para ver si tiene las características de un documento de referencia”, comentó Aguilera. Para el CNMH, el carácter privado de la función no implica un respaldo al largometraje o su contenido.

Esta no es la primera vez que el CNMH recibe acusaciones de tener una mirada parcial o sesgada por motivos políticos. Académicos y políticos fueron críticos durante el Gobierno del conservador Iván Duque (2018-2022) del nombramiento de Darío Acevedo, un académico que negó la existencia del conflicto armado. Más recientemente, se han conocido varias denuncias contra su sucesora, María Gaitán Valencia. Trabajadores y exempleados de la entidad han señalado en El Espectador que la funcionaria privilegia proyectos que tengan que ver con la memoria de su abuelo, el político liberal Jorge Eliécer Gaitán, asesinado en 1948.

Gaitán Valencia y Mendoza han mostrado su sintonía en las últimas semanas. El periodista la defendió de las acusaciones en su contra, que también incluyen los señalamientos por acoso laboral que reveló EL PAÍS. “Existen rencores históricos en contra de su legado. Al Centro de Memoria Histórica llegó a destapar lo que venían tapando. Le llueven misiles cargados de calumnias”, declaró, a la vez que publicó una entrevista a Gaitán hace dos semanas.

Enfrentamiento con Ana Cristina Restrepo

El director de Matarife ha protagonizado este lunes un fuerte cruce con Ana Cristina Restrepo, la presidenta de la junta directiva de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP). La periodista ha sido enfática en sus críticas al trabajo de Mendoza. “El CNMH le busca carácter ‘documental’ a un producto audiovisual derivado de otro con problemas de verificación de datos, con exigencia de rectificación la Corte Constitucional. ¡Lo que hay es material BIEN investigado de Uribe! El periodismo colombiano ha hecho la tarea”, escribió en X en la mañana del lunes. Mendoza le respondió que estaba mintiendo y que “debería darle vergüenza”.

“La FLIP, entidad que usted regenta, se hizo parte en el proceso que gané ante la Corte Constitucional. Me apoyó y resaltó mi derecho a opinar e informar. Puedo difundir la serie y no salió del Youtube”, dijo el director de Matarife. Restrepo, por su parte, le respondió que “es chévere leer bien los contenidos de las sentencias” y citó un hilo de la FLIP que explica el fallo de la Corte Constitucional. Allí se señala que la decisión fue crítica con el rigor periodístico de Matarife, aunque no ordenara que se retirara de circulación. “Mendoza incumplió la carga de imparcialidad y veracidad de afirmaciones informativas”, había declarado la FLIP tras la sentencia.

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Sobre la firma

Lucas Reynoso
Es periodista de EL PAÍS en la redacción de Bogotá.

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