Los alcaldes de las tres ciudades más grandes de Colombia se lanzan contra Petro: “Los narcos se están tomando el país”

Los alcaldes electos de tres de las principales ciudades de Colombia se han lanzado este lunes contra el Gobierno de Gustavo Petro y sus políticas de seguridad, en el evento Visión 2024: tendencias Colombia, organizado por Prisa Media (sociedad editora de EL PAÍS) en Bogotá. En un panel del foro, se sentaron Carlos Fernando Galán, de Bogotá; Federico Fico Gutiérrez, de Medellín, y Alejandro Eder, de Cali, a discutir sobre el futuro del país. Todos se hicieron eco del mismo mensaje: la inseguridad está fuera de control y recuperarla es responsabilidad del Gobierno nacional.

La política de la paz total, el ambicioso proyecto de Petro de sacar adelante acuerdos con todos los grupos armados en paralelo, fue blanco de varias críticas. En el último mes, las negociaciones de paz han pasado por momentos delicados. Este lunes, se notó que esas manchas habían marcado a los alcaldes electos.

Galán, el futuro mandatario de Bogotá, fue el primero en pronunciarse durante el foro. No perdió tiempo en criticar al proyecto insignia de Petro. “La discusión de paz total está llevando a una actitud de fertilidad en esas las organizaciones criminales”, dijo. Momentos más tarde agregó que es “una política fallida”. La inseguridad es el principal reto que tendrá su administración, aseguró. Precisamente, en las últimas 24 horas, al momento de publicar este artículo, había habido tres homicidios por sicariato en la capital.

El próximo alcalde de Medellín, Fico Gutiérrez, quien repetirá mandato desde el 1 de enero, se sumó a las críticas de Galán. “Las estructuras criminales, los narcos, están tomando el país”, sentenció. “Necesitamos una política criminal, nacional, clara. No la tenemos”, añadió. El sheriff bacán de Medellín, como se le conoce en la capital antioqueña, afirmó que, a un mes de posesionarse, ya se ha reunido con varios líderes gremiales y sociales de la ciudad. Además, dice estar listo para hacer lo mismo con el presidente. Sin embargo, lamentó que la Administración de Petro no se haya puesto en contacto con él.

La idea de trabajar con el Gobierno nacional es una que los tres mandatarios electos comparten. El próximo 1 de enero, Alejandro Eder tomará las riendas en la ciudad más peligrosa de Colombia. Ganó en Cali, una ciudad que apoyó fuertemente a Petro en 2019, después de una campaña basada en la idea de romper el continuismo ―el chontinuismo, bromeó él en el foro, en referencia a su oponente Roberto El Chontico Ortiz y entre las risas de los asistentes―. Aunque es de derechas, dice que quiere colaborar con el primer mandatario: “Estoy seguro que puedo tener una relación constructiva para trabajar con el Gobierno nacional y resolver los problemas de los caleños”.

A Eder también le preocupa el tema de la seguridad. “Los grupos ilegales cada vez más se están acercando a Cali”, alertó en una de sus intervenciones. Ubicada en el valle del Río Cauca, y a solamente un centenar de kilómetros del principal puerto del país, Buenaventura, la capital del departamento de Valle del Cauca se encuentra en una zona estratégica para los grupos armados ilegales. Gran parte de la hoja de coca que sale de esa región se produce entre Cali y la frontera con Ecuador, lamentó el futuro alcalde, antes de revelar que ya se ha sentado con la Policía Nacional para hablar sobre una estrategía conjunta. Gutiérrez se solidarizó con su colega caleño, y enfatizó la situación crítica en que vive la tercera ciudad de Colombia. “Cali está rodeada”, sentenció.

Además de mostrar su deseo de colaborar con la Administración de Petro, los tres políticos dijeron que tienen pensado trabajar juntos para mejorar el clima de inseguridad en sus respectivas ciudades. Para Eder, esa colaboración mejorará la situación en toda Colombia. “Si Cali vuelve a florecer, eso tendría efectos positivos en Buenaventura, y luego en el norte del Cauca, y así”, explicó. Gutiérrez fue aún mas enfático. “Vamos a sacar al país adelante desde las regiones”, declaró. Sentado a su lado izquierdo, el alcalde electo de la capital asentaba con la cabeza.

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