Un implicado acusa al expresidente de Paraguay Horacio Cartes de ordenar el asesinato del fiscal Marcelo Pecci

El expresidente de Paraguay Horacio Cartes dice estar “inmensamente indignado” por la acusación de uno de los principales responsables del asesinato del fiscal paraguayo antimafia Marcelo Pecci, ocurrido el 10 de mayo de 2022 en Colombia. Este viernes, Francisco Luis Correa Galeano, uno de los participantes confesos en la organización del crimen, dijo en una audiencia judicial que recibió órdenes de Cartes. Apuntó también contra Miguel Insfrán Galeano, alias Tío Rico, presunto líder de una red transnacional de narcotráfico detenido en febrero de este año en Brasil.

Pecci era el principal fiscal antimafia de Paraguay y fue asesinado el último día de su luna de miel en Colombia. Un sicario saltó de una moto de agua en una playa llena de gente y a plena luz del día, se aproximó a él y a su esposa embarazada y disparó. Pecci cayó en la arena ya muerto. El crimen conmocionó a Colombia y a Paraguay. También fue un mensaje a los que investigan el tráfico de drogas y el lavado de dinero en América Latina.

“¿Quién ordeno el homicidio del fiscal paraguayo Marcelo Pecci?”, le preguntó el fiscal del caso a Correa, durante el juicio contra Margaret Chacón Zúñiga, acusada de contratarlo para el homicidio junto a dos hermanos condenados por el crimen en mayo pasado, Andrés y Emilio Pérez Hoyos.

“El homicidio del doctor Marcelo Pecci viene por retaliación de que, pronto, un tiempo atrás, habían detenido a un hermano de este señor Insfrán Galeano, Tío Rico, y también muchas molestias del expresidente de Paraguay Horacio Cartes”, respondió Correa, testigo clave de la Fiscalía. Correa dijo que los cerebros detrás del asesinato fueron Cartes, empresario y presidente de Paraguay entre 2013 y 2018, y Miguel Insfrán. “Tanto el expresidente como el señor Tío Rico fueron los que empezaron a planear y contactaron a los hermanos Pérez Hoyos y a la señora Margaret para llevar a cabo el homicidio”, añadió.

“La información salió exacta de Paraguay. Desde el día que se estaba casando estaban dando la información precisa y los días que viajaba para Cartagena”, expresó Correa ante la jueza, los abogados y la acusada, en una audiencia que se transmitió por YouTube. Repitió así la versión que dio hace un año, tras su detención, según la información que publicó el diario colombiano El Tiempo 24 horas antes de que declarara este viernes.

Pecci tenía a su cargo varios de los más importantes casos de narcotráfico y lavado de dinero de Paraguay. Uno de ellos era el llamado operativo A Ultranza Py, que dejó medio centenar de detenidos por tráfico internacional de drogas y lavado de dinero. Entre ellos Tío Rico.

Paraguay es uno de los principales productores de marihuana de la región y uno de los mayores corredores de cocaína desde Bolivia hacia Europa. Libre de radares para identificar la aviación irregular y de controles terrestres en miles de kilómetros de frontera, la coca boliviana se mezcla en Paraguay con precursores químicos ilegales que llegan de otros países. Después se oculta en camiones y contenedores de barco para ser transportada hasta África y Europa junto al carbón, la soja, el trigo o el maíz. Cabo Verde y Róterdam son los principales puertos de destino, según la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) de Paraguay.

Apenas conocida la declaración de Correa, el expresidente Cartes se consideró víctima de un montaje. “Inmensamente indignado por una acusación infundada, claramente montada con el afán de perjudicarme. Siempre tuve aprecio y admiración hacia el fiscal Marcelo Pecci y me duele ante su memoria y con su familia esta terrible patraña. La justicia demostrará la verdad”, publicó en sus redes sociales.

Las autoridades colombianas buscan a los autores intelectuales entre distintas organizaciones criminales. En 2022, la Policía colombiana apuntó al Primer Comando de la Capital (PCC) de Brasil, otra estructura criminal que Pecci había investigado, y a mafias italianas que se encargan de llevar la cocaína a Europa. La Fiscalía de Paraguay anunció que el Gobierno de Estados Unidos había ofrecido una recompensa de hasta cinco millones de dólares por información sobre las “personas que conspiraron” para asesinar al fiscal, pero en Paraguay no hubo respuestas.

Pedro Ovelar, abogado de Cartes, ha rechazado cualquier hipótesis que involucre al expresidente con el crimen: “Nunca se ha mencionado al expresidente Cartes en esta trama. No hay ninguna declaración que lo vincule a él con el caso”, ha dicho a EL PAÍS en una comunicación telefónica. Además, agregó que el fiscal asesinado no emprendió ninguna investigación contra Cartes, su familia, empresas o personas allegadas. “Todo ocurre a partir de informaciones falsas que hacen caer en el error no solo a periodistas, sino que también han logrado exacerbar órganos de inteligencia o de seguridad internacionales”, agregó.

Para Francisco Bernate, abogado en Colombia de la familia Pecci, la acusación de Correa “no es un dato menor”. “Sea o no cierto, debe esclarecerse. Yo creo que Colombia ha cumplido, y es cuestión de que Paraguay también ponga de su parte”, ha asegurado. El jurista ha añadido que considera claro que a Pecci no lo mataron por alguna situación que tuviera que ver con el país en que fue asesinado, y que por eso es importante que la justicia paraguaya active su investigación.

Por su parte, el fiscal general del Estado de Paraguay, Emiliano Rolón, nuevo en el cargo, dijo: “Seremos cautos y dejaremos que se desarrolle el caso. Tengo que ver cómo se plantea, es determinante lo de la justicia colombiana”.

Cartes es considerado el padrino político del actual presidente paraguayo, Santiago Peña, antiguo gerente del Banco Basa, de propiedad de la familia del exmandatario. El político y empresario, dueño de cuentas opacas en Panamá y otros paraísos fiscales, fue declarado “significativamente corrupto” por Estados Unidos el año pasado, en plena campaña interna de su partido, que pretendía volver a controlar frente a la línea interna del entonces presidente Mario Abdo Benítez.

Cartes, que intentó hacerse reelegir pese a que la Constitución lo impide, preside actualmente el Partido Colorado, formación que gobierna Paraguay desde hace 74 años con una sola interrupción, el mandato del exobispo Fernando Lugo entre 2008 y 2013.

El expresidente ha sido investigado en Brasil tras ser vinculado al caso Lava Jato. Y en México y Estados Unidos, por su presunta relación con el contrabando de tabaco. Es dueño de la empresa Tabacalera del Este S.A. (Tabesa), que fabrica decenas de marcas de cigarrillos que llegan a casi todos los rincones de América por la mitad de precio que la competencia. Así lo menciona una investigación filtrada en WikiLeaks en 2011, en la que se revela que el FBI, la CIA y otros organismos de Estados Unidos planeaban espiarlo a pedido de tabacaleras como Philip Morris, que lo acusaba de competencia desleal.

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