Lauren Flor: “Las mujeres en la astronomía estamos haciendo aportes valiosos y eso es importante apoyarlo”

En días pasados, las redes sociales en Colombia se volcaron en críticas hacía el Festival de Astronomía en Villa de Leyva, que se realizó del 24 al 26 de febrero. Aunque el tema principal del festival era mostrar el aporte de las mujeres en la astronomía, la mayoría de los panelistas invitados para esta conversación fueron hombres. Para la astrofísica Lauren Flor (Valle del Cauca, 33 años), el sexismo lamentablemente no es nuevo. “En muchos espacios invitan a los mismos científicos, quienes se dedican a hablar de nuestro papel en la ciencia. Nombres de científicos que siempre se repiten. Así no estamos cambiando nada”, dice. Su historia le da cuerpo a esa crítica.

A Flor llevar la contraria le ha traído buenos frutos. Por esa terquedad de demostrarse una y otra vez que sí puede, terminó dedicada a la Física y posteriormente a la Astronomía. Hoy es una de las astrofísicas con mejores proyecciones en el país y la primera profesora mujer de tiempo completo en la Universidad de Antioquia, donde solo hay dos mujeres de planta en ese departamento. Pero el camino para llegar ahí no ha sido fácil: ser científica sigue siendo un oficio marcado por el machismo y la desigualdad.

Se interesó en la Física gracias a los libros de su papá e hizo ese pregrado en la Universidad del Valle. Su amor por la astronomía llegó de la mano de los anillos de Saturno, que observó en una clase terminando su carrera. Así que decidió estudiar más, ahora sobre el universo. Estudiando los meteoritos supo de Adriana Ocampo, directora del programa de ciencia de la NASA. Encontrarla fue una luz para continuar en el área, pues leer sobre una mujer en la literatura astrofísica era una total rareza. Le escribió y contó con la suerte de que le respondiera. Desde entonces Ocampo se convirtió en una referente para ella. “Encontrarse a una mujer y colombiana en un campo que uno quiere estudiar nos permite pensar que sí podemos, que sí es posible”.

Flor viajó a México a hacer una maestría y un doctorado. Allí se encontró con el que recuerda como su primer gran obstáculo: fue víctima de acoso por parte de un profesor. “Me encontré con la realidad, con la inequidad que hay para las mujeres en las ciencias. Fue muy complejo”. Pero su terquedad la empujó a seguir. Poco a poco fue encontrándose con otras mujeres que nadie conocía, pese a que venían desarrollando importantes estudios en las ciencias planetarias. En 2018, con la necesidad de contrarrestar ese panorama, junto a Andrea Guzmán, Valentina Abril, Eliana Mazo y otras profesionales de estas ciencias, fundó Colombianas Haciendo Investigación en Astrociencia (CHIA). Eran alrededor de 20 mujeres. Hoy tienen un directorio de más de 80 científicas colombianas en todo el mundo. “En los libros siempre se habla de hombres, Einstein o Maxwell. Pero no se habla de Henrietta Swan Leavitt y los aportes que hizo junto a las llamadas calculadoras de Harvard —un grupo de mujeres que realizó significativos avances en la clasificación de datos astronómicos—. CHIA nació para visibilizar ese trabajo que por año han hecho muchas mujeres pero que no son conocidas”, explica Flor. Justamente como sucedió en el Festival.

Para ella, las nuevas generaciones están empezando a cambiar esas prácticas. Como profesora, ve más mujeres estudiantes y nota que se apoyan entre ellas. “Se acercan a proponer ideas y se genera empatía entre nosotras”, sostiene. Una solidaridad que, contrario a lo que suele enseñar la academia, para Flor es clave, y más para hacerle frente al sexismo y a la desigualdad en un campo históricamente machista. Más cuando los datos aún no son alentadores: un análisis realizado por el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE), de la Universidad Javeriana, revela que para 2021 solo el 31,5% de las personas matriculadas en primer semestre de carreras de Ciencias, Ingenierías, Tecnología y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) fueron mujeres. También muestra que solo el 38% de los graduados son mujeres, una cifra que se ha mantenido igual desde hace más de 20 años.

Para Flor, para que se den transformaciones más fuertes, se necesitan el impulso y el respaldo del Gobierno. En especial en áreas de la ciencia, que constantemente crecen en profesionales, pero no en oportunidades laborales o académicas. “Es importante dirigir recursos a iniciativas de investigación lideradas por mujeres. Eso genera referentes locales. Igualmente es necesario apostarle a proyectos que puedan ser compartidos con las comunidades del país”. En esto último hace énfasis Flor: el trabajo con las comunidades y la divulgación. Para ella siempre fue un sueño regresar y poner sus conocimientos al servicio del país. Se niega a ahondar en la división entre aficionados y profesionales que se planteó con la polémica que generó el Festival de Astronomía, en la que los organizadores que vienen del campo de aficionados sentían que los profesionales querían desprestigiar el espacio. Para la profesora, la divulgación de los conocimientos científicos debe dirigirse a toda la sociedad. Flor considera que estas polémicas deben servir para animar a las jóvenes y niñas que anhelan ser científicas. Les pide no rendirse: “Así uno tenga ya una larga trayectoria, a veces también se piensa en tirar la toalla. Pero mi consejo es que, si se caen, se levanten, se sacudan y sigan. Uno se para y se dice a sí misma: tú puedes”. Un mantra que se repite a diario y que quiere que las juventudes repliquen, porque para ella la visión de las mujeres en la astronomía es imprescindible para entender lo que pasa en el universo.

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