La ministra de Minas pierde a su número dos para la transición energética

Solo cuatro meses duró una de las fichas claves para la transición energética del gobierno de Gustavo Petro. Belizza Ruiz, una reconocida académica en el tema en el tema minero energético, fue nombrada en septiembre del año pasado para liderar junto a la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, dos metas muy complejas: arrancar la transición energética largo plazo, y reducir las tarifas de energía para todos los colombianos, a corto plazo. La primera meta apenas arrancaba, con algunos tropiezos para Ruiz y Vélez. Pero la segunda llevaba grandes logros. Sin embargo, la ministra de Minas le pidió la renuncia a su número dos antes de que ella cumpliera su primer semestre, y varios medios argumentan que había tensiones entre las dos académicas.

“Se están haciendo AJUSTES en algunos cargos directivos y de coordinación del Viceministerio de Energía”, dice un comunicado del Ministerio en respuesta a los reportes de la renuncia, pero no menciona directamente el apellido de Ruiz. “Buscamos que el equipo de trabajo esté claramente alineado con las metodologías y metas de la cartera”, añade, sin explicar con qué metodologías no estaría alineada la viceministra. Ni Ruiz ni el Ministerio confirmaron a EL PAÍS si fue la ministra Vélez la que pidió la renuncia de Ruiz,

Cuando fue nombrada en septiembre del año pasado, Belizza Ruiz fue vista como una técnica que podría compensar la inexperiencia de la ministra Irene Vélez, que viene más del activismo ambiental. Ruiz, en cambio, es electricista de la Universidad Nacional de Colombia, doctorante en ingeniería de la energía de la Universidad Nacional Autónoma de México, y había hecho tres posdoctorados en energía renovable. Antes de llegar al Ministerio había sido directora de un grupo de investigación llamado ‘Potencia, Energía y Mercados’, de la Universidad Nacional, que a grandes rasgos busca democratizar la energía en todo el territorio y mirar oportunidades de energía renovables. El comunicado que la nombra dice claramente que llegó “el gran desafío de apoyar en el proceso de acelerar la transición energética”.

La gran victoria de Ruiz, junto a Vélez, fue el “pacto por la justicia tarifaria”, un acuerdo en octubre con más de 80 empresas para bajar los precios de la energía que se produce en el país. Uno de los negociadores contó a EL PAÍS que Ruiz fue una pieza clave para aterrizar técnicamente los acuerdos para la reducción. Como conocedora del tema, fue quien desde el Ministerio se encargó que concretarlos en resoluciones de la entidad independiente que determina las tarifas, la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG). Esa coordinación ayudó a disipar los temores de que el Gobierno fuera a desconocer esa independencia, algo que propuso en septiembre el presidente y que despertó preocupación.

El momento más difícil ocurrió cuando ella dijo en una conferencia que el Gobierno no firmaría nuevos contratos para explotar hidrocarburos. “El mensaje ha sido muy claro por parte del presidente de la República, no habrá exploración nueva de hidrocarburos. Ahí no cabe lugar a duda. No comprendo que parte de esa frase no ha podido entenderse”, dijo a principios de octubre. La decisión, en realidad, no estaba tomada en el Gobierno. Menos de 48 horas después, el Ministro de Hacienda José Antonio Ocampo la desminitió. “Esa decisión, perdóneme que le diga a la viceministra, no ha sido tomada”, dijo. La Ministra de Minas, Irene Vélez, ha explicado que quieren primero estudiar a fondo los contratos ya firmados de exploración antes de firmar nuevos, y logró pasar invicta una moción de censura en su contra.

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