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El pasado del nuevo comandante de la Policía de Colombia que los colectivos de derechos humanos no olvidan

Organizaciones de mujeres y víctimas de violencia policial de Bolívar rechazan el nombramiento del general Henry Armando Sanabria a la cabeza de la institución policial

Sally Palomino
El nuevo director de la Policía, el general Henry Sanabria, durante la ceremonia de cambio de mando, el 19 de agosto de 2022.
El nuevo director de la Policía, el general Henry Sanabria, durante la ceremonia de cambio de mando, el 19 de agosto de 2022.LUISA GONZALEZ (REUTERS)

El apoyo feminista y de organizaciones de derechos humanos que consiguió la candidatura presidencial de Gustavo Petro y Francia Márquez no se quedó en campaña. Desde la posesión del nuevo Gobierno han respaldado decisiones como el retiro de Colombia de la Declaración del Consenso de Ginebra que sentaba una posición simbólica contra el aborto o el anuncio de centrar la evaluación de la fuerza pública en vidas y no en el número de bajas, como se había hecho hasta ahora. Sin embargo, no todo ha sido aplaudido y una de las determinaciones más destacadas por Petro, el cambio de mando en la Policía, ha generado rechazo.

Aunque el Gobierno dijo que la elección del nuevo director de la institución, el general Henry Armando Sanabria, es un paso en el camino hacia una Policía más “humana”, varios colectivos feministas recuerdan amargamente su historia en la comandancia policial en Cartagena, donde fue el jefe entre 2019 e inicios de 2021. En el manejo de la pandemia y de las protestas sociales, según denuncias de al menos diez colectivos, el general Sanabria actuó contrario a los derechos humanos.

En una carta firmada por varias organizaciones, mujeres y feministas de Bolívar, rechazan el nombramiento del nuevo director por la presunta persecución a jóvenes de barrios empobrecidos, a vendedores ambulantes y a personas LGBTI. “El direccionamiento de una institución que pretende humanizarse e intentar dejar los vicios de la perpetración de crímenes y abusos de poder sobre la juventud popular, empobrecida y racializada no debe estar en manos de una persona que ha irrespetado y se ha burlado del dolor de las madres que han enterrado a sus hijos en medio de abusos contra la juventud cartagenera”, señala el escrito, sobre el que ni la Policía ni el Gobierno se han pronunciado.

Uno de los casos por los que se le cuestiona al nuevo director es el de Harold David Morales, un joven de 17 años que fue asesinado por agentes policiales hace dos años, cuando Sanabria comandaba en Cartagena. La información inicial sobre los hechos, a cargo del general, aseguraba que había muerto por un enfrentamiento de pandilleros. “Este joven portaba un arma de fuego, disparó a los policías y ellos reaccionaron produciéndole una lesión (...) La Policía Nacional garantizó hasta el último momento su integridad, lastimosamente en medio del enfrentamiento la policía tuvo que utilizar la fuerza”, se le escucha decir al general en un video en el que asegura que el muchacho era un pandillero. La defensa de Harold ―una promesa de fútbol, reseñaron entonces los medios regionales― logró demostrar que no pertenecía a ninguna pandilla, ni estaba armado. El general nunca se retractó.

Por el caso de Harold David Morales fueron judicializados tres policías. Tras una investigación alentada por organizaciones de derechos humanos, la Fiscalía pudo demostrar que le dispararon por la espalda mientras corría luego de un cruce de palabras con policías que lo asediaron en su lugar de trabajo, un lavadero de motos. “El señor Henry Sanabria, nuevo director de la Policía, dijo en declaraciones a medios masivos de comunicación que lo habían abatido en medio de una pelea de pandillas. Exigimos, con todo respeto, una retractación de parte del ahora comandante de la Policía Nacional”, decía el abogado del caso, Alí Bantú Ashanti, este miércoles cuando se cumplen dos años del asesinado de Harold.

“De Sanabria solo recordamos sus informes y entrevistas donde justifica los crímenes de la policía sobre los jóvenes de los barrios populares. Mandato de persecución y violencia homofóbica, sexista y clasista sobre poblaciones diversas, las mujeres, y vendedoras informales en el centro histórico”, señalan los colectivos en el comunicado.

El paso del general Sanabria por la Policía de Cartagena también es un mal recuerdo para la comunidad LGBTI. Caribe Afirmativo, una de las organizaciones que firman el comunicado, señala a este diario las preocupaciones que quedan tras el nombramiento. “El nuevo director de la Policía deja muy preocupado al movimiento LGBTIQ+, pues mientras lideró las acciones policiales en Cartagena actuó en orden a sus prejuicios personales, en vez de aplicar los derechos humanos y ser garante de libertades”, dice el colectivo a este diario por escrito.

La organización, que desde hace 13 años trabaja por el reconocimiento a la diversidad sexual en el país, asegura que mientras Sanabria fue comandante en Cartagena “se desconoció la protección constitucional a las personas LGBTI, se promovieron acciones discursivas y de mando que anteponían sus argumentos religiosos a los derechos reconocidos en Colombia, invocando más textos religiosos que la Constitución y sancionando públicamente su libre desarrollo de la personalidad”.

Uno de los primeros gestos del general Sanabria en la comandancia de la Policía, tras la designación de Petro, fue visitar a los familiares de Jesús David Díaz, de 18 años, Carlos Alberto Ibáñez, de 26, y José Carlos Arévalo, de 20. Los tres jóvenes que fueron asesinados el pasado 25 de julio en Chochó, un pueblo del municipio de Sincelejo, por agentes policiales en un presunto caso de ejecución extrajudicial. “La petición de todos al unísono es justicia, justicia y justicia. Son tres familias las que hoy lloran a tres jóvenes vilmente asesinados y vamos a garantizar justicia”, señaló el general en una acción celebrada en un país donde las autoridades poco han reconocido su responsabilidad en violaciones a derechos humanos, pero empañada por el recuerdo de su paso por Cartagena.

Caribe Afirmativo reconoce que el nuevo Gobierno ha mostrado su intención de cambio con el nombramiento de la coronel Sandra Mora, que se ha declarado públicamente lesbiana, como la persona a cargo del Fondo Rotatorio de la Policía Nacional, que tiene en sus manos la producción o compras de las armas, uniformes y otros equipos de la Policía. También destaca como positivo el tono y el cambio de discurso: la Policía, según el presidente, no volverá a perseguir jóvenes ni a acorralar a vendedores ambulantes. Petro anunció que la institución tendrá en el centro de su función de ahora en adelante la protección de los ciudadanos, no su asedio. Pero los colectivos en Cartagena dicen tener razones para dudar de que esa política sea posible con el general Sanabria a la cabeza. “Nos declaramos alertas y monitoreamos que la gestión del director designado no sea argumento para que la policía siga siendo uno de los actores estatales que, lejos de garantizar derechos a personas LGBTI, pone en riesgo sus derechos”, advierten.

Aunque el reclamo ha estado circunscrito a organizaciones de Cartagena, el pronunciamiento de los colectivos pone una presión adicional a la labor de Sanabria, que tiene entre sus retos recuperar la confianza entre la Policía y los ciudadanos, maltrecha tras las protestas de 2019 y 2021. “Dejamos por sentado que este nombramiento nos preocupa y nos genera más desconfianza y miedo en una institución que no ha cumplido sus funciones de protección y seguridad para la población civil, sino todo lo contrario”, señalan las organizaciones que firman el comunicado.

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Sobre la firma

Sally Palomino
Redactora de EL PAÍS América desde Bogotá. Ha sido reportera de la revista 'Semana' en su formato digital y editora web del diario 'El Tiempo'. Su trabajo periodístico se ha concentrado en temas sobre violencia de género, conflicto armado y derechos humanos.

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