Los recién titulados que ni estudian ni trabajan suben un 69% en tres años
Uno de cada cuatro de jóvenes han dejado los libros y no encuentran empleo, según la OCDE
Aida Díaz recorrió todo el camino que le habían marcado. Estudió en el instituto y después una carrera universitaria; se tituló en 2007 en Biblioteconomía y Documentación. No tuvo ningún reparo en trabajar como camarera tras agotar las prácticas y buscar sin éxito un empleo en lo suyo. Pero es que ahora tampoco encuentra nada en el sector de la restauración. Díaz, de 26 años, lleva uno en el paro, y representa la nueva cara de esos jóvenes que ni estudian ni trabajan, titulados que engordan esa estadística que no deja de crecer en España. Según el último Panorama de la Educación de la OCDE, eran en 2011 el 24,4% de los jóvenes españoles de 15 a 29 años, es decir, cerca de dos millones.
La cifra ha pasado durante la crisis del 16,8% en 2008 a ese 24,4%, pero el porcentaje de jóvenes titulados superiores (en FP superior o universidad) que ni estudian ni trabajan ha crecido en ese tiempo un 69%, hasta alcanzar el 21,4%, así que gran parte de ellos ya no responden a ese perfil del nini que existe en el imaginario colectivo, el de un joven un poco vago que no quiso estudiar y tampoco quiere trabajar.
El abandono escolar temprano (chicos de 18 a 24 años que dejaron de estudiar después de la ESO), aunque sigue siendo muy alto, se ha reducido hasta su nivel más bajo (24,9%). El informe de la OCDE destaca que “el porcentaje de jóvenes que siguen estudiando después de terminar la educación obligatoria ha crecido a un ritmo más rápido que la media de los países de la OCDE”. En 2008, el 81% de españoles de 15 a 19 años y el 21% de 20 a 29 estudiaban, mientras que en 2011 estos porcentajes eran del 86% y del 26% respectivamente. En los países de la OCDE, las mismas cifras pasaron del 81% al 84% y del 25% al 28%, respectivamente.
En todo caso, el porcentaje más alto de ninis está entre los que abandonaron pronto (28,9%). Pero, a diferencia de la mayoría de países, la menor tasa en España está entre los graduados en bachillerato o FP de grado medio (18,7%), apunta el catedrático de Economía de la Pompeu Fabra José García Montalvo, y no entre los titulados superiores.
Muchos de estos últimos, como Aida Díaz, no siguen estudiando porque no pueden. “Con la subida de tasas universitarias no puedo asumir el gasto estando en el paro y mi familia tampoco puede”, asegura. Los precios de las matrículas de grado han subido un 16% de media en toda España (con picos de hasta el 50% en algunas comunidades) y un 69% los másteres oficiales, el objetivo lógico de cualquier licenciado para continuar sus estudios.
Díaz lleva un año en el paro, pero, según los cálculos de la OCDE, aún le queda. El organismo considera que los jóvenes españoles de 15 a 29 años pasarán 2,5 en el paro y 1,1 inactivos (la media OCDE es 1 y 1,4, respectivamente). Hay que tener en cuenta que cuando se habla del 57% de paro juvenil se cuenta la población activa, lo que deja fuera a los estudiantes que nunca han trabajado.
En todo caso, las ventajas de estudiar más son evidentes, también en época de crisis, aunque tal vez las medias no consuelen a quien caiga en el lado oscuro de la estadística y aunque las ventajas sean menores que en otros países. Entre 2008 y 2011, la tasa de desempleo subió del 13,2% al 26,4% entre quienes solo estudiaron hasta la ESO (la media OCDE, del 8,8% al 12,6%), del 9,3% al 19,2% entre los que tienen bachillerato o FP de grado medio (en la OCDE, del 4,9% a 7,3%) y del 5,8% al 11,6% entre los titulados superiores (el aumento medio de la OCDE fue del 3,3% al 4,8%).
“No sigo estudiando por la subida de tasas”, dice una licenciada en paro
"El elevado desempleo juvenil no es inevitable, incluso durante una crisis económica; es producto de la interacción entre el contexto económico y políticas concretas", ha dicho el secretario general de la OCDE, Angel Gurría. “Lo que importa más son las decisiones que toman los países en la distribución del gasto y las políticas que aplican para mejorar la eficacia y la relevancia de la educación que proporcionan”, ha añadido, según informa EFE.
En general, el Panorama de la Educación (Education at a glance) de 2013, uno de los compendios de estadística escolar más completos del mundo, presentado hoy por la OCDE, dibuja un sistema con mucho abandono educativo temprano, con pocos titulados en FP de grado medio (el 8,4% de la población tiene este título; la media OCDE es 33,5%) y una cifra de titulados superiores (en FP superior y universidad) que ya cumple el objetivo europeo para 2020 del 40% de los jóvenes.
La secretaria de Estado de Educación, Monserrat Gomendio, ha insistido, por su parte, en que el nivel de la formación en España ha mejorado mucho, pero lo ha hecho demasiado lentamente. Así, ha destacado la necesidad de que los jóvenes que abandonan los estudios consigan un título de FP de grado medio que acerque a España a las cifras internacionales en este campo. A ello, ha asegurado, están encaminadas todas las medidas que está poniendo en marcha y que proyecta su equipo, como la reforma educativa, la Lomce.
Sin embargo, el informe destaca una posible mejora difícil de compaginar con los recortes que están sufriendo los presupuestos educativos, de más de 6.700 millones de euros desde 2010. “La oferta y la cobertura de los programas de FP podrían ampliarse en gran medida. La Formación Profesional en la segunda etapa de Educación Secundaria ofrece la posibilidad de adquirir las competencias, conocimientos y experiencia práctica necesarios para ocupaciones especializadas, y ayuda a preparar a los jóvenes para su entrada en el mercado laboral”. “En España hay una oferta débil e insuficiente de los estudios de FP en los IES, faltando en la mitad de ellos. Además, la reforma impulsada (LOMCE) va en dirección opuesta a lo planteado en este informe, pues no prevé más inversiones en FP”, se queja Miguel Recio, del Gabinete de Estudios de la Federación de Enseñanza de CC OO.
En cuanto a los datos que da el estudio sobre gasto educativo en España (por debajo en esfuerzo del PIB, pero por encima en gasto por alumno) o el número medio de alumnos por clase, estos se han quedado sin duda desfasados, pues se refieren a 2010 o 2011, antes de los recortes educativos más profundos, que llegaron en 2012.
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