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Comienza el censo... buzón por buzón

Solo quienes no contesten por Internet recibirán el cuestionario en papel

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha puesto en marcha el censo de 2011, el primero que deja de hacerse casa por casa. El organismo ha comenzado a enviar cartas a los 2,2 millones de hogares seleccionados para que rellenen los cuestionarios. En esa misiva, los ciudadanos encontrarán las claves para cumplimentar las preguntas por Internet. Quienes no lo hagan por esa vía, recibirán "en unos días" el cuestionario en papel y deberán remitirlo por correo postal, según ha informado el organismo.

El censo de población y vivienda, que se realiza cada diez años, deja de ir puerta a puerta y se convierte en una gigantesca encuesta. La novedad permite ahorrar más de 300 millones de euros, según ha calculado el INE. Está previsto contratar a 5.000 personas para su realización, en lugar de las más de 40.000 de hace una década. Aunque algunos expertos han criticado que pierda su cariz de información exhaustiva -aseguran que tendrá una menor concreción en datos sobre minorías o barrios, por ejemplo, y que algunos incluso pueden desaparecer-, en el organismo defienden su fiabilidad. Argumentan que la información se cruzará con la de otros registros ya existentes, como el padrón de población, la Seguridad Social o el catastro. El sistema de censo por encuesta ya se realiza en otros países.

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Ahora los cuestionarios son más reducidos, aunque incluyen algunas preguntas nuevas, como el total de hijos que han tenido las mujeres o el lugar de nacimiento de los padres de cada encuestado. Según el INE, en los domicilios con un solo morador, este tardará solo "un cuarto de hora" en cumplimentar el documento. En los hogares de cuatro miembros el tiempo será de unos 30 minutos.

Además de los 2,2 millones de hogares a cuyo buzón empiezan a llegar las claves para rellenar el cuestionario, está previsto enviarlo posteriormente a otros 800.000. Serán domicilios nuevos, que detectarán los 5.000 agentes contratados en toda España, y otros elegidos para sustituir a aquellos -en principio vacíos- cuyos residentes no hubieran cumplimentado sus datos en el primer envío.

El objetivo del INE es recabar información de un total de tres millones de hogares -y casi seis millones de personas- para la elaboración final del censo. Las respuestas del 12,3% de la población y los datos de los registros dibujarán la sociedad española de 2011. Para quienes quieran saber cómo va la mayor operación estadística de España, el INE abre cuenta en Twitter y perfil en Facebook.

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