_
_
_
_

El niño de El Royo vuelve a ingresar en un centro de acogida ante la desatención de su madre

La madre, que asegura que no hubo descuido, fue encontrada junto al niño pidiendo limosna en el metro de Madrid

Diego L.B., el pequeño de cuatro años conocido como el niño de El Royo (Soria), ha ingresado de nuevo en un centro de acogida de Salamanca por encontrarse en situación de desamparo con su madre biológica, Margarita Bernal. La madre, que sufre problemas mentales, fue encontrada en el metro de Madrid pidiendo limosna junto a su hijo, según ha informado la Cadena SER. Sin embargo, Bernal ha negado los hechos y ha exigido que le sea devuelta la tutela del menor.

Más información
El niño de El Royo sigue sin hogar
El matrimonio de El Royo renuncia a la custodia de Diego 'harto' de los jueces
Una decisión salomónica
Diego, tres madres y un hospicio

El niño de El Royo, en enero cumplirá cinco años, volvió a ingresar ayer en un centro de acogida de la Junta de Castilla y León, en concreto el María Dolores Pérez Lucas de Salamanca, "dado que se encontraba en situación de desamparo con su madre biológica Margarita Bernal". Los servicios sociales de la Comunidad de Madrid, donde residía el pequeño con su madre, dieron la voz de alarma a la Junta de Castilla y León ante la falta de atención y cuidados que sufría el pequeño. En concreto, lo que desencadenó la actuación de las instituciones madrileñas fue el último episodio protagonizado por Margarita Bernal que, acompañada por el niño, pedía limosna en el metro de Madrid.

La Comunidad de Madrid entregó ayer a Diego a los servicios sociales de Castilla y León, quienes comunicaron la situación al juzgado encargado del caso, que decretó el ingreso del niño en el centro. Sin embargo, Bernal ha negado a la SER que el niño se encontrara en una situación de desamparo y ha reclamado a las autoridades que se lo devuelvan. Según su versión, dejó al menor "durmiendo en una pensión, decidió salir solo a la calle y fue encontrado en la Plaza de Castilla". Por su parte, el delegado de la Junta en Salamanca, Agustín Sánchez de Vega, ha recordado que el Gobierno regional "siempre fue discrepante" con el juzgado que dictó el regreso del pequeño con su familia biológica, aunque "no tuvo más remedio que acatar las resoluciones judiciales".

De vuelta al psiquiátrico

Sobre la posibilidad de entregar al niño a una nueva familia de acogida, la Junta de Castilla y León ha señalado que es una opción "posible" pero que el caso está en manos de la Justicia, y por lo tanto "no se pueden aún anticipar posibles actuaciones futuras". En todo caso, estudia la posibilidad de pedir nuevamente la tutela de D.L.B., pero tampoco descarta que sea devuelto a la madre biológica en caso de que no se produzcan nuevas denuncias. El titular del juzgado de Instrucción número seis de Salamanca, Luciano Salvador Ullán, será el encargado de decidir sobre el futuro del niño en el caso de que la Administración regional reclame nuevamente la tutela.

El caso de este menor saltó a la opinión pública en octubre de 2001, cuando el propio Salvador Ullán emitió una sentencia en la que dictaminaba que Diego, que entonces tenía 22 meses, debía ser internado en un centro de acogida para que sirviera de terapia a su madre. Desde entonces, sus padres de acogida, Raquel Gómez Lamuedra y Carlos de Francisco Giménez, luchan por recuperar al niño.

En declaraciones a la SER, la pareja se ha mostrado totalmente dispuesta a volver a hacerse cargo del pequeño si así lo dispone la justicia. Por su parte, la Asociación Amigos de Diego ha emitido un comunicado en el que exige que se pongan a disposición del niño "todos los medios para que se recupere de esta dura etapa, así como para dotarle de la estabilidad efectiva y emocional y de la seguridad física que todo niño precisa para que no vuelvan a repetirse episodios como los ya vividos". Asimismo, exige "responsabilidades a todos los estamentos" por lo ocurrido.

La odisea de Diego

El caso de Diego es sorprendente, ya que en sus cuatro años de vida ha vivido con sus padres, con su tía, en dos centros de acogida y con una familia. Su triste historia comenzó cuando el menor fue entregado en régimen de acogida con fines adoptivos, a los pocos meses de nacer, a la familia de El Royo (Soria), debido a la enfermedad mental de sus padres, a los que la Junta retiró la tutela.

Posteriormente la madre biológica recurrió esta decisión y el juzgado decidió, en octubre de 2000, separar al niño de su familia adoptiva soriana e ingresarle en un orfanato de Salamanca para que estuviera cerca de la madre, a quien se le estableció un régimen de visitas. Sin embargo, nada más regresar a Salamanca, el juez decidió entregar en acogida al niño a una hermana de su madre, quien renunció a los pocos días, por lo que Diego fue "institucionalizado".

El pasado mes de noviembre, la Audiencia Provincial de Salamanca que dictó una sentencia en la que establece que el niño viva con su madre biológica. El Procurador del Común de Castilla y León, Manuel García Álvarez, se interesó el 14 de abril por las circunstancias del niño, tras conocerse el ingreso de su padre y en un centro de salud mental después de prender fuego a su vivienda.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_