El temporal mantiene sin luz en Galicia a 56.000 hogares

La costa gallega mantiene este viernes la alerta roja decretada el jueves tras una noche en la que la fuerza con la que ha arremetido el temporal ha provocado cientos de incidencias. El fuerte viento, que ha alcanzado velocidades de hasta 182 kilómetros por hora en zonas de interior como Carballeda de Valdeorras (Ourense), está afectando, además, al tráfico rodado y al ferroviario. Los desprendimientos registrados han obligado a cerrar la Autopista del Atlántico (AP-9), la principal de Galicia, y ha quedado interrumpida la línea férrea entre Pontevedra y Ourense. Los retrasos han sido la norma en la práctica totalidad de los trayectos.

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Los equipos de emergencia no han dado abasto y han tenido que atender más de 400 incidencias solo por la mañana, entre ellas carreteras cortadas, colegios cerrados por desprendimientos en los tejados, guarderías inundadas y embarcaciones que se han ido a pique en los puertos. A media tarde, ha sido hallado en Ourense el cadáver de un hombre de 64 años debajo de un alpendre y ante un árbol caído, por lo que se investiga si ha sido víctima del temporal.

Uno de los principales daños materiales se ha registrado en el estadio de Riazor, en A Coruña, donde se ha desprendido parte de la cubierta del pabellón y las gradas, que ha caído al césped del recinto y a la calle. Tras valorar las condiciones de seguridad del estadio, en el que esta noche debía celebrarse el encuentro de fútbol entre el Deportivo y el Betis, los técnicos han aconsejado que se posponga. El partido finalmente se ha aplazado porque a la recomendación de los técnicos se añadía que el encuentro estaba previsto para la misma hora a la que está anunciada la entrada de otra importante borrasca sobre la ciudad.

En Vigo ha sido necesario suspender el tráfico de la ría y en la comarca de Arousa se desplomó esta madrugada parte del paseo de madera de A Lanzada. Parte de la fachada de un edificio deshabitado se ha desplomado en Pontevedra, donde el temporal ha derribado uno de los tres cedros centenarios que se conservan en el parque de las Palmeras y que los responsables municipales temen no poder recuperar.

La fuerza de las olas ha provocado el derrumbe parcial del dique de abrigo del puerto de A Guarda (Pontevedra), donde los técnicos de la Xunta han informado de la existencia de una brecha de 30 metros de largo y 3,5 de ancho y del desplazamiento de varios bloques de la escollera.

La flota de bajura y la de arrastre de litoral no han salido a faenar. Los numerosos desprendimientos y caídas de árboles provocados por los vientos huracanados han causado, además, cortes en el suministro eléctrico en las cuatro provincias gallegas que han llegado a afectar a cerca de 100.000 clientes. A última hora de la tarde, según datos de Gas Natural Fenosa, 56.200 viviendas seguían sin luz. El pronóstico meteorológico apunta a que el temporal no dará tregua hasta el domingo.