Así es el reparto de fuerzas en el PSOE
El congreso exprés de Sánchez enfrenta a líderes territoriales, federaciones y militantes
El comité federal convocado por el PSOE para este sábado será el pararrayos que absorba toda la tensión que libera el profundo conflicto que viven los socialistas. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha planteado unas primarias, a las que ha anunciado que concurrirá, para que el próximo 23 de octubre los militantes decidan quién debe ser su líder.
La celebración de un congreso exprés para los días 2, 3 y 4 de diciembre, tras los malos resultados cosechados por el partido tras las elecciones autonómicas vascas y gallegas, ha intensificado las críticas de los principales líderes regionales del partido, algunos de los cuales no esperaron ni a que terminara la campaña electoral para exteriorizar su malestar. El PSOE se ha partido en dos placas que llevan marcado el rumbo de colisión: los partidarios de la propuesta Sánchez y los que prefieren un congreso ordinario.
De los siete presidentes autonómicos del PSOE, solo uno es favorable a celebrar este congreso urgente para que el partido decida su proyecto político y su liderazgo. Susana Díaz (Andalucía). Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha), Guillermo Fernández Vara (Extremadura), Javier Lambán (Aragón), Ximo Puig (Comunidad Valenciana) y Javier Fernández (Asturias) representan un mayoritario elenco institucional frente a la presidenta de Baleares, Francina Armengol.
Por la parte orgánica, el bloque contrario a la maniobra de Sánchez incorpora al secretario general de los socialistas canarios, José Miguel Pérez García. Frente a él, remando en la misma dirección que Sánchez, se sitúan Miquel Iceta (Cataluña), Idoia Mendia (País Vasco), Pilar Cancela (Galicia), Rafael González (Murcia), Luis Tudanca (Castilla-León), María Chivite (Navarra), Sara Hernández (Madrid) y el secretario de Organización del PSOE y secretario general de La Rioja, César Luena.
La secretaria general de los socialistas de Cantabria es la única que no ha definido de forma pública su adscripción. Sin embargo, aunque la mayoría de los secretarios generales regionales han definido más o menos su posición, las federaciones y la militancia están internamente divididas, lo que convierte este conflicto, más que orgánico, en sistémico. Ayer, el enfrentamiento se hizo palpable no solo entre los diputados socialistas en el Congreso de los Diputados sino también en los militantes, que han empezado a impulsar manifiestos de apoyo a Sánchez y en su contra.
El secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, aprovechó ayer su presencia en Barcelona para amplificar sus críticas a Sánchez. “No ha cambiado nada para cambiar el discurso ni el calendario del PSOE”, manifestó antes de pronunciar una conferencia en el Círculo de Economía a la que asistió también el primer secretario del PSC, Miquel Iceta. “Primero hablemos de la gobernabilidad de España y de si vamos o no a las terceras elecciones, y después ya afrontaremos el debate del socialismo español y la socialdemocracia europea”, postuló.
Puig consideró que los problemas que atraviesa el PSOE van más allá de un “debate nominalista” y deben ser afrontados “con mucha prudencia y tolerancia”.
En esa línea, el presidente del Principado de Asturias y secretario general de los socialistas asturianos, Javier Fernández, consideró “fuera de lugar” la convocatoria del congreso federal del PSOE para principios de diciembre. “Es algo extemporáneo”, añadió Fernández, que anticipó que defenderá esa idea en el comité federal del sábado.
La secretaria de Organización de los socialistas aragoneses, Pilar Alegría, afirmó ayer que la organización que lidera Lambán votará en contra de la celebración del congreso federal que propondrá Sánchez el sábado. Alegría fundamentó el voto en que la agrupación que representa no comparte “esa huida hacia adelante” y que en este momento “no es lo que le conviene al PSOE”.
Los socialistas aragoneses, defendió, son partidarios de celebrar un congreso federal ordinario “con tiempo, sosiego y tranquilidad”. Alegría arremetió contra Sánchez porque con la convocatoria de un congreso exprés “pretende desviar y despistar a los ciudadanos”. “Estamos viviendo una situación de crisis importante, hay que entrar en un profundo tiempo de debate y diálogo, pero la solución para acometer ese proceso no puede ser un congreso exprés”, agregó.
“Legítimo derecho”
Por el contrario, el secretario general de los socialistas murcianos, Rafael González Tovar, defendió el “legítimo derecho” de Sánchez de proponer unas primarias en el partido, aunque pidió “el máximo consenso posible” de las federaciones para la elaboración del calendario en el comité federal del 1 de octubre. El líder del PSRM-PSOE vinculó la situación a la presión para que el PSOE se abstenga para que el candidato del PP, Mariano Rajoy, sea investido presidente del Gobierno de España.
La secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, consideró ayer que el PSOE ha llegado a “una situación de no retorno”, cuya “salida natural” es el congreso que propone Sánchez para elegir al nuevo secretario general y definir las líneas estratégicas que aseguren “el futuro del partido”. La secretaria general de los socialistas vascos descartó ayer en Bilbao que este controvertido proceso vaya a dividir al partido y se mostró convencida de que la convocatoria del congreso “saldrá adelante”.
Mendia aseguró que le “resultaría difícil de entender que hubiera compañeros que se opusieran a que la militancia hablara”. En ese sentido, elogió “el método” elegido por los socialistas “en una evolución permanente hacia los canales más democráticos, es que el conjunto de la militancia participe en la elección del secretario general”. “No va a haber nadie capaz de decir que esto no es lo que toca o no es lo correcto”, defendió.
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