Iglesias reafirma su liderazgo ante el temor a que Errejón le dispute el poder
El número dos avisa: "Nos quieren encasillar entre el PSOE y el PCE. No somos ninguna de las dos cosas"
La disputa ideológica y de liderazgos que atraviesa Podemos llevó este jueves al secretario general del partido, Pablo Iglesias, a reafirmarse por el temor a que un sector afín a su número dos, Íñigo Errejón, gane cuotas de poder antes de su congreso nacional y pueda disputarle el cargo. Iglesias censuró la presentación de una candidatura autonómica en Madrid impulsada por Rita Maestre y Tania Sánchez y criticó que Errejón le matizara esta semana en Twitter. El entorno del líder señala directamente al secretario político en esa pugna por el poder.
Errejón: "Nos quieren encasillar. No somos ninguno de los dos"
El número dos de Podemos, Íñigo Errejón, rechazó en la noche de este jueves en la inauguración de la universidad de verano del partido las etiquetas que se atribuyen a los distintos sectores en la disputa interna. Intentó describir su proyecto político como omnicomprensivo y marcar un rumbo común. “Solo se es radical si se es transversal”, afirmó en referencia al debate entre moderación y radicalidad. “Nos quieren encasillar entre el PSOE y el PCE, no somos ninguna de las dos cosas. Ese debate solo conduce al desierto”, afirmó. Recordó que la prioridad es ahora desbloquear la situación politica y, en su saludo inicial, aludió a Pablo Iglesias como “nuestro secretario general”.
Errejón lanzó a lo largo del día varios mensajes de unidad. “No se ha basado en que pensemos igual en todo. Se ha basado en la fraternidad, se ha basado en el compañerismo, se ha basado en el debate, y así lo vamos a seguir haciendo”. Quitó además hierro a las opiniones de Juan Carlos Monedero, quien reconoció en una entrevista en EL PAÍS que la discusión en Podemos es “ideológica y de poder” y calificó de “infantil” la actitud de Errejón. En la universidad de verano de Podemos destaca la ausencia de Monedero, cofundador y exdirigente, entre los ponentes.
El secretario de Organización, Pablo Echenique, defendió que la formación debe evitar “la dinámica de la pandilla”. El número tres de Podemos advirtió: “Estar en una pandilla da gustito. Es normal e inofensivo, pero que en Podemos mantengamos pandillas puede generar disfunciones en los objetivos”. El portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech, pidió que el debate de redefinición interno no dure meses.
Podemos abrió en público el debate estratégico sobre su futuro en unas jornadas celebradas en la Universidad Complutense de Madrid, mientras se recrudece el pulso por las cuotas de poder interno. “En Podemos hay muchas formas de pensar, la cosa positiva es que tengo que hacer de secretario general de todos”, afirmó Iglesias al ser preguntado en el Congreso por las distintas formas de entender la relación con el PSOE. “Mientras yo sea secretario general, nosotros vamos a hablar con el PSOE de igual a igual”, aseguró en referencia a esa doble sensibilidad con los socialistas que el miércoles apuntó su jefa de gabinete, Irene Montero.
También señaló Iglesias dos episodios que, según su interpretación, son la causa de la disputa. “Reconozco que a mí me llamó la atención que Íñigo me hiciera una crítica muy legítima desde Twitter a mi intervención en un mitin, pero cuando eso ocurre hay que coger el toro por los cuernos y debatir en público”, opinó. “Hubiera preferido que [esta discusión] se planteara en otros términos y más tarde. Hubiera preferido no enterarme por los medios de comunicación de que hay una lista que se presenta a través de una rueda de prensa, hubiera preferido acordar unos términos del debate diferentes. Pero no se le pueden poner puertas al campo y si el debate surge hay que asumirlo con total normalidad”, agregó.
“Desafío directo”
Iglesias no quiso incidir en la figura de Errejón. Lo hicieron otras fuentes de su entorno al señalar que la candidatura de Maestre y Sánchez en Madrid, Adelante Podemos, es un “desafío directo al secretario general” y a su liderazgo. Y un primer paso para fijar posiciones ante el congreso nacional.
De la misma manera, la respuesta del secretario general, que apoyó públicamente la candidatura de Ramón Espinar —que podría unirse a la opción que plantea el sector anticapitalista del partido por tener mayor afinidad ideológica—, supone un movimiento de defensa que refuerza su poder en la organización. Errejón, de momento, se ha negado a apoyar públicamente la candidatura a la que se le vincula, que fue lanzada contra el criterio de Iglesias y anoche mandó un saludo a "nuestro secretario general", alentando un rumbo común en Podemos. El líder, por su parte, conoció el proyecto de los involucrados poco antes de que las publicitaran y, sobre todo, no logró que desistieran a pesar de que, según su círculo, se lo pidió.
La batalla de Madrid se interpreta en las filas de la formación como el primer intento del sector próximo a Errejón de medir sus fuerzas internamente, mientras Iglesias lo aprovecha para reafirmar sus tesis. Días después de que se lanzaran las candidaturas al congreso autonómico, la ejecutiva emplazó a todas las direcciones regionales a decidir si celebran ya sus asambleas extraordinarias. Recogieron el guante Extremadura y, sobre todo, Andalucía, liderada por Teresa Rodríguez, donde se plantea otra disputa entre los distintos sectores del partido.
El debate que plantea desde hace meses el sector errejonista tiene que ver, además de con los liderazgos, con el proyecto de partido a medio y largo plazo. En la definición de la estrategia tiene un peso fundamental la relación de Podemos con el PSOE.
“De igual a igual”
En esa discusión, el secretario general defiende una relación de “igual a igual” con los socialistas a la hora de pactar. “Nuestros cinco millones de votos valen igual que el resto de votos de los ciudadanos españoles. Yo deseo y creo que es una buena noticia que vaya a intentar formar Gobierno”, mantuvo. Sobre Errejón, los afines al líder aseguran que, si bien aquel no se ha manifestado nunca con claridad en los órganos internos, sí lo han hecho algunos cargos afines a él, que llegaron a plantear un “cheque en blanco” a Pedro Sánchez. Según los errejonistas, solo se trataba de plantear otro tipo de negociación a partir del programa del PSOE.
Iglesias y Errejón tienen posturas encontradas también en relación con la filosofía del partido. El secretario general recordó esta semana, en su intercambio de mensajes de Twitter con Errejón, que fue director de campaña, que el 26-J perdieron un millón de votos. Discrepan sobre cómo recuperarlos. Iglesias tiene claro que ha llegado el momento de recobrar el tono más auténtico de Podemos, el que le vincula con los orígenes. Lo dijo durante su visita a Galicia. Se trata de “politizar el dolor”. Esto es, volver a la desobediencia, a la movilización social y a un discurso más radical de defensa de los más afectados por la crisis.
Errejón no rechaza ese planteamiento, pero cuestiona las formas y defiende que Podemos necesita seducir a los que todavía no ha logrado convencer.
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