El PP ignora la tormenta por Fernández Díaz y se centra en atacar a Rivera

El candidato del PP focalizó sus esfuerzos en el último día antes del cierre de la campaña en Andalucía, la comunidad donde se reparten más escaños el 26-J (61). El PP persigue disputar la victoria en este territorio crucial al poderoso PSOE andaluz y a su líder, Susana Díaz, por lo que pudiera suceder en el inmediato futuro. Rajoy visitó la sierra de la Cala, en Huelva, por la mañana y buscó la manera de minimizar el escándalo por las grabaciones que afectan a su ministro del Interior. Tanto el propio Rajoy como sus colaboradores de máxima confianza quieren pensar que el enorme ruido provocado tras conocerse esas charlas de Jorge Fernández con el jefe de la Oficina Antifraude en Cataluña para impulsar investigaciones contra políticos nacionalistas no afectarán al resultado en las urnas. Algunos miembros de su equipo incluso comentaron su creencia de que muchos electores del resto de España no verán tan mal que se indague sobre los políticos nacionalistas catalanes.

Rajoy no entró en ese aspecto pero sí quiso hacer unas declaraciones para insistir en la idea de que la acusación de que Fernández intentó promover una conspiración antiseparatista con un alto cargo nombrado por tres quintos de los miembros del Parlamento catalán es “una broma”. Y le dio la vuelta al argumento conspirativo: “Aquí algunos han puesto en circulación una curiosa teoría contra el independentismo catalán cuando lo que ha habido es una reunión entre dos personas que tienen entre sus obligaciones perseguir el delito”.

El presidente en funciones avanzó, además, que espera tener pronto “posibilidades reales de llegar a saber” el origen de esas grabaciones con la investigación interna que ha encargado el propio ministro del Interior. Rajoy denunció el “intento de aprovechamiento de todos” con el caso. No quiso especular mucho más porque su mensaje principal quería poner el foco sobre Ciudadanos.

El argumentario de los dirigentes del PP se concentró este jueves en reclamar de nuevo la concentración del voto moderado en sus filas para que no se pierda ninguna papeleta de centro derecha sin representación, como calculan que sucedió con 300.000 votos el pasado 20-D. Rajoy aprovechó su enésima visita a la España rural para denunciar que Ciudadanos no pisa ese mundo —suele aludir a Rivera como el hombre “de la moqueta”— y quiere eliminar las Diputaciones que le dan servicio.

Los sondeos que maneja el PP reflejan, por un lado, su estancamiento en torno al 30% de los votos y que sí existe un trasvase con el partido de Rivera. Ese flujo se cifra en un 10%, que es el mismo que se constata entre el PSOE y Ciudadanos. El grado de participación este domingo determinará en cuántos diputados se traducen esos vasos comunicantes.

Para reforzar ese mensaje, el PP difundió este jueves dos vídeos en la recta final de la campaña. En el primero, pide directamente el voto a Rivera —“no dividamos fuerzas”— para evitar “un Gobierno extremista y radical”. En el segundo, recuerda que en muchas provincias los apoyos a Ciudadanos terminaron beneficiando a Podemos. “Este domingo no dividamos el voto moderado… o Pablo Iglesias puede llegar a La Moncloa”. Ese es el mensaje final de la campaña de Rajoy.