El PSOE mantiene su enfrentamiento con Podemos, pese a los pactos locales y autonómicos
“No hay nadie en el PSOE de ninguna parte de España que quiera acercarse al partido de Iglesias", aseguran fuentes de la dirección socialista
Ni una palabra, ni un gesto que pueda indicar el más mínimo acercamiento a Podemos. Esta es una decisión firme del PSOE que se mantendrá durante la campaña electoral a pesar de que Podemos proclama que “quiere contar” con los socialistas tras el 26 de junio. Esta línea estratégica inamovible convivirá con los acuerdos locales y autonómicos que el PSOE mantiene desde hace un año. Pero no solo; también con el que está a punto de firmar el PSC en Barcelona y con el debate que se abrirá en el PSM en Madrid tras las elecciones generales sobre si entra en el gobierno de Manuela Carmena.
El adversario es el PP. Esta es la proclama reiterada del PSOE y de su candidato a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez. Y así es porque desde su posición de segundo partido en las últimas elecciones su aspiración es alcanzar al primero. Esta es la razón por la que en los discursos de los socialistas la mayor parte de la crítica se centrará en “las políticas de estos últimos cuatro años” llevadas a cabo por el Gobierno de Mariano Rajoy. No obstante, Podemos será una referencia constante e indispensable, siempre muy criticada, toda vez que los votos que se le vayan a ese partido son los que pueden impedir que el PSOE desbanque al PP. Además, el objetivo de Pablo Iglesias, líder de la fuerza política emergente, es sobrepasar al PSOE y medirse de tú a tú con el PP. El líder socialista ha prohibido acuerdos con Podemos en el Senado y no ha autorizado ninguna excepción como le pedía el presidente autonómico valenciano, Ximo Puig, para concurrir conjuntamente.
Esta situación tan complicada convivirá, además, con los acuerdos políticos que el PSOE tiene con Podemos desde las pasadas elecciones municipales y autonómicas y que pueden ampliarse. No fue un plato agradable el anuncio del PSC de establecer negociaciones con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y su coalición, Barcelona en Comú, para entrar en su gobierno municipal. El pacto ya está hecho y desde la dirección federal se comprende aunque el momento en el que llega no es bueno. Ferraz se queda con que es un acuerdo “local”, aunque la ciudad de Barcelona sea muy relevante, y que se comprende por el especial contexto político de la capital catalana.
Iceta: “Pactas con quien se deja, no con quien quieres”
Ajenos a la coyuntura política española y al rechazo del PSOE a firmar pactos electorales con Podemos, los socialistas catalanes abogan por gobernar en todas las instituciones que sea posible y defienden un traje a medida en cada caso. “No pactas con quien quieres, sino con quien puedes y se deja”, asegura Miquel Iceta, primer secretario del PSC.
Con el partido en sus horas más bajas desde que se fundó en 1978, la dirección pretende conservar el músculo municipalista que ha exhibido desde que hay democracia, y de ahí esos acuerdos tan diversos: desde la alianza con el PP en el Ayuntamiento de Tarragona, con alcalde socialista, hasta apoyar a la alcaldesa de Convergència de Girona en un pacto que oficializa que ambos partidos votarán diferente cuando se debatan mociones independentistas. Dentro de unos días el PSC entrará también en el Ayuntamiento de Barcelona que preside Ada Colau, con la que desde julio de 2015 ya gobiernan en el Área Metropolitana de Barcelona, un organismo supramunicipal que preside la alcaldesa.
Iceta entiende que las llamadas “líneas rojas” no deben existir a la hora pactar, “porque sería como poner puertas al campo”, y defiende la autonomía de sus concejales para cerrar acuerdos que aseguren “buena acción política”. La ejecutiva del PSC nunca ha tenido que vetar ningún pacto municipal, pero tampoco los ha aprobado expresamente, lo que no quiere decir que no estuviera informada. Como sucedió en Lleida, donde el alcalde del PSC gobierna con Ciudadanos, “pero porque fuimos a buscar primero a CDC y no quisieron”, puntualiza Iceta.
¿Y en Madrid? En esta ciudad podría darse también un acuerdo entre los socialistas del PSM y la alcaldesa, Manuela Carmena. Aunque hay diferencias, la personalidad independiente tanto de Colau como de la alcaldesa madrileña influyen en una mayor comprensión hacia el entendimiento. “El debate no está abierto en Madrid en absoluto”, aseguran desde la dirección federal. La secretaria general de Madrid, Sara Hernández, remacha: “Madrid no tiene abierta esa carpeta”. Con ella responde a la entrevista con EL PAÍS de la portavoz municipal madrileña socialista, Purificación Causapié, en la que apunta que después de las elecciones generales la entrada en el gobierno de Carmena debe ser objeto de discusión.
Ya se verá después de las elecciones generales qué ocurre, pero ahora “no hay nadie en el PSOE de ninguna parte de España que quiera acercarse a Podemos”, señala un miembro del comité electoral socialista. Por eso la dirección federal se precipitó ayer a señalar a EL PAÍS que hablar de pactos con Podemos carece de todo sentido. “Pudieron hablar con nosotros durante cuatro meses y hubiera habido un Gobierno socialista pero lo impidieron”, repiten.
Ayer mismo en Vigo el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, elogió la gestión del alcalde de esa ciudad, Abel Caballero, que obtuvo el porcentaje más alto de votos de toda España en las pasadas elecciones municipales, y destacó que había impedido el paso a Las Mareas, que sí son fuertes en otras ciudades gallegas. “Las Mareas son una sucursal de Pablo Iglesias, sin autonomía para contrarrestar a Iglesias, que antepuso su agenda personal a la gallega”, señaló ayer Sánchez. Este es el tono que se considera compatible con los apoyos de Podemos a presidentes socialistas, aunque con dificultad, en Baleares, Aragón, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha. Mucho menos o nada en Extremadura y Asturias.
Mientras los dirigentes de Podemos recalcan que quieren entenderse con el PSOE después del 26 de junio —aunque dejan claro que lo harán tras ganarles en votos— en el PSOE se les descalifica. “La modernidad y la transversalidad de Podemos se hace con el Gobierno en la sombra de Iglesias con Julio Anguita, Juan Carlos Monedero y Jorge Verstrynge”, dijo ayer a este periódico el responsable socialista de Estrategia, Óscar López.
La presidenta andaluza, Susana Díaz, tras el acuerdo de Podemos con IU, sentenció: “Se ha producido la unificación de las juventudes comunistas”.
Pedro Sánchez en Berlín y en Roma
Pedro Sánchez mantiene viva su agenda internacional. Mañana estará en Berlín con el vicecanciller Sigmar Gabriel, dirigente socialdemócrata, y visitará un centro de refugiados acompañado por la portavoz de los eurodiputados socialistas, Iratxe García y de Luc André, uno de sus “ministros” en la sombra, que se responsabiliza de esa materia. “Se trata de ver cómo Alemania hace posible que se produzca la integración y la vía para la integración de los refugiados”, señalan en el entorno de Sánchez; en una especie de “sí se puede”. Desde Berlín Sánchez hará una propuesta dentro de sus compromisos electorales y se entrevistará con trabajadores españoles.
La situación de los refugiados y la crisis abierta entre Turquía y la Unión Europea será discutida el viernes en Roma a donde acudirá Sánchez para reunirse con los líderes socialdemócratas dentro de una cumbre de Partido Socialista Europeo. La demora en la aplicación de los acuerdos y las muchas dificultades para los desplazamientos de refugiados se abordarán en este marco. Las políticas económicas impulsadas por la Unión Europea y la controversia por el acuerdo de la UE con Estados Unidos en torno al TTIP será otro de los asuntos.
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