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“Montoro hará muy bien en investigarme: no va a encontrar nada”

El exministro, que dimitió tras hacerse público que tenía una empresa en Jersey, asegura que "es todo legal" pero que ahora no firmaría en una sociedad radicada en paraíso fiscal

Rafa de Miguel
José Manuel Soria, durante la entrevista en su despacho del Ministerio este sábado tras anunciar su renuncia.
José Manuel Soria, durante la entrevista en su despacho del Ministerio este sábado tras anunciar su renuncia. Claudio Alvarez (EL PAÍS)
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José Manuel Soria se va convencido de que su único error, el más grave, ha sido abrir la boca sin saber de lo que hablaba. Se niega a reconocer que la presencia de su nombre en una sociedad localizada en un paraíso fiscal –y la sombra de sospecha que un hecho así levanta- haya sido la causa fundamental de su caída, como apuntaba su hasta ahora compañero de Gobierno, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. “Si alguien quiere establecer que la causa de mi renuncia es lo que ha dicho el ministro Montoro, lo desmiento de una manera clara. Yo sé la conversación que tuve con el presidente Rajoy, y el presidente también lo sabe”.

Soria ha hablado mucho durante esta semana con su amigo y jefe político Mariano Rajoy, y asegura que la decisión última de su dimisión siempre fue suya, incluso cuando peor pintaban las cosas. El miércoles por la mañana ya había saltado la noticia de que el ministro había sido hasta el 2002 administrador de una empresa radicada en el paraíso fiscal de Jersey (Reino Unido). Hablaron de nuevo: “Es en ese momento, el miércoles por la mañana, cuando yo le digo que, a la luz del daño que esto le puede hacer al Gobierno y al partido, probablemente lo mejor fuera que yo diera un paso a un lado. Me dijo que me informara bien, que hablara con mis abogados, que averiguara por qué mi nombre aparecía en esos documentos y que me preparara bien la comparecencia del lunes en el Congreso”.

Soria hizo todo eso. Y tras indagar con sus asesores, sus abogados, con su hermano, cuenta, comprobó que todo era cierto. “Legal”, insiste, pero cierto. “Provoqué un grave daño al Gobierno y al partido por el error que tuve de negar una cosa que era verdad”. Insiste en usar la palabra error. No quiere hablar de mentira ni de culpabilidad. Intenta explicar las razones por las que decidió en su momento utilizar una sociedad offshore para su actividad empresarial. “Mi hermano y yo no teníamos nada que ocultar, y esa es la razón por la que aparecen nuestros nombres. Los abogados y el banco con el que trabajábamos en Londres nos lo recomendaron para tener una herramienta, un instrumento con el que fuera más fácil operar internacionalmente con el negocio de fletamento que teníamos”.

-¿Más fácil el qué?

“Nosotros hacíamos pagos en Japón, en Estados Unidos, en Brasil, en Francia, en Holanda, en Italia y en el Reino Unido. El banco nos recomendó que hiciéramos esa sociedad única y exclusivamente a esos efectos”.

Resulta contradictorio, sin embargo, la rotundidad con que el exministro asegura que hoy no haría lo mismo. “Con todo lo que ha ocurrido, no le quepa la menor duda de me pensaría el poner mi firma en una sociedad radicada en un paraíso fiscal. Sin dudarlo. He tenido que dimitir por no haber tomado la precaución de no informarme de todo lo que había antes de dar explicaciones”.

¿Pero porque ahora considera censurable el uso de esas prácticas financieras? “Es que creo que la bondad que tenía en aquellos momentos una herramienta de esa naturaleza en los términos en los que nos lo trasladaron los abogados, hoy no sería necesario. En aquella época no se utilizaba ni Internet. Ahora uno puede hacer desde su teléfono móvil cualquier tipo de transacción sin necesidad de tener una sociedad en Jersey o en cualquier otra zona offshore”.

Y de ese razonamiento no sale. Convencido, paradójicamente, de que no ha hecho nada reprobable y a la vez de que la situación provocada por él mismo era grave e insostenible para el Gobierno y para el partido en las circunstancias políticas actuales. Ante la posibilidad de que todo lo conocido sobre sus actividades empresariales derive en una investigación de Hacienda a él y a su familia, responde con un tono de aparente normalidad que suena a reto: “Será muy bueno que me investiguen. Tienen que investigar a fondo. Creo que no van a encontrar absolutamente nada. Todas las declaraciones nos las han hecho nuestros asesores fiscales y yo estoy muy tranquilo”.

Aunque probablemente la tranquilidad que transmita venga de haberse quitado de la primera línea de fuego, porque no se atreve ser tan rotundo cuando se le pregunta si habrá más documentos comprometedores: “Supongo que no, espero que no, pero sí le puedo garantizar que todo lo que hemos hecho era legal, y si surge cualquier otro, no actuaré como hasta ahora. Primero me informaré”.

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Sobre la firma

Rafa de Miguel
Es el corresponsal de EL PAÍS para el Reino Unido e Irlanda. Fue el primer corresponsal de CNN+ en EE UU, donde cubrió el 11-S. Ha dirigido los Servicios Informativos de la SER, fue redactor Jefe de España y Director Adjunto de EL PAÍS. Licenciado en Derecho y Máster en Periodismo por la Escuela de EL PAÍS/UNAM.

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