Condenada a dos años de cárcel una tuitera que humilló a víctimas de ETA
La Audiencia le atribuye delitos de enaltecimiento del terrorismo y vejación a víctimas
La Audiencia Nacional ha condenado a dos años de prisión a María Lluch Sancho por los delitos de enaltecimiento del terrorismo y humillación a víctimas de ETA como Irene Villa y Miguel Ángel Blanco, haciendo uso de su cuenta en Twitter (@melodalger). El tribunal atiende así la petición del ministerio fiscal, que pedía la máxima pena que era posible imponer, ante la "gravedad" de los comentarios de la joven valenciana de 24 años.
La sentencia, que puede ser recurrida ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, señala que los tuits de Lluch Sancho "rezuman pura maldad sin paliativos" al referirse a víctimas del terrorismo como Villa o Blanco con unos "niveles de crueldad, vejación, humillación y falta de piedad de proporciones superlativas". Además de la prisión de dos años, la Audiencia Nacional la inhabilita del ejercicio de cargo público durante el tiempo de la condena e impone la inhabilitación absoluta durante ocho años. También tiene que pagar las costas procesales.
La Sección Cuarta se refiere a la jurisprudencia que existe para desoír a la defensa de la tuitera, que alegó que Lluch Sancho no conocía "absolutamente de nada" a miembros de ETA sobre los que dijo que derramaba lágrimas tras su fallecimiento. Según la condenada, sus frases estaban motivadas por la intención de mostrar su "solidaridad hacia el problema vasco", resultándole indiferente la organización terrorista. Una conducta que el tribunal "reputa paladinamente por incierta" y "alejada por completo de la realidad".
La Sala de lo Penal tampoco atiende a la defensa cuando alegó que la tuitera, que también llevó sus comentarios a otras redes sociales como Flickr, desconocía que causarían dolor en las víctimas. Responde al hecho de que Irene Villa no se sienta inquietada por estas frases, argumentando que esto último "no constituye óbice para el castigo de la acusada" porque entre el colectivo de víctimas de ETA se encuentran multitud de personas que sufrieron terribles mutaciones.
Carrero Blanco "voló"
Entre noviembre de 2012 y agosto de 2014, Lluch Sancho publicó en Twitter —con el seudónimo de Madame Guillotine— frases para mofarse del atentado contra Carrero Blanco en 1973: "Voló, voló, Carrero voló y hasta las nubes llegó. Ay, Carrero, el primer astronauta español". También reprodujo consignas como "maderos a la guillotina, ETA mátalos" o enlazó desde su cuenta a vídeos de YouTube invitando a sus 790 seguidores a que se rieran de las imágenes de varios atentados.
El tribunal se refiere a este hecho para mantener la gravedad de lo dicho, a pesar de que las frases vejatorias no sean originales de la tuitera —la de Carrero Blanco, por ejemplo, pertenece a una canción de la banda española de punk-rock Soak—. "La comisión del delito", argumenta el tribunal, "no requiere que el sujeto activo del mismo sea el inventor de las proclamas, mensajes, comentarios". "El hecho de publicarlos en su cuenta de Twitter colma las exigencias típicas de naturaleza objetiva contenidas en el Código Penal", añade el tribunal compuesto por los magistrados Ángela Murillo (presidenta y ponente), Paloma González y Juan Francisco Martel.
Los hechos son similares a los que la Audiencia Nacional, en este caso el juez Santiago Pedraz, investiga al concejal por Ahora Madrid en el Ayuntamiento de la capital Guillermo Zapata. En este caso, se le imputa un delito de humillación a las víctimas del terrorismo, que habría cometido por reproducir hace más cuatro años en la red social Twitter chistes sobre Irene Villa y el Holocausto.
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