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Las alternativas para combatir el paro dividen a los candidatos

Sánchez dice que derogará toda la reforma laboral del PP Iglesias lo duda y Rivera propone un contrato único

Albert Rivera, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, este lunes.Foto: reuters_live | Vídeo: claudio álvarez | REUTERS-LIVE!

La economía y el empleo han sido los protagonistas del primer bloque del debate, organizado por EL PAÍS, entre los candidatos a la presidencia del Gobierno en el que han participado los cabezas de lista del PSOE, Pedro Sánchez; de Ciudadanos, Albert Rivera y de Podemos, Pablo Iglesias. Tras siete años de crisis económica y un desempleo instalado en niveles escalofriantes (21,8%), el paro y los problemas de índole económica están entre las principales preocupaciones de los españoles, según la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Precisamente, las fórmulas para combatir el paro han centrado buena parte del bloque económico.

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Sánchez ha señalado hasta tres veces que derogará toda la reforma laboral del PP, que ha traído "más paro y más desigualdad. Para mí no es una opción, es una obligación derogar la reforma laboral". Iglesias duda de que el PSOE vaya a hacerlo porque ha repetido en varias ocasiones que una cosa es lo que dicen los socialistas en campaña y otra las que hacen. "Cuando se hacen ciertas propuestas hay que resultar creíble. Hay muchas dudas sobre si vosotros ibais a derogar la reforma laboral". Por su parte, Albert Rivera ha insistido en proponer un contrato único, una de las medidas estrellas de su programa electoral, que ha sido denostada por los otros dos candidatos. "Hay una derecha que está planteando un contrato único, que lo que pretende es generalizar la precariedad. Que si antes te despiden, menos cuesta", ha dicho Pedro Sánchez para criticar la propuesta de Rivera.

El debate político sobre la crisis económica y su impacto en el empleo ha estado dominado en los últimos años por una palabra: herencia. Mariano Rajoy aseguró en 2011, cuando ya acariciaba la presidencia del Gobierno, que no utilizaría el argumento de los problemas heredados del anterior Ejecutivo socialista, pero no ha dejado de usarlo. Y la oposición, dentro y fuera del Parlamento, ha insistido en devolver el argumento en forma de bumerán para el legado de paro y desigualdad que deja la Administración del PP. Sin Rajoy en el debate organizado por EL PAÍS, las referencias a la  herencia encogieron en favor de las propuestas sobre cómo sanar la dañada economía española.

Rivera e Iglesias empiezan con propuestas y Sánchez atiza a Rajoy

Rivera aprovechó que abría turno para intentar marcar el debate con tres propuestas: complemento salarial para las clases más desfavorecidas, el citado contrato único y reforma de autónomos para que paguen cuotas sociales en función de lo que facturen, y no lo hagan si sus ingresos no alcanzan el salario mínimo.

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Sánchez ha centrado su intervención en criticar a un ausente Mariano Rajoy, quien declinó la invitación de EL PAÍS para participar en el debate. "Los socialistas lo que queremos es cambiar lo que ha ocurrido en los últimos cuatro años, en los que tuvimos a un presidente ausente". El principal compromiso de Sánchez, que ha recordado todos los avances sociales que se han conseguido bajo gobiernos socialistas, ha sido el de derogar la reforma laboral del PP. "Los socialistas hicimos cosas como que si se estudiaba, se encontraba trabajo. Si se pagaban impuestos, se recibían servicios de calidad. Esa cadena de solidaridad es lo que representa la socialdemocracia en Europa. Y esa cadena es lo que quiere romper la derecha". En ese punto ha tratado de identificar al partido de Rivera con esa derecha, un intercambio ante el que Iglesias, como en otros momentos del debate, esgrimió un tono más moderado: "Estaría bien que nos relajáramos".

El líder de Podemos también dedicó su intervención de apertura en el bloque económico a las propuestas, como la creación de un plan nacional de transición energética, que, ha dicho, servirá para crear 300.000 puestos de trabajo, o la necesidad de luchar contra el fraude fiscal. "A cada español, el fraude le cuesta 2.000 euros al año". En el ámbito fiscal, también ha defendido la necesidad de rebajar el IVA para lograr "una fiscalidad más progresiva" y fomentar el consumo.

Preguntados sobre las alternativas que ofrecerían a un joven de 26 años para entrar en el mundo laboral, Rivera ha manifestado: "Estos son los que se enfrentan a la precariedad. Aunque se esfuercen los echan y contratan a otros como si fueran kleenex. El modelo actual está obsoleto. El joven que entre en el mundo laboral tendrá un contrato fijo". Sánchez, por su parte, ha insistido en que recuperará el poder de la negociación colectiva y dará más peso a los acuerdos entre sindicatos y empresarios. Además, ha prometido un plan de garantía juvenil. Iglesias ha insistido en su plan de energías limpias. "El problema del empleo no tiene que ver con el tipo de contrato. Cuando se invierte en crear empleo, se crea empleo".

Los candidatos también han hecho referencia a sus medidas para reducir la pobreza, con un 22% de la población bajo el umbral de ingresos que define esta situación. Sánchez planteó su idea de establecer un ingreso mínimo vital para los hogares más desfavorecidos y que se prolongue el subsidio de desempleo (426 euros) cuando se agote; Rivera opuso que el complemento salarial que su formación ha diseñado para los trabajadores "puede suponer hasta 5.000 euros al año". "Y además se puede financiar, no como la renta básica de Podemos, que cuesta 115.000 millones de euros". "No son 115.000 millones, sino 15.000 millones", le respondió Iglesias, que aprovechó para recordar que su idea es asegurar 600 euros al año a los más pobres y complementar el salario hasta un mínimo de 900 euros a los trabajadores.

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