El verso díscolo de Monedero
El exdirigente de Podemos fundó el partido junto a Pablo Iglesias y Carolina Bescansa
Los papeles importantes en Podemos han estado muy claros desde el principio, pese a concentrarse en un grupo reducido de personas. Si Pablo Iglesias ha sido siempre la cara y la voz del proyecto, Juan Carlos Monedero ha ejercido de verso díscolo. Los medios de comunicación lo han buscado por sus salidas de tono desde que fundara, junto a Iglesias y Carolina Bescansa, el partido que asaltó las encuestas en las elecciones europeas de 2014 y que abrió las puertas al fin del bipartidismo. Él mismo advertía a los periodistas cuándo iba a lanzar una de esas frases que se convertirían en titular al día siguiente. Así hizo en una de sus últimas apariciones públicas, a principios de este mes. "El Papa ha llevado a Dios al otorrino", soltó en un encuentro sobre espiritualidad, cuando afirmaba que le quedaba cuerda para rato dentro de la dirección del partido: "Me veréis mucho en campaña".
Profesor funcionario en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense, Monedero gestó en el campus —donde también Bescansa e Iglesias imparten clases— un partido heredero de las ideas del 15-M, capaz de canalizar el descontento de los indignados. Admirador de Antonio Gramsci, el exdirigente de Podemos se distinguió siempre por su gran capacidad oratoria, su lenguaje cercano y su capacidad para conectar con el público. En sus mítines y ponencias abundaban los chascarrillos y los chistes.
Este exasesor de Hugo Chávez y de Gaspar Llamazares, de 52 años, vinculado en sus inicios al PSOE y después a IU, se enfrentó en junio de 2014 a los círculos de Madrid. En uno de sus capítulos más sonados, apenas unas semanas después de los comicios al Parlamento Europeo, defendió el sistema para elegir a la primera dirección del partido, que copó Pablo Iglesias y el resto del equipo fundador hasta la asamblea fundacional del pasado otoño con el argumento de que miembros de Izquierda Anticapitalista estaban fraguando un golpe de estado para hacerse con el control de Podemos. Ese día en un semisótano de Legazpi y ante un centenar de simpatizantes, Monedero alertó: "Podemos corre el riesgo de convertirse en el 15-M, que era profundamente democrático pero también profundamente inoperativo".
En las últimas semanas, el profesor universitario había salido de la primera línea de la política. Tuvo que ofrecer una rueda de prensa para dar explicaciones sobre su asesoría a varios Gobiernos latinoamericanos, por la que cobró 425.000 euros y que facturó a través de una sociedad unipersonal. Y, en varios foros, sugería su hartazgo por su exposición pública, e insinuaba sus intenciones de volver a dedicarse más a sus labores de profesor. Un giro que también se ha visto reflejado en su concepción del partido. Frente a lo que dijera en esa reunión de círculos de Madrid, cuando defendió evolucionar desde el modelo asambleario, Monedero apuesta de nuevo por "volver al frescor del 15-M".
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