Los ‘narcomarineros’ se escapan
España solo ha recapturado a 9 de los 53 traficantes liberados por la nueva justicia universal. Cada magistrado adopta su propia solución
La disputa entre la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo en torno a la competencia para investigar a los barcos cargados con droga que navegan por aguas internacionales ya tiene sus primeras consecuencias. Dos meses después de que el alto tribunal rechazara por unanimidad el criterio de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional por el que fueron puestos en libertad 53 narcotraficantes apresados por España en siete operaciones en alta mar, solo nueve de estos presuntos delincuentes han vuelto a ser puestos a disposición de las autoridades españolas. Los magistrados de la Audiencia Nacional liberaron a estos narcos al entender que la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial para limitar la llamada justicia universal, en vigor desde el pasado 15 de marzo, impedía a España enjuiciar a estos delincuentes.
El 24 de julio, el pleno de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo dio un sonoro varapalo a la Audiencia Nacional y terció que la reforma operada en solitario por el PP para forzar el archivo de causas judiciales incómodas para el Gobierno, como la investigación a la cúpula del Partido Comunista Chino (PCCh) por el genocidio en Tíbet, sí permite el apresamiento de narcobarcos en aguas internacionales. La sentencia se refería específicamente al caso del buque Mayak, de bandera turca, interceptado el 6 de marzo de 2014 con 12 toneladas de hachís en sus bodegas y tripulado por ocho ciudadanos sirios. El Supremo advertía, no obstante, de que el fallo determinaba la interpretación de la ley, por lo que fuentes judiciales entienden que todos los jueces de la Audiencia Nacional que liberaron a otros narcomarineros debían promover su recaptura. En la mayoría de los casos no ha sido así.
Tras la sentencia del Supremo, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional puso en busca y captura a los ocho supuestos narcotraficantes sirios del Mayak. Todos ellos habían puesto tierra de por medio con España tras salir de la prisión de Alhaurín de la Torre el pasado 11 de abril y pernoctar durante varias semanas en un albergue municipal de la capital malagueña. La justicia española ha conseguido apresar de nuevo a cinco de estos contrabandistas. Tres de ellos han sido capturados en Noruega, uno en Dinamarca y el quinto, en Alemania. Este último fue entregado a las autoridades españolas el pasado miércoles, según fuentes de la Audiencia Nacional. Los otros tres tripulantes del Mayak permanecen huidos.
Los distintos jueces de instrucción de la Audiencia Nacional que han tenido sobre su mesa causas de narcobarcos han adoptado distintas medidas tras la sentencia del Supremo del pasado julio. Ismael Moreno, titular del Juzgado Central de Instrucción número 2, que liberó a los cuatro tripulantes turcos del Berk Kaptan, interceptado a 30 millas al norte de Melilla el 14 de febrero con 13 toneladas de hachís a bordo, no ha adoptado ninguna resolución a la espera de que el Tribunal Supremo se pronuncie específicamente sobre este navío, según fuentes jurídicas.
Su vecino del Juzgado Central de Instrucción número 4, Fernando Andreu, fue el primer juez que apreció que debía liberar a los traficantes tras publicarse la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial que recortaba la justicia universal. El pasado 8 de abril, Andreu dejó en libertad a ocho tripulantes egipcios del pesquero A la Voluntad de Dios, un navío sin bandera abordado un mes antes a 60 millas al sureste del Cabo de Gata con 13 toneladas de hachís. Fuentes jurídicas afirman que el magistrado se encuentra pendiente de que la Sala de lo Penal de la Audiencia estudie este caso concreto para decretar la busca y captura de los narcotraficantes.
Quien más se ha ceñido al espíritu de la sentencia del Tribunal Supremo, aunque sin dar el paso de decretar la detención de los narcos huidos es el magistrado Pablo Ruz. El titular del Juzgado de Instrucción número 5 se encargaba de instruir el caso del Moonlight, un buque con bandera de Sierra Leona apresado a 25 millas de la costa granadina con 18 toneladas de hachís. Ruz puso la causa en manos de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que el pasado 14 de mayo ordenó el archivo de la investigación y, en consecuencia, la libertad de los siete tripulantes sirios apresados. Tras la sentencia del Supremo, Ruz preguntó a la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que le instó a reabrir la causa. El magistrado ha ordenado a la policía la localización de los huidos. De momento, la busqueda se ha demostrado infructuosa.
Quien ha tenido algo más de fortuna ha sido el juez Eloy Velasco. Este ordenó el pasado 2 de julio la busca y captura de los seis tripulantes de un barco, dos de ellos brasileños, que fueron liberados por un juez de Las Palmas de Gran Canaria tras ser detenidos con 500 kilos de cocaína en alta mar. De estos seis buscados, cuatro fueron detenidos cuando acudieron a los juzgados de Las Palmas a firmar periódicamente, como se les había impuesto. Los otros dos están fugitivos.
Además de estos buques, también se busca, de momento sin éxito, a los 13 marineros marroquíes del pesquero Mohamed Said el Gadid y a los siete sirios del Aseel. Estos últimos habían intentado hundir el mercante, de pabellón tanzano, cuando fueron interceptados el 19 de abril. No sabían que iban a tener un aliado inesperado en el embrollo de la justicia universal.
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