La Guardia Civil investiga a UGT por financiarse con dinero de formación
Los agentes atribuyen al sindicato un fraude “sistemático” para desviar fondos públicos
El sindicato UGT de Andalucía se ha financiado ilegalmente en los últimos 12 años con dinero procedente de fondos públicos destinados a formación de trabajadores, según sostiene la investigación de la Guardia Civil que dirige el Juzgado de Instrucción 9 de Sevilla. El sindicato, en connivencia con empresarios de confianza de Sevilla, Jaén y Madrid, se financió supuestamente a través de tres sistemas: el rápel (descuento que se concede a un cliente por alcanzar un consumo determinado), elevando a la Junta de Andalucía facturas falsas de alquiler de aulas para el desarrollo de cursos de formación y, además, mediante lo que los propios responsables de la tesorería de UGT denominaron el bote, que consistía en trasladar facturas infladas a la Junta sobre compras ficticias de artículos para los cursos.
El Grupo de Delincuencia Económica de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, efectuó ayer una redada en Sevilla, Jaén y Madrid que concluyó con la detención de 14 personas. Entre ellas, empresarios que facilitaron facturas falsas al sindicato que luego fueron abonadas por la Junta y varios empleados de UGT encabezados por su extesorero, Federico Fresneda. La UCO, unidad de élite de la Guardia Civil, efectuó un registro en la sede sevillana de UGT el pasado diciembre y se llevó para su análisis abundante documentación contable, correos electrónicos con proveedores y discos duros de ordenadores. La profusa documentación acredita las citadas prácticas fraudulentas y también la existencia de una caja B en el sindicato que se nutría de dinero público de formación que nunca llegó a su fin legal.
Operación Cirene
- La Guardia Civil detuvo ayer a 14 personas, entre exempleados de UGT Andalucía y empresarios que facilitaron a la central facturas falsas para justificar gastos ante la Junta de Andalucía durante los últimos 12 años. Los investigadores acusan al sindicato de financiarse mediante estas facturas falsas y cometer un delito de fraude de subvenciones. Los agentes efectuaron seis registros en empresas de Sevilla, Madrid y Jaén como Chavsa, Lienzo Gráfico y Viajes Macarena.
- Entre los detenidos en la Operación Cirene destaca el extesorero y anterior número tres de UGT, Federico Fresneda, supuesto cerebro del fraude de las facturas falsas que financió "de manera sistemática, año tras año" al sindicato, según la Guardia Civil
- Las facturas falsas incluyeron comidas en la Feria de Abril y bolsos regalados a los afiliados de UGT, que fueron abonados por la Junta. Las irregularidades más graves ocurrieron durante el mandato del histórico dirigente Manuel Pastrana, que cedió el liderazgo a Francisco Fernández Sevilla, que dimitió el pasado otoño en plena crisis tras negar las evidencias de irregularidades.
La Guardia Civil atribuye al sindicato la comisión desde el año 2002 de un delito continuado de fraude de subvenciones “de manera sistemática año tras año, siendo perfeccionado en el transcurso del tiempo”. El flujo de ingresos que obtuvo UGT de esta manera ilícita está aún por cuantificar, pero los investigadores avanzaron que consideran este fraude “la vía más importante en su financiación”.
La Guardia Civil abordó ayer esta primera tanda de detenciones prevista en el caso, aunque varios jueces andaluces, entre ellos la instructora del caso ERE Mercedes Alaya, investigan los cursos de formación pagados por el Ejecutivo autónomo. En UGT confluyen numerosas y graves irregularidades detectadas, ahora bajo lupa judicial.
La Junta andaluza pagó con fondos públicos facturas infladas y sin conceptos reales, para así justificar comidas y regalos como bolsos que la central, durante la etapa del histórico líder Manuel Pastrana, dio a sus afiliados. Tras saltar el escándalo hace un año, la pasada Navidad la UCO acordonó la sede central andaluza y recabó documentación que ha estudiado durante seis meses. Posteriormente los agentes han recabado expedientes de justificación de subvenciones para la formación en la Consejería de Educación de la Junta andaluza. Ayer los agentes llevaron a cabo seis registros en empresas proveedoras de las tres ciudades para recabar documentación en papel y ordenadores dentro de la segunda fase de la Operación Cirene, que dirige el titular del Juzgado de Instrucción 9 de Sevilla, Juan Jesús García Vélez, con el apoyo de la Fiscalía Anticorrupción. La investigación se mantiene de momento bajo secreto de sumario. Tras los interrogatorios policiales, los empresarios y sindicalistas declararán esta semana ante el magistrado para exponer su versión sobre las facturas falsas.
En Sevilla los agentes registraron las sedes de las empresas Chavsa, Lienzo Gráfico y Viajes Macarena, mientras que en Madrid recabaron información de la sociedad Siosa. Además, los investigadores acudieron al domicilio sevillano de Fresneda, pero este fue detenido en Canarias, donde se encontraba de vacaciones. Junto al extesorero, los agentes detuvieron a otros tres trabajadores implicados en el sistema de facturas instaurado por la central. La investigación considera a Fresneda, exvicesecretario de Administración y Recursos Humanos durante ocho años, el principal ejecutor del sistema de facturas falsas. Tras negar durante meses las irregularidades, en enero UGT cerró en falso su investigación interna. Ayer se limitó a confiar en la justicia, a la que pidió “celeridad”.
Facturas con conceptos sonrojantes
El caso de las facturas falsas que afecta a UGT Andalucía, y que ayer se tradujo en las primeras detenciones, destripará una financiación irregular del sindicato con conceptos sonrojantes, gracias a las subvenciones de la Junta andaluza. Los gastos incluyen la comida de sus empleados en la Feria de Abril de Sevilla en 2010 imputada a la negociación colectiva, y un convite para 1.600 mujeres el 8 de Marzo, el Día de la Mujer, facturado como “reuniones de los órganos de participación”.
Hasta ahora, la central solo ha reconocido gastos “inconvenientes” por 80.000 euros en la investigación interna que cerró en falso el pasado enero. Sin embargo, la Guardia Civil multiplica la cifra varias veces, ya que estima que el supuesto fraude de subvenciones supuso su principal fuente de financiación durante nada menos que 12 años.
El sistema irregular de financiación se instauró en el sindicato bajo el liderazgo de Manuel Pastrana, que después de 15 años concluyó en 2013. Hace un año le sustituyó su exnúmero dos Francisco Fernández Sevilla, que solo sobrevivió a la crisis seis meses, tras tildar las irregularidades de “errores subsanables”, y ser sustituido por Carmen Castilla al frente de la central.
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, había exigido “responsabilidades” tras desayunar casi a diario durante todo el verano y el otoño con acusaciones de corrupción en la organización andaluza. El detonante final fue la publicación del pago con subvenciones públicas de 700 maletines de imitación y un millar de bolígrafos para un congreso
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