Rajoy reclama a Amaiur que pida perdón y exija a ETA que se disuelva

Mariano Rajoy aprovechó este jueves su respuesta al diputado de Amaiur Iker Urbina en el debate sobre el estado de la nación para lanzar un mensaje a la izquierda abertzaleen vísperas de la celebración del congreso fundacional de Sortu.

El jefe del Ejecutivo, inamovible, consideró que esta formación nacionalista, que había reivindicado el reconocimiento “de los cientos de personas que han sido torturadas en comisaría”, no está autorizada para “dar lecciones de democracia”, puesto que aún no ha pedido perdón a las víctimas de ETA por haber apoyado a la banda. Además de reclamarle que lo haga, Rajoy les trasladó un recado inequívoco: pedir a la organización que se disuelva cuando ya ha pasado un año y medio desde el cese definitivo de la violencia anunciado en octubre de 2011.

Las inquietudes por el futuro de la convivencia en Euskadi centraron, además de las de las omnipresentes exigencias de combatir la corrupción, la intervención del portavoz del PNV. Aitor Esteban llevó a la Cámara baja la que, en definitiva, es la petición del lehendakari, Iñigo Urkullu, al solicitar que el Gobierno central agilice el proceso de paz que los verificadores internacionales ven estancado desde hace meses. “Una vez desaparecida la violencia de ETA, son necesarios instrumentos para la pacificación, pero sobre todo la reconciliación”, reclamó Esteban.

Esta reivindicación responde a una preocupación concreta manifestada esta semana por el grupo de verificadores que, tras mantener reuniones con los líderes políticos en el País Vasco, comprobó la falta de voluntad del Gobierno del PP de flexibilizar la política penitenciaria, considerada una de las condiciones esenciales para inaugurar una nueva etapa de convivencia.

Prioridad del Gobierno

La contestación de Rajoy dejó muy claras las prioridades con las que, al menos públicamente, el Ejecutivo pretende abordar este proceso. El presidente exigió, en su primera referencia a ETA en el debate parlamentario, que la banda se disuelva como organización terrorista. “Lo más importante es que ETA tomara la decisión definitiva, la acordara y lo transmitiera a la opinión pública, de su disolución definitiva como organización terrorista”, recalcó Rajoy, que reconoció que la colaboración con el Ejecutivo del socialista Patxi López, que entonces gobernaba con el apoyo del PP en el País Vasco, fue clave para el fin de la violencia.

Junto al marco para la convivencia, el peneuvista Esteban también planteó al Ejecutivo un nuevo “marco político” para instaurar un modelo autonómico en el que tengan cabida las realidades de Euskadi y Cataluña. Existen, señaló, “al menos dos comunidades que tienen un sentimiento distinto al español”. Rajoy liquidó esta exigencia negando que, pese a las “discrepancias”, existan conflictos de calado entre el Gobierno central y la Administración del País Vasco. “Ustedes y nosotros y todos los que estamos aquí tenemos el derecho y la obligación de defender nuestro texto constitucional y no pasa nada por que haya recursos al Constitucional y conflictos de competencia”, consideró.