Bruselas hunde a Barbate en la desolación
El fin del acuerdo pesquero con Rabat apuntilla al puerto gaditano
La prohibición de pescar en aguas de Marruecos, después de que el Parlamento europeo vetara el miércoles la renovación del acuerdo de pesca con Rabat, ha supuesto la puntilla para Barbate (Cádiz, 22.977 habitantes). La localidad gaditana, acostumbrada a acumular titulares negativos —una operación antidroga un día, una protesta de empleados públicos que no cobran, al siguiente— se ha hundido en la desolación por la crisis pesquera. Las capturas de Marruecos suponen el 70% de las ventas de su lonja, y con el veto europeo Barbate pierde su principal sustento de vida. Ayer, los barcos permanecían amarrados a puerto. Los pescadores se reunirán hoy para intentar responder a una pregunta tan elemental como desoladora: “¿De qué vamos a vivir?”.
La pesca representa el 60% de la economía local y genera 500 empleos directos y unos 2.000 indirectos. Cualquier problema en el sector —subidas en el precio del combustible, recortes en las cuotas de capturas, paros biológicos para regenerar los esquilmados caladeros del Golfo de Cádiz— repercute inmediatamente en todo el pueblo. Eso en el mejor de los casos. En el peor, la pesca causa muertes en el municipio, como en 2007, cuando el naufragio del Nuevo Pepita Aurora costó la vida a ocho marineros barbateños.
El acuerdo pesquero con Marruecos ha estado más lleno de sombras que de luces. Las exigencias técnicas hacían poco rentables los viajes y muchos de los que obtuvieron las 21 licencias concedidas a Barbate —Andalucía recibió 44 de las 100 para España (el conjunto de la UE obtuvo 119)— han amagado con renunciar a ella. Sin embargo, al final casi todos han conservado los permisos, porque el resto de posibilidades de pescar no son más halagüeñas. “Era lo mejor que teníamos ahora mismo”, explica Domingo Pacheco a bordo del Chipiona I, el barco que patronea.
Pacheco atiende a los periodistas sin haber dormido. El marinero salió de noche hacia aguas norteafricanas pero, de madrugada, tuvo que regresar porque Marruecos había lanzado la orden que les prohibía nuevas capturas en sus aguas. “Estamos indignados, desolados. No sabemos muy bien qué vamos a hacer”. Los pescadores temen además regresar al Estrecho por posibles represalias de Marruecos en caso de que se internen por error en sus aguas territoriales. “En Bruselas no saben lo estrecho que es el Estrecho”, dice el representante de los armadores, Pedro Maza. Barbate está muy cerca de Marruecos. Algunas veces se atisba desde sus acantilados. Sin embargo, hoy se ve muy lejos.
Es la incertidumbre que se respira en el muelle. Muchos marineros miran desde tierra los barcos amarrados en los que debían estar faenando. No pueden trabajar. Temen que estas vacaciones forzosas se prolonguen indefinidamente. Barbate tiene 4.472 parados. La mayoría proceden del sector servicios y de la construcción.
Su alcalde, Rafael Quirós (PSOE), aguanta el tipo al frente de un Ayuntamiento acostumbrado a protestar. “Nos dicen que nos apretemos el cinturón. Lo llevan diciendo mucho tiempo. Pero aquí ya no hay más agujeros”. Su Ayuntamiento sostiene a una plantilla de 300 empleados públicos, a los que no puede pagar. Les debe dos nóminas y la extra de Navidad. Por eso las bocinas de sus funcionarios manifestándose se escuchaban ayer en el silencioso muelle, donde no hubo cajas de pescado que descargar. “Aquí hacen falta compensaciones. Tenemos un parque natural y un cuartel militar que se lleva gran parte de nuestros terrenos. Y ahora nos quitan la pesca. Esta gente no puede quedar desamparada”, exige el alcalde, a quien nunca le ha importado encararse con los dirigentes de su propio partido.
Barbate tiene algunas de las más admiradas playas de España, como las de Caños de Meca o Zahara. Todo un potencial turístico por desarrollar. Y también se han hecho importantes inversiones para tratar de consolidar una industria pesquera. Por eso escuece que el pueblo siempre sea protagonista para lo malo. La realidad es tozuda. Ayer, en las redes sociales su puso en marcha la campaña Ánimo Barbate. Insistir en las bondades del lugar para espantar todos sus fantasmas.
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