Le Pen niega la responsabilidad de Francia en las redadas contra judíos de la II Guerra Mundial
La candidata de ultraderecha reabre los traumas históricos en plena campaña
El rechazo de la candidata presidencial ultraderechista Marine Le Pen a aceptar la responsabilidad de Francia en uno de los episodios de colaboracionismo nazi más oscuros de su historia, la llamada redada de Vél d’Hiv, ha reavivado las acusaciones de que la líder del Frente Nacional no ha hecho sino maquillar sus posiciones más extremas para ganar votos. Pero también, como sucedió cuando el centrista Emmanuel Macron fue duramente criticado por calificar de “crimen contra la humanidad” la colonización de Argelia, las declaraciones de Le Pen recuerdan que hay heridas históricas que a Francia aún le cuesta cerrar.
La estatua en honor de las “víctimas de las persecuciones racistas y antisemitas y de los crímenes contra la humanidad cometidos bajo la autoridad de hecho del denominado ‘Gobierno del Estado francés’ 1940-1944” está en la orilla izquierda del Sena, con una vista directa a la Torre Eiffel. Varias figuras representan a víctimas de la II Guerra Mundial, como una niña que agarra una muñeca. Podría ser uno de los 4.000 pequeños judíos parisinos que, junto con sus padres y familiares, fueron detenidos durante una redada entre el 16 y el 17 de julio de 1942 y llevados al Velódromo de Invierno, conocido como el Vél d’Hiv. Más de 13.000 judíos fueron hacinados en ese popular espacio deportivo en el corazón de la capital antes de ser trasladados al campo de exterminio de Auschwitz. Solo 400 sobrevivieron. La operación fue realizada por policías franceses bajo las órdenes del régimen colaboracionista de Vichy.
Bajo la imponente estatua, una promesa firme: “No olvidaremos jamás”.
Las últimas declaraciones de Marine Le Pen han hecho tambalear ese compromiso. “Francia no es responsable de Vél d’Hiv”, dijo Le Pen el domingo. “Si hay responsables, son los que estaban en el poder en esa época, no Francia”, insistió la candidata al Elíseo.
El argumento de Marine Le Pen no es esencialmente distinto del mantenido durante décadas por Francia, desde el general De Gaulle al socialista François Mitterrand: que el único régimen legítimo de Francia durante la II Guerra Mundial era la Francia Libre que lideraba el general Charles De Gaulle desde Londres y no el gobierno colaboracionista de Vichy del mariscal Philippe Pétain, que fue el que dio el visto bueno a la redada parisina que abrió las puertas a otras acciones similares en todo el país.
Pero sus palabras son una clara una ruptura con la posición oficial de las últimas dos décadas. En 1995, el entonces presidente, Jacques Chirac, reconoció por primera vez la responsabilidad de Francia, en un discurso pronunciado en el aniversario de la "Redada de Vél d’Hiv" en el que admitió que “la locura criminal de los ocupadores fue secundada por los franceses, por el Estado francés”. “Francia, patria de la Ilustración y de los derechos humanos, tierra de acogida, de asilo, cometió entonces algo irreparable: faltó a su palabra y entregó a los verdugos a sus protegidos. Con ellos mantenemos una deuda imprescriptible", afirmó.
La posición de Chirac ha sido mantenida por sus sucesores en el Elíseo. En 2012, el socialista François Hollande también reconoció la responsabilidad del país en la deportación de judíos durante la II Guerra Mundial al calificarlo como un crimen cometido “en Francia por Francia”.
Robert Paxton: “Una metedura de pata asombrosa”
El historiador Robert Paxton, referencia mundial en los estudios sobre el régimen de Vichy, no cabe en sí de asombro con las declaraciones de Marine Le Pen negando la responsabilidad francesa en la deportación de miles de judíos durante la ocupación nazi de París. “Me sorprende su torpeza”, reconoce el profesor emérito de la Universidad de Columbia de Nueva York y autor del clásico
La anatomía del fascismo
en un correo electrónico. “Durante mucho tiempo, (Marine) ha demostrado una gran habilidad para presentarse como una persona más moderada que su padre. Esto es una metedura de pata asombrosa”.
Marine Le Pen, hoy por hoy favorita para pasar a la segunda vuelta de las presidenciales francesas, lleva tiempo intentando lavar la imagen de su partido, el Frente Nacional, fundado por su padre, al que expulsó de la formación en 2015. Es lo que se ha venido a llamar el proceso de “desdemonización” de Le Pen, que con estas afirmaciones, según Paxton, corre peligro de sufrir un duro revés. “Sus declaraciones han dañado, sin duda, su credibilidad como una moderada”, afirma el estadounidense.
Según el experto, con lo que se sabe hoy en día, negar la responsabilidad francesa en “Vél d’Hiv” no se sostiene. “Condenar esos sucesos como la obra de personas que no representan a Francia revela una profunda ignorancia de los hallazgos de los historiadores casi universalmente aceptados”.
Alud de críticas
La condena a las declaraciones de Marine Le Pen no se han hecho esperar. “Algunos habían olvidado que Marine Le Pen es la hija de Jean-Marie Le Pen”, dijo el candidato centrista Emmanuel Macron en referencia al antiguo líder y fundador del Frente Nacional. Entre otras declaraciones filonazis, Jean-Marie Le Pen, condenado por negacionismo, llegó a decir que el Holocausto fue “un detalle de la Historia”. La líder del Frente Nacional “ha hecho toda su educación política a la sombra de su padre, el principal emisor del discurso antisemita del país”, coincidió el portavoz del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, Alexis Corbière. En el mismo sentido se expresó un peso pesado del conservador partido Los Republicanos, el presidente de la región Provenza-Alpes-Costa Azul, Christian Estrosi. “Al negar la responsabilidad del Estado francés sobre Vél d’Hiv, Marine Le Pen se une a su padre en el banco de la indignidad y el negacionismo”, tuiteó. "Si alguien dudaba de que Marine Le Pen es de extrema derecha, ya no lo puede dudar", apuntó, por su parte, el candidato socialista a la presidencia, Benoît Hamon.
Las críticas han ido más allá del campo electoral. Israel afirmó el lunes que las palabras de Le Pen son “contrarias a la verdad histórica, que ha sido expresada por los presidentes que han reconocido la responsabilidad del país en el destino de los judíos franceses que murieron en el Holocausto”. También diversas organizaciones judías en Francia rechazaron el “revisionismo” que dicen hallar en las afirmaciones de Le Pen.
Ante la polémica, la candidata de ultraderecha ha lamentado la “indignidad" que supone “la instrumentalización política” a la que se dice sometida. En un comunicado, reivindicó su posición, pero subrayó a la par que ello “no exonera de ninguna manera la responsabilidad efectiva y personal de los franceses que participaron en la innoble redada de Vél d’Hiv y en todas las atrocidades cometidas durante ese periodo”. Unas palabras que, probablemente, nunca habrían salido de la boca de su padre.
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