El Parlamento Europeo investigará la supuesta agresión al diputado de UKIP
Woolfe permanecerá otros dos días hospitalizado tras desplomarse en la Eurocámara
El Parlamento Europeo investigará el turbio episodio del eurodiputado británico que tuvo que ser hospitalizado tras desplomarse en los pasillos de la Cámara el miércoles. El presidente de esta institución, Martin Schulz, ha instado a un comité consultivo que supervisa la conducta de los eurodiputados a que estudie el caso “de manera urgente la próxima semana”.
Ni el diputado nacionalista británico Steven Woolfe, ingresado desde el miércoles en Estrasburgo, ni el partido al que pertenece, UKIP, han querido aclarar lo sucedido en la sede francesa del Parlamento Europeo. Oficiosamente parece probado que Woolfe, que aspira a liderar el partido, se enzarzó en una discusión con un compañero de filas, el eurodiputado Mike Hookem, y ambos salieron al pasillo. Allí Hookem le agredió. Woolfe volvió a su escaño, pero poco después abandonó el hemiciclo y se desmayó en una pasarela.
El comité consultivo, compuesto por cinco parlamentarios de diferentes grupos (ninguno es de UKIP), tratará ahora de determinar los hechos e informará sobre esas pesquisas. Eventualmente podrá proponer sanciones para los eurodiputados, que pueden ir desde una simple reprimenda a la suspensión de cargos en el Parlamento –UKIP tiene pocos- o la eliminación temporal de dietas. Aunque nada suena a castigo grave, será probablemente la única consecuencia que afronte la presunta mala conducta de los dos eurodiputados. Porque ni ellos ni su partido han acudido a la policía para denunciar los hechos, según confirma un portavoz de UKIP en la Eurocámara.
“Los hechos conocidos son muy graves. No hace falta decir que el comportamiento irrespetuoso y violento no tiene lugar en el Parlamento Europeo”, ha subrayado Schulz en un comunicado. Fuentes parlamentarias aseguran no haber conocido nunca un episodio similar en la Cámara.
Entretanto, Woolfe continúa hospitalizado y permanecerá así al menos otras 48 horas, según ha relatado su compañero de filas Nathan Gill. Pese a que el diputado agredido emitió el miércoles un irónico comunicado desde su habitación para asegurar que se sentía bien, los médicos lo mantienen en observación. Aun así, insiste en el sarcasmo y en el chovinismo. “Steven está harto de cruasanes y está deseando tomar un verdadero desayuno inglés”, ha explicado Gill.
La prensa británica sostiene que será difícil aclarar los hechos. Aparentemente no hubo testigos de la agresión y, por tanto, todo dependerá de lo que quieran decir los afectados. Algunas fuentes relataron al diario The Guardian que la disputa provenía de que Woolfe había abogado por un acercamiento de su partido a los tories (el partido conservador en el Gobierno), lo que provocó el rechazo de otros miembros. El Parlamento Europeo está habituado desde hace tiempo a las estridencias de los eurófobos de UKIP, pero la presunta agresión del miércoles excede los límites de la conducta parlamentaria.
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