Los Ángeles cierra todos los colegios públicos por temor a otro atentado
640.000 alumnos se encuentran sin clase apenas una hora antes de abrir los centros Nueva York ha descartado una amenaza muy similar y la ha calificado de "broma"
El sistema de escuelas públicas de Los Ángeles ha cancelado las clases este martes debido a una amenaza de bomba "creíble" recibida el lunes por la noche. La decisión fue anunciada a las 7 de la mañana, cuando ya muchos estudiantes, desde primaria hasta educación para adultos, se encontraban en los centros educativos o de camino. Con 640.000 alumnos en más de 1.000 centros escolares, es el segundo sistema educativo más grande de Estados Unidos. La necesidad de los padres de encontrar de repente una solución provocó un enorme trastorno a la ciudad. Mientras, la ciudad de Nueva York descartaba por poco creíble una amenaza muy similar y criticaba a Los Ángeles por sobreactuar. La decisión, sin precedentes recientes, pone en evidencia el estado de nervios provocado por el atentado yihadista de San Bernardino, hace dos semanas. A media tarde, las autoridades anunciaron que las clases se reanudarían el miércoles por la mañana.
El superintendente del Distrito Unificado Escolar de Los Ángeles (LAUSD), Ramon Cortines, explicó que un miembro del Consejo Escolar había recibido en la noche del lunes una amenaza "electrónica" que iba dirigida contra "no una, ni dos, ni tres, sino varias escuelas". El mensaje tenía que ver con mochilas y paquetes en los colegios y fue asumido como una amenaza de bomba "creíble". La decisión de cerrar todos los colegios se tomó para "no asumir ningún riesgo" y registrar uno por uno todos los centros educativos de la ciudad, una tarea que el distrito cree que llevará todo el día.
No está claro qué hizo especialmente creíble este mensaje, cuando el distrito recibe amenazas todos los días. Cerrar un colegio por amenaza de bomba o por un supuesto tiroteo es algo habitual. La policía aseguró que el mensaje electrónico parecía venir del extranjero, concretamente de Frankfurt, Alemania.
Dos horas después del anuncio en Los Ángeles, la policía de Nueva York informó de que el sistema escolar de la ciudad también había recibido una amenaza similar, pero concluyó que lo había descartado por poco creíble. "No había nada creíble en la amenaza, era muy rara", dijo el propio alcalde, Bill de Blasio. "Estamos absolutamente convencidos de que nuestros niños están seguros".
El jefe de policía de la ciudad de Nueva York, William Bratton, opinó que las autoridades de Los Ángeles habían sobreactuado. Según Bratton, la persona que escribía el mensaje aseguraba ser un yihadista, pero cometía errores que hacían evidente que se trataba de una broma. Por ejemplo, escribía Alá con a minúscula. Bratton llegó a decir que parecía que el autor del mensaje veía mucho la serie Homeland. Se da la circunstancia de que Bratton fue el jefe de policía de Los Ángeles hasta 2009. "No nos podemos permitir elevar nuestro nivel de miedo", dijo Bratton.
Cortines admitió que el reciente atentado terrorista en San Bernardino y "la situación del país e internacional" habían contribuido a tomar la decisión. El pasado 2 de diciembre, dos personas aparentemente inspiradas por el grupo terrorista ISIS asesinaron a tiros a 14 personas en una fiesta de Navidad y después murieron en un tiroteo con la policía. El ataque es considerado por el FBI un atentado terrorista inspirado por el islamismo radical, lo que lo convierte en el peor atentado de este tipo en Estados Unidos desde el 11-S.
Tras las declaraciones de las autoridades en Nueva York, Cortines, dio una nueva rueda de prensa en la que no admitió preguntas y trató de defender su decisión. "Tras examinar precedentes recientes no puedo permitirme asumir el riesgo", dijo el responsable de las escuelas. Estuvo arropado por el jefe de policía de Los Ángeles, Charlie Beck, y el alcalde de la ciudad, Eric Garcetti, que respaldaron su decisión. "No es mi decisión, pero la apoyo", dijo Garcetti. "Es muy fácil criticar una decisión cuando no tienes responsabilidad en sus consecuencias", dijo Beck. "El distrito escolar es responsable de tres cuartos de millón de vidas. Es irresponsable criticar esta decisión". Beck dejó claro que los recientes sucesos en San Bernardino son una clave que explica la reacción del LAUSD. "El sur de California ha pasado por muchas cosas en las últimas semanas".
Beck dijo que la decisión era exclusivamente de la autoridad escolar y que se había tomado después de consultarles a ellos, que a su vez consultaron con el FBI al tratarse de una caso de terrorismo. No está claro si el FBI emitió alguna recomendación. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, aseguró que ellos habían descartado la amenaza tras consultar con la agencia federal.
Los colegios avisaron por teléfono a los padres de que no había clase por decisión de la autoridad escolar y que cualquier niño que acudiera al centro sería enviado a su casa. El distrito comenzó a hacer llamadas automáticas a los teléfonos de los padres poco antes de las 8 de la mañana. El superintendente Cortines reconoció que se generaba un problema para los que ya estaban en clase, pero recordó que las amenazas de bomba o de posibles tiroteos provocan cierres prácticamente diarios de colegios en los que hay que contactar a las familias una por una para que vayan a por los alumnos. “Esto es lo mismo pero en una escala masiva”, dijo Cortines.
Steve Zimmer, presidente del Consejo Escolar, pidió comprensión y “flexibilidad” a los empleadores en el área de Los Ángeles pues mucha gente no podrá llegar al trabajo porque necesita encontrar una solución para dejar a sus hijos con alguien. La página web del LAUSD solo aportaba una frase que decía: "Todos los colegios están cerrados hoy", y un número de teléfono de información. En ese número de teléfono se repetía la misma frase. "Entiendo la preocupación que deben de tener las familias esta mañana, pero es vital que mantengamos la calma", dijo el alcalde de la ciudad, Eric Garcetti. "Esta decisión ha sido tomada por el Distrito Escolar en un exceso de prudencia".
El Distrito Escolar de Los Ángeles solo tiene autoridad sobre colegios del municipio de Los Ángeles, no los de ningún otro municipio del condado. Cortines aseguró que se había comunicado con el FBI, el estado y el condado, pero no aclaró si ha compartido información sobre la amenaza con otras ciudades como Santa Mónica, Pasadena, Glendale o Long Beach, adyacentes a Los Ángeles, que tienen sus propio sistema escolar.
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