Bruselas exige a los Estados más implicación en la crisis migratoria

El comisario de Inmigración de la Unión Europea (UE), Dimitris Avramopoulus, exigió este viernes en Bruselas "más solidaridad" entre los Estados miembros para hacer frente a la "peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial". En lo que va de año, 237.000 personas han cruzado el Mediterráneo con la ilusión de alcanzar costas europeas. Unas 2.030 han perecido en medio del mar, según la última cifra de la Organización Internacional para las Migraciones. El responsable de Inmigración ahora, a petición del presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, y tras una reunión en Atenas con las autoridades helenas, da un simbólico golpe encima de la mesa e insta a los Estados a que se involucren en esta crisis.

"El número de inmigrantes y solicitantes de asilo que han llegado a Europa por mar en 2015 se está acercando a un cuarto de millón, según los análisis de la OIM", indicó su portavoz Joel Millman. El promedio de rescates diarios supera el millar y se concentran frente a las costas de islas de Italia y Grecia. Avramopoulus, que interrumpió sus vacaciones para comparecer ante la prensa en Bruselas, lanzó repetidas veces un mensaje: "Se trata de un problema europeo aunque no se puede dejar de lado la responsabilidad nacional".

El comisario declaró que la "UE seguirá dando fondos mientras el problema persista" aunque lo realmente urgente, según él mismo y Frontex —la agencia europea de control de fronteras— es que los Estados ofrezcan el material con el que se comprometieron con esta agencia de vigilancia. Frontex, la semana pasada, hizo un llamamiento a los Estados y denunció que a fecha 31 de julio, solo habían recibido el 16% del material solicitado a los Veintiocho (barcos, aviones, lanchas, perros, cámaras...) y el 20% de los recursos humanos necesarios.

En su encuentro con el ministro de Interior heleno, Nikos Vutsis, el representante comunitario acordó un "plan de acción" que quiere se ponga en marcha lo antes posible. Se trata del desbloqueo de 2,400 millones de euros para que los Estados afronten el "creciente flujo" de inmigrantes que ya anunció Bruselas el pasado lunes en el que Grecia, a pesar de ser el país que más refugiados recibe, será el tercer beneficiado con 474 millones. España, que recibe 30 veces menos inmigrantes, será el segundo con 522 millones. E Italia, donde la crisis humanitaria en "más grave", según ha reiterado Gil Arias, director adjunto de Frontex, recibirá 560 millones.

Las últimas cifras de las autoridades griegas señalan que 134.988 inmigrantes llegaron este año a su territorio desde Turquía, país con el que Bruselas mantendrá una cumbre bilateral "muy pronto" —no ha especificado la fecha exacta aunque se prevé para otoño— para unir esfuerzos en la estrategia de Inmigración. El comisario se ha mostrado también preocupado por la situación en Hungría, destino principal de los inmigrantes que huyen de la inestabilidad de los Balcanes Occidentales, por la crisis de Calais (Francia) —donde la muerte de un ciudadano sudanés hace dos semanas desató una crisis entre Francia y Reino Unido— y la "rápida extensión" de los refugiados en las afueras de Viena (Austria).

Bruselas, a pesar de esta última aparición del comisario de Inmigración, deja el debate del Mediterráneo para noviembre, cuando los responsables de la UE, por un lado, y los de países del norte de África y Oriente Próximo, por otro, se reunirán en La Valeta (Malta). El problema es que en muchos de los países de origen no hay autoridad. "Son Estados fallidos", cerró el comisario.