El caricaturista Bonil vuelve a juicio por la ley de comunicación en Ecuador
El dibujante, que ya fue multado junto al periódico 'El Universo', ha sido denunciado por una viñeta sobre el pueblo afroecuatoriano
El caricaturista Xavier Bonilla (Bonil) se enfrenta a una posible segunda sanción por incumplir la Ley de Comunicación de Ecuador. El humorista acudió el pasado lunes a la Superintendencia de la Comunicación para explicar una de sus viñetas, publicada en agosto pasado en el Diario El Universo. Este tribunal, montado para hacer cumplir la Ley de Comunicación, aceptó la denuncia de la Confederación Afroecuatoriana. El informe hecho por el Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y la Comunicación (Cordicom) sugiere que el dibujante fomentó la discriminación contra el pueblo afroecuatoriano al satirizar a un diputado negro que no pudo leer un discurso en la Asamblea Nacional.
La defensa de Bonil, a la que se unió el abogado afroecuatoriano Lenín Hurtado, hijo de un diputado que fue asesinado en 1999, argumentó que la viñeta se limita a criticar la lectura entrecortada de Agustín (el Tin) Delgado, antes astro del fútbol ecuatoriano y hoy diputado por el partido de Gobierno, sin hacer ninguna alusión a su color de piel. Hurtado habló de la pobreza de argumentos que esgrimió la parte acusadora. “Siempre hemos dicho que con la discriminación hay que ser cuidadosos, no hay que banalizarla. Al asambleísta se lo critica por su falta de preparación no por ser negro”, dijo.
En la publicación de El Universo de agosto pasado se veía la foto del diputado y se leía lo siguiente: “Com… con… m … mi… diii..scurso todos diccen pobre Tin, pobre Tin. Pero con mi sueldo de asambleísta ya nadie dice pobretón, pobretón”. Esto fue el colofón de las críticas que se sucedieron en redes sociales tras la mala intervención del diputado de Alianza País.
La abogada de la Confederación Afroecuatoriana, Adolia Borja, poco habló del hecho en concreto y se extendió en un recuento de la discriminación histórica que han sufrido los afrodescendientes en el país. Añadió que nadie toma en cuenta el aporte que han hecho como la construcción de los tramos más difíciles de la línea del ferrocarril o yendo un poco más atrás su participación en la luchas de independencia.
Correa habló de la desacertada intervención del asambleísta
El año pasado, el diario El Universo pagó cerca de 100.000 dólares a la Superintendencia de la Comunicación por una caricatura de Bonil que narraba la incursión policial a la casa de un periodista opositor del gobierno ecuatoriano. El presidente Rafael Correa, que motivó ese proceso, alegó que la viñeta distorsionaba la realidad.
En este nuevo proceso, aunque la Confederación Afroecuatoriana fue la que presentó la queja en el Cordicom, el primero que pidió a los organismos de control que tomaran cartas en el asunto fue el presidente. En una de sus arengas semanales habló de la desacertada intervención del asambleísta: “Si eso lo hubiera hecho un blanco no hubiera pasado nada, como lo hizo un afro es la burla en las redes y esto lo recogen enseguida periodistas odiadores”.
Los miembros del tribunal de la Superintendencia de la Comunicación se negaron a aceptar las solicitudes de los abogados del dibujante, entre ellos que los responsables del informe de la Cordicom, para exponer los argumentos legales que tuvieron en cuenta para iniciar el proceso. Ramiro Aguilar, otro de los juristas de Bonil, habló de la indefensión y de las consecuencias de una posible sanción económica al diario. “Lo que busca es callar las voces críticas y que los medios les cierren las puertas”, dijo.
Bonil se mostró sereno a la salida de la audiencia y recibió el apoyo de decenas de personas que sostenían carteles con la leyenda “Yo soy Bonil”. Haciendo gala de su humor, mostró un par de gafas gigantes que llevó para regalar a sus inquisidores. “Es un regalito para que vean dónde hay comentarios discriminatorios, en la sabatina (informe semanal de Rafael Correa) pues, ¿dónde más?”.
Correa en su pasada sabatina volvió a mencionar a Bonil, esta vez lo retó a probar lo que sugiere en una de sus últimas caricaturas con respecto a los sucesivos accidentes de los helicópteros Dhruv que adquirió la Fuerza Aérea Ecuatoriana. Bonil ironiza y dice que en los siniestros efectivamente sí hubo “falla humana”, como dice el gobierno, pero “del que compró” las aeronaves.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.