El alcalde de Acapulco será candidato a gobernador de Guerrero
Luis Walton Aburto intenta el salto al poder estatal en un contexto de violencia, descomposición policial y parón educativo
Luis Walton Aburto ha dejado la alcaldía de Acapulco a medio año de concluir su mandato. El edil del puerto turístico más importante del Pacífico mexicano anunció este lunes su renuncia al cargo para postularse a gobernador del Estado de Guerrero en las próximas elecciones de junio. El presidente municipal acapulqueño, del izquierdista Movimiento Ciudadano, abandona prematuramente la gestión de un Ayuntamiento inmerso en una crisis de inseguridad que se prolonga ya más de un lustro, con sus cuentas endeudadas y las huelgas de la policía local y el magisterio.
“Walton tiene ahora una oportunidad porque su partido no está manchado por la tragedia de Iguala”, señala Juan Angulo, director del diario El Sur. La desaparición de 43 normalistas y la muerte de otras seis personas en septiembre provocaron la renuncia del gobernador del PRD, Ángel Aguirre, y dañaron también las aspiraciones del PRI en la entidad. “Ese es su mayor activo como candidato. Su partido se mantuvo en la oposición a las reformas de Peña Nieto y el vicecoordinador de la formación en la Cámara de Diputados, Ricardo Mejía Berdeja, es uno de sus colaboradores”. Angulo señala también que Walton Aburto siempre ha mantenido “posturas correctas desde la izquierda, ha tratado de buscar el diálogo y no reprimir a las organizaciones sociales, públicamente se ha mostrado en los últimos meses muy solidario con los padres de los estudiantes de Ayotzinapa y no se le conoce ningún escándalo de corrupción”, el mal que más afecta a los políticos mexicanos.
Al margen de eso, el edil tampoco ha ejercido una alcaldía brillante. “No ha promovido grandes obras y sí deja algunas inconclusas”, señala el periodista. Pero sobre todo, no ha sido capaz de solucionar ninguno de los problemas heredados de la Administración anterior.
Un estudio publicado este martes por el Consejo Ciudadano para la Seguridad sitúa a Acapulco como la tercera ciudad más violenta del mundo por detrás de San Pedro Sula y Caracas, con 883 homicidios dolosos en 2014 y una tasa de 104,16 asesinatos por cada 100.000 habitantes. La situación empeoró a partir de la descomposición del cártel de los hermanos Beltran-Leyva, en 2005, cuando aparecieron nuevas bandas de narcotraficantes. En 2011 el Gobierno del expresidente Felipe Calderón puso en marcha el plan Guerrero Seguro, con la finalidad de aumentar la vigilancia en algunas zonas del Estado. Uno de los episodios más negros de la administración de Walton ocurrió a comienzos de 2013, con el secuestro y violación de un grupo de españolas. En los días siguientes, con la atención internacional puesta en la ciudad, el alcalde pronunció una frase que le valió todo tipo de críticas: “Es muy lamentable lo que ha sucedido, pero bueno, esto ocurre en cualquier parte del mundo”. Más tarde, abrumado por la presión, pidió disculpas y lloró en un acto público.
El Consejo Ciudadano para la Seguridad sitúa a Acapulco como la tercera ciudad más violenta del mundo, por detrás de San Pedro Sula y Caracas
La inseguridad también ha afectado al sistema educativo. A 20 de enero, más de 100 escuelas todavía no han reanudado las clases. Los maestros tienen miedo porque el año pasado 19 profesores fueron secuestrados y en lo que va de 2015 otro docente ha sido asesinado.
Mientras, efectivos de la Gendarmería (un cuerpo de seguridad que depende del Gobierno Federal) vigilan la urbe. Desde julio, más de 2.000 agentes de policía local están en huelga, exigiendo al Ayuntamiento un aumento salarial. El hasta ahora alcalde explicó en su día que el consistorio había iniciado la aplicación de exámenes de control de confianza. 983 de los 1.470 agentes evaluados entonces, suspendieron. Pero Acapulco tampoco tiene dinero para echarlos. Luis Walton heredó, según ha denunciado, un Ayuntamiento con una deuda millonaria producto de la gestión de su antecesor, el ahora diputado priísta Manuel Añorve. “Sin embargo”, puntualiza Juan Angulo, “el alcalde nunca dio curso legal a las denuncias que hizo sobre su gestión”.
El edil de Movimiento Ciudadano se presentó a la alcaldía de Acapulco en cuatro ocasiones hasta ganar en 2012
El de las finanzas es otro problema que tampoco ha podido resolver, junto con la bajada del turismo. Pese a ser aún hoy el cuarto destino nacional, las últimas cifras del sector revelan una caída del 31% en la tercera semana de diciembre.
Otro punto de conflicto para la candidatura a gobernador de Walton es su condición de empresario. El político comenzó su carrera profesional como abogado y tras dirigir varios casos de éxito se hizo con los recursos necesarios para comprar gasolineras, aunque hoy asegura que ya no posee ninguna. El edil de Movimiento Ciudadano se presentó a la alcaldía de Acapulco en cuatro ocasiones hasta ganar en 2012. Por delante tiene el reto de demostrar su capacidad para dirigir uno de los estados más violentos y rezagados del país, un Guerrero que en los últimos meses ha estremecido al mundo y ha obligado al presidente Enrique Peña Nieto alanzar un decálogo de medidas contra la corrupción y la inseguridad.
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