La 'madre coraje' de Argentina consigue una gran victoria judicial
Los 10 acusados por el secuestro y prostitución de Marita Verón han sido condenados a penas de entre 10 y 22 años
Susana Trimarco, la madre coraje argentina, la heroína que llegó a disfrazarse de prostituta para buscar a su hija en los prostíbulos más oscuros del país, el símbolo de la lucha contra la trata de blancas, la madre de María de los Ángeles, Marita Verón -vista por última vez hace 12 años en la provincia argentina de Tucumán- pudo respirar el martes más tranquila. Su hija continúa desaparecida. Pero un tribunal de Tucumán compuesto por tres jueces dictaminó condenas de entre 10 y 22 años para los 10 acusados de secuestrar a Marita Verón y promover su prostitución.
“Se ha hecho justicia”, declaró Susana Trimarco nada más escuchar la sentencia. “Esperaba mucho más, pero estoy conforme. Yo no quiero decir que con esto que no voy a seguir luchando. Vamos a seguir hasta el día de saber qué hicieron con Marita (…) Hay un antes y un después de este fallo. (…) Después de 12 años de lucha, algo vamos consiguiendo”.
En diciembre de 2002, tras un juicio de diez meses por el que desfilaron más de 100 testigos, la Sala II de la Cámara Penal de Tucumán dictaba por unanimidad la absolución de los 13 imputados que habían entonces. Mientras ellos lloraban y se abrazaban, los testigos insultaban a los jueces y un abogado de Trimarco declaraba: “Esto es un acto de corrupción”.
Trimarco, sin derramar una lágrima declaró aquel día: “Estoy más fuerte que nunca. Soy una persona muy fría porque ellos me hicieron así. Mica [la nieta Micaela, que ahora tiene 15 años, hija de Marita Verón] se crió durmiendo en los ventanales de los tribunales. No voy a parar hasta que estos tipos sean enjuiciados. Estoy muy tranquila por todo lo que hice y todas las chicas a las que rescaté. Esto termina acá pero mañana empieza otra lucha nueva”.
El pasado diciembre, la Corte Suprema de Tucumán revocó parcialmente el fallo, confirmó la absolución para dos imputados y dispuso la extinción del proceso para otro acusado que había muerto. Quedaban 10 por juzgar. Y el martes, los jueces Emilio Páez de la Torre, Dante Ibáñez y Juana Juárez dictaron sentencia. Tras escucharla, Susana Trimarco declaró: “A Marita no la encontré, pero acá se hizo justicia por tantas chicas que esta gente les hizo muchísimo daño y aún hoy viven con miedo”. Trimarco añadió que con esa sentencia acaba una etapa pero se inicia otra: la de la búsqueda de su hija. Para ese fin, Trimarco espera que los condenados “abran su corazón” y le digan dónde está su hija. “No puede ser que una persona se apropie así de otra y la haga desaparecer. Todos los que estaban sentados en el banquillo lo saben”.
No puede ser que una persona se apropie así de otra y la haga desaparecer. Todos los que estaban sentados en el banquillo lo saben
Trimarco tuvo palabras de agradecimiento hacia la presidenta, Cristina Fernández, quien en público y en privado le ha expresado varias veces su apoyo. “Cristina me dijo que no nos tenemos que quedar quietos, hay que seguir luchando y hay que darle una respuesta a Mica -su nieta-. Cristina me dijo que va a estar a mi lado como madre, no como presidenta. De madre a madre es una mujer excelente y siento que está conmigo”.
En 2007 el Gobierno de Estados Unidos otorgó a Trimarco el Premio Internacional a las Madres con Coraje. Ese año creó la fundación María de los Ángeles destinada al rescate de prostitutas. Tres años después, en 2010, moría su esposo Daniel Verón. Él había caído en una depresión tras la desaparición de Marita. Y le había advertido a Susana muchas veces que no se metiera con las mafias de los prostíbulos. Pero ella continuó su lucha. Se llegó a rodar una telenovela con sus vivencias.
Hace dos años, durante una entrevista concedida a este periódico, Trimarco hizo mención a los acusados del secuestro de su hija: “Conozco muy bien a estos mafiosos. Para mí, tenerlos ahí [en el banquillo] es ya una gran victoria. Porque me decían que con la misma plata que ganaban con mi hija le iban a pagar a los jueces”.
Finalmente, nueve de los diez acusados serán encarcelados y una mujer cumplirá arresto en su domicilio por 15 días. Las penas mayores, de 22 años, recayeron en los hermanos José, Chenga, Gómez y Gonzalo Gómez, supuestos culpables de la desaparición.
Marita Verón tenía 23 cuando desapareció. Su hija Micaela tenía solo tres años. “Mica tiene el mismo carácter alegre de mi hija”, señaló a este periódico Susana Trimarco. “Porque desde bien chica Marita fue muy alegre, le gustaba andar en patines, pintar, dibujar, cantaba muy lindo. Era también muy solidaria. Tenía muy buena comunicación con los niños. Se relacionaba rápido con otras personas. Dibujaba muy bien, había hecho estudios de Bellas Artes, hacía esculturas, reciclaba los muebles, también hizo cursos de decoración, de repostería... Tenía una tienda de alimentos que le habíamos puesto mi marido y yo”.
Ahora, el objetivo de Trimarco es encontrar a su hija.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.