China acosa a Noruega por el Nobel de la Paz al disidente Liu Xiaobo
Pekín mantiene represalias políticas y comerciales contra varios países críticos
Liu Xiaobo tiene su medalla del Nobel de la Paz esperándole desde hace tres años en Oslo, en la caja fuerte del comité noruego que otorga el premio. El galardón al disidente chino —encarcelado en 2009 por “incitar a la subversión contra el poder estatal” y premiado en 2010 por su lucha a favor de los derechos humanos— enfureció a las autoridades chinas. Pekín tomó represalias inmediatamente; por ahora ni olvida ni perdona. Las exportaciones de salmón a China están muy por debajo del nivel récord de 2010, las negociaciones de un tratado comercial bilateral que se gestaba tiempo atrás siguen rotas y Pekín se niega a reanudar los contactos de alto nivel entre ambos gobiernos. Culpa al Ejecutivo aunque las deliberaciones y elecciones de los cinco miembros del comité del Nobel son totalmente independientes.
El comité sabía que su elección —por primera vez premiaban a un chino que vivía en China— levantaría ampollas al otro lado del mundo porque era de suponer; y porque fue expresamente advertido. “La viceministra de Exteriores para asuntos del Europa vino a Oslo, pidió verme y desayunamos. El mensaje fue muy claro: estarían muy ofendidos si premiábamos a un disidente. No mencionó nombres”, cuenta Geir Lundestad, el secretario del comité noruego del Nobel, en su despacho, al lado de la sala donde se decide uno de los premios más famosos del mundo.
El comité del Nobel fue advertido por China, pero defiende su independencia
Noruega no piensa disculparse, pero el recién estrenado Gobierno se ha esmerado en nombrar ministro de Exteriores a un hombre con buenos contactos en China que incluso asesoró a las autoridades de Pekín en asuntos medioambientales, Borge Brende. “Tener un buen diálogo y una cooperación estrecha con China es un objetivo prioritario en mi agenda”, declaró Brende, del Partido Conservador, horas después de tomar posesión en octubre. Un portavoz de Exteriores en Oslo rechazó comentar el asunto.
Las represalias diplomáticas por el Nobel pretenden dejar diametralmente claro que “hay asuntos que son centrales [para los chinos] que a primera vista puede no parecerlo para otros países”, explica Andrew Nathan, de la Universidad de Columbia en Nueva York, citado por la agencia Associated Press. De todos modos, la capacidad de olvidar y perdonar suele depender a menudo de su poderío. Pekín suele mostrar mucho mayor margen de maniobra con las ofensas, por ejemplo, de Estados Unidos.
España, Turquía, Japón, Reino Unido y Alemania también sufrieron presiones
Junto a Noruega y España —ahora en el centro de la ira china por la orden de arresto contra varios antiguos dirigentes, incluido el expresidente Jiang Zemin— otros países han sufrido represalias políticas y comerciales del gigante por lo que considera afrentas. Filipinas es el ejemplo más reciente. Tras el tifón Haiyan, Pekín envió la ayuda mínima pese a la magnitud del desastre y su cercanía al lugar afectado. China hacía pagar a Manila la disputa entre ambos por varias islas en el mar del sur de China. Tras las críticas y conscientes del daño a su imagen internacional, las autoridades chinas aceptaron enviar un buque hospital con 300 camas.
Mario Esteban, investigador principal de Asia Pacífico del Real Instituto Elcano, detalla otros ejemplos: Reino Unido (en mayo del año pasado), Francia (en 2008) y Alemania (en 2007) perdieron contratos con China después de que David Cameron, Nicolas Sarkozy y Angela Merkel recibieran al Dalai Lama. Como la visita del tibetano a París coincidió con la presidencia francesa de la UE, Bruselas se quedó sin la cumbre bilateral porque Pekín la suspendió. En 2010 restringió la exportación a Japón de tierras raras, esenciales para la industria japonesa, por la detención del capitán de un pesquero chino dentro del conflicto que mantienen por las islas Diaoyu/Senkaku. Corea del Norte también sufre periódicamente restricciones comerciales a la exportación de bienes de lujo y también básicos por su negativa a negociar su programa nuclear e implantar un modelo de desarrollo similar al chino. Turquía vio cómo varias negociaciones bilaterales quedaban temporalmente congeladas en 2009 después de que el primer ministro Recep Tayyip Erdogan calificase de genocidio los disturbios ocurridos en Xinjiang, donde vive la minoría musulmana uigur.
La venta de salmón noruego al país asiático se desplomó hasta un 60%
El Gobierno chino considera que Noruega debe dar un paso al frente para “mejorar y desarrollar la relación bilateral”, según respondió una portavoz de Exteriores en Pekín al ser preguntada si la llegada de un nuevo Gabinete a Oslo contribuiría a restañar las heridas. Para que no quedara duda añadió una expresión china: “Quien ate la correa en el cuello del tigre debe desatarla”.
Lundestad, que no vota el premio pero lleva dos décadas de secretario del grupo, explica que eran muy consciente de las repercusiones: “El comité sabía que a corto plazo sería malo para Noruega y malo para Liu Xiaobo”, que cumple 11 años de cárcel, que va a recurrir según anunció el martes su abogado. Pero defiende con firmeza la elección del escritor que promovió la Carta 08, un manifiesto que exigía el fin del gobierno del partido único, un sistema judicial independiente y otros cambios democráticos: “El comité nunca debería tener miedo de defender los principios incluso si esto ofende al Gobierno en cuestión”. Lundestad recuerda acto seguido, como suelen hacer las autoridades noruegas, que China ha logrado sacar de la pobreza a cientos de millones de chinos. Un logro “impresionante”, que, recalca, no ha estado acompañado “por avances políticos y menos en derechos humanos”.
Tras el tifón, Pekín castigó a Manila con la mínima ayuda por su disputa territorial
El secretario del comité noruego del Nobel subraya que, pese al desplome de las ventas de salmón noruego en el gigante asiático (cayeron un 60% el primer año para irse recuperado), el comercio bilateral se ha visto mucho menos afectado. Un portavoz del Consejo Noruego del Marisco elude comentar el efecto Nobel, analizado incluso por el instituto de estadísticas noruego (SSB), y atribuye el empeoramiento de las exportaciones al “endurecimiento de la legislación veterinaria china para la importación del salmón”. Al margen de china, las ventas de marisco van como un tiro en el resto del mundo, con un récord de exportaciones este mes.
Lundestad recuerda que en 1935 Hitler montó en cólera por el Nobel a Carl von Ossietzky, el pacifista que reveló el rearme alemán; que “los ancianos del Kremlin” también protestaron amargamente ante los premios al disidente soviético Andrei Sajarov (1975) y al sindicalista polaco Lech Walesa (1983) y que los chinos ya se enfadaron, aunque menos, por el galardón al Dalai Lama (1989). Explica el secretario que lo que sí pilló por sorpresa al comité fue que las autoridades chinas tomaran represalias contra la esposa de Liu, que está sometida a una especie de arresto domiciliario desde el anuncio del galardón. Ni ella ni nadie más fue autorizado a viajar a Oslo a recoger el premio en nombre del disidente. La medalla seguirá en una caja fuerte de la sede del comité, en la calle Henrik Ibsen de Oslo. Allí estuvo guardada durante 21 años la de la disidente birmana Aung San Suu Kyi. La recogió el año pasado.
Una manifestante con una foto de Liu Xiaobo ante la Embajada china en Oslo en 2010. / toby melville (reuters)
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