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LA POSGUERRA DE IRAK

Bush: "El mundo es más seguro porque ya no están Sadam Husein ni los talibanes"

El presidente estadounidense rechaza el envío de más tropas a Irak y responsabiliza a los "terroristas internacionales" de los últimos atentados

La cadena de atentados coordinados que ayer se cobró la vida de 40 personas en Bagdad y la extensión de la violencia a otras zonas de Irak no han hecho cambiar un ápice el discurso machacón del estadounidense George W. Bush: "El mundo es más seguro porque ya no están Sadam Husein ni los talibán". El mensaje ya se había escuchado de boca del presidente americano en la ONU, pero hoy lo ha reiterado en los jardines de la Casa Blanca al hacer balance de la situación en Irak, el primero que realiza en los dos últimos meses.

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Ante un nutrido grupo de periodistas, que han lanzado una batería de preguntas incómodas al presidente, Bush ha culpado a los seguidores del desaparecido régimen de Sadam Husein y a los "terroristas internacionales" de los brutales atentados de los últimos días en Irak. Para evitar futuros ataques, Bush ha recordado que su administración está colaborando de forma muy estrecha con Siria e Irán para evitar que los terroristas se cuelen por las fronteras que mantienen con Irak.

Los incesantes y crecientes ataques contra las tropas estadounidenses en Irak han servido de argumento a uno de los periodistas para preguntar a Bush si no estaría dispuesto a reconocer que fue "prematuro" cuando declaró hace seis meses que habían terminado las operaciones militares de envergadura en Irak, sobre todo después de ver que la posguerra en el país ya se ha cobrado 214 vidas estadounidenses. "Ya dije entonces que Irak era un lugar peligroso", se ha excusado el presidente, que ha insistido en que "no nos vamos a ir" de Irak porque "eso es lo que quieren los terroristas". Asimismo ha rechazado el envío de más tropas -"porque no me las piden los jefes militares".

Sobre la incapacidad para encontrar las armas de destrucción que justificaron la guerra, el mandatario estadounidense ha dicho que Sadam Husein "es un maestro en esconder cosas" y ha asegurado estar convencido de que la opinión pública "sabe que era un peligro creciente". En este punto de su reflexión, ha vuelto a recurrir al recuerdo de los atentados del 11 de septiembre de 2001: "No deberíamos olvidarnos nunca de las lecciones del 11-S. Los terroristas volverán a atacar y no sólo en Bagdad, también en Estados Unidos". Acto seguido, Bush ha tratado de recuperar el tono positivo al repasar en voz alta los logros alcanzados en Irak desde la extinción del régimen de Sadam: "No puedo decirlo de manera más directa: Irak es un sitio peligroso. Pero están pasando más cosas que atentados terroristas. Tenemos que ver el cuadro completo; hay mujeres creando empresas, niños que han vuelto a la escuela y personas que expresan sus opiniones de forma libre". Pese a todos esos logros, el presidente ha vuelto a pedir al Senado y al Congreso de su país que se pongan de acuerdo para aprobar la inyección adicional de 87.000 millones de dólares que él mismo propuso para la reconstrucción de Irak y Afganistán.

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