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Putin juega al zar bueno contra el burócrata malo

El presidente atiende en directo peticiones de los ciudadanos y reparte ayudas económicas

Pilar Bonet
Vladimir Putin contestando a las preguntas de los periodistas rusos.
Vladimir Putin contestando a las preguntas de los periodistas rusos.KIRILL KUDRYAVTSEV / AFP

“Extraño”, “muy extraño”. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, calificó así varios de los problemas denunciados por rusos de a pie en el programa televisivo Línea directa.Esta forma de relación de aparente corte arcaico, que se repite una vez al año desde hace 15, está cuidadosamente preparada y permite a algunos ciudadanos afortunados resolver sus dificultades individuales, que pueden ser también las de muchos otros con menos suerte. La escenificación gira en torno a la figura del líder que, como un monarca medieval, escucha a su pueblo y lo rescata de las injusticias cometidas por los indiferentes, incapaces o corruptos burócratas interpuestos entre ellos en la pirámide jerárquica del Estado.

En el programa del pasado 15 de junio, el juego del zar bueno-burócratas malos no le salió bien a Putin en un caso como mínimo. Desde un pueblo de la provincia meridional de Stávropol, Valentina Sakóvskaia se quejó de no haber recibido la compensación monetaria que le corresponde como víctima de unas inundaciones que dejaron inhabitable su casa en mayo. La mujer afirmó además que la Administración local quería cobrar por certificar los desperfectos. “Es muy extraño, porque la Federación (el Gobierno federal) transfirió a la región de Stávropol el dinero necesario para apoyar a las familias damnificadas”, dijo Putin, que pidió cuentas al gobernador de la provincia y conminó al fiscal a tomar cartas en el asunto. El gobernador, Vladímir Vladímirov, reaccionó raudo. Apenas Putin concluyó la cita con los compatriotas (esta vez cuatro horas), el gobernador de Stávropol, en su página oficial, informó que Moscú no había transferido aún el dinero para los damnificados y que el presupuesto provincial adelantaba fondos a la ciudadana. El “primer tramo” del dinero para las víctimas procedente del presupuesto federal llegó el 15 de junio a las nueve de la noche, y era solo un tercio de la suma que Moscú debe abonar. Es decir, el Gobierno comenzó a transferir fondos cinco horas después de que el líder acabara de conversar con la nación. “Extraño”, “muy extraño”.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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